Capítulo 27: Desconfianza

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Entré en el coche casi corriendo. No iba a permitir que por unos segundos Jason despertase y me viese irme.

Johnny me miraba preocupado, él lo sabía todo. Y no me refiero a sólo lo que pasó con Jason.

Él lo sabía todo.

Me abrazó muy fuerte, pero le hice ver que quería marchar rápido.

Arrancó y nos fuimos.

En la radio sonaba música muy flojo, una canción triste, para rematar. Al darse cuenta de lo que me afectaba la quitó y me sonrió tristemente.

Le devolví la sonrisa, más triste aún.

Parecía mentira que todo lo que estaba pasando pasase de verdad y no fuese una pesadilla.

Pero jamás hubiese podido ser una pesadilla con un dolor tan real como el que sentía.

Y pensar que todo había empezado hacía tan poco. Demasiado poco.

Llegamos a casa de Eric y bajé del coche, Eric estaba fuera, esperándonos.

Corrí a abrazarle.

Él me agarró fuerte. Justo en entonces las nubes que hasta ese momento nos habían estado siguiendo descargaron con furia sobre nosotros.

El cielo estaba ya completamente oscuro a pesar de la hora.

Entramos corriendo y, mientras Johnny me preparaba algo caliente para beber, Eric fue a buscar toallas para secarnos un poco.

Me bebí el café mientras Eric me ponía una pequeña toalla sobre la espalda como si fuese una manta.

Le sonreí agradecida, pero su sonrisa era tan depresiva que borró la mía al momento.

No sabía bien si debía abrazarle, dejarle solo o preguntarle. Pero equivocarme con lo que eligiese me hubiese sabido muy mal.

Así que opté por mirar a Johnny, a ver qué podía decirme o hacer él.

Negó con la cabeza, como dándome a entender que dejase de preocuparme, que él estaba así porque yo también lo estaba.

Asentí resignada, dejamos los cafés y fuimos al sofá.

Nos sentamos y tanto yo como Eric apoyamos nuestras cabezas sobre el pecho de Johnny.

Éramos un poco insensibles al tratarle como si él fuese el fuerte al ser el mayor, pero no nos salía actuar de otro modo.

Y sé que él lo entendía.

A día de hoy, cuando pienso en ellos dos, sólo puedo pensar en lo importante que fue su cariño en todo momento.

Jamás les daré la culpa por nada de lo que luego pasó. Ni a ellos ni a los demás chicos.

Siempre he creído que la culpa fue mía en todo momento. Desde el principio al final. Mi final.

En ese momento, pero, no era capaz ni de imaginar, tampoco quería hacerlo, que el final estaba tan jodidamente cerca.

Encendimos la televisión y la miramos en silencio hasta que creímos que era hora de ir a dormir.

-Eric, duerme tú con ella arriba y vigila que duerma bien. Yo me quedo abajo -dijo Johnny apagando la tele.

Eric asintió y se levantó. Yo en silencio le seguí, parándome un segundo para abrazar a Johnny.

-Gracias, por todo -le susurré besándole en la mejilla.

No me separé de él hasta que una respiración brusca y interrumpida me hizo ver que estaba llorando, y me aparté para dejarle solo.

Immortal (definitivo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora