Capítulo 6: ¿Enamorado?

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Me quedé observando los ojos cristalizados de Jace. Pero él esquivó mi mirada alzando los ojos al cielo. Noté que no los movía demasiado por miedo a que si lo hacía le saliera una lágrima.

-Jace... -dije casi sin voz.

Él se giró, se llevó la manga de la chaqueta a la cara y, por lo que pareció, se secó los ojos.

Acto seguido se giró y con una, totalmente falsa, sonrisa me dijo:

-No es nada, bonita, me ha venido un mal recuerdo -su voz se oía más ronca de lo habitual.

-Puedes contármelo Jace, somos amigos -le dije con la esperanza de que me diese una razón coherente por lo que había dicho que no implicase que se había enamorado de mi-. Sólo te tengo a ti, no quiero perderte por una tontería -susurré poniendo mi mano sobre su hombro.

-No, tú también tienes a Jason -lo dijo otra vez casi sin vocalizar, pero le entendí perfectamente, y me quedé algo atónita.

-No Jace, Jason es un tío estupendo, pero es el hermano de mi abuelo y seguramente esto no se vuelva a repetir. Con él no tengo confianza alguna, contigo sí, sabes que puedes contármelo todo, y sé que yo puedo hacer lo mismo -frente a esa situación se me fueron todas las ganas de tener nada con Jason, y me arrepentí más que nunca de haberle dicho que me gustaba.

-Pero, es complicado, ¿sabes? -dijo apartando mi mano de su hombro dando un par de pasos atrás-. Acabamos de conocernos. Es verdad que a pesar de eso, siento, sentimos, que podemos decírnoslo todo -dio media vuelta, dándome la espalda y se acercó la mano a la cara-. Pero, por la confianza que nos tenemos y lo desconocidos que somos el uno para el otro al mismo tiempo -prosiguió entre dientes-, no es algo fácil de decir que probablemente me haya enamorado de ti.

Al terminar de decir eso se sentó en el suelo apoyándose contra la valla y se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas. Todo lo que había dicho sonaba tan convincente que me asustó.

Nadie se enamora de otra persona en tan poco tiempo, y, en caso de que fuese posible, no debería saberle tan mal haberlo hecho.

Me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro para hacerle ver que no iba a dejarle hasta ver que estaba mejor.

Pasamos cinco minutos sin decir nada hasta que Jace se decidió a hablar.

-Siento si te he asustado, pero jamás había sentido algo así por nadie y fuiste la primera persona a la que estuve a punto de contarle nada sobre mi vida - eso fue más mentira que verdad, y se notó, pero le dejé usarlo como excusa para su comportamiento-. No pude decírtelo al final, pero me pasé toda la tarde pensando en ello y terminé pensando en ti y me di cuenta de que realmente sentía algo especial -eso sí era verdad, en gran parte.

Se le rompía la voz y le temblaba todo el cuerpo. No le miré a los ojos, supuse que si necesitaba llorar no iba a querer que yo le viese hacerlo.

-Jace, cariño, no me has asustado para nada. Y supongo que te entiendo, hacía mucho tiempo que no tenías una 'relación' así con nadie y los sentimientos de amistad y amor son muy parecidos -no sabía bien qué decía, sólo quería que se tranquilizase.

-Te entenderé si quieres apartarte de mí por un tiempo -me interrumpió.

-No quiero -contesté firmemente.

Me miró, ya no tenía lágrimas en los ojos y me sonreía con cierta duda.

Nos quedamos ahí sentados en silencio hasta la hora de la próxima clase, me extrañó que Jace no fumase en un momento así. Aparte, se le veía con ganas de hacerlo.

Immortal (definitivo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora