"Pareja perfecta"

"Tarde"

-Oye, el piso está genial para ser tan pequeñito.- Comentó Samantha sentándose en el sofá.

-Pero nuestros compañeros son unos tardones.- Se quejó Flavio.

-Te recuerdo que nosotros también hemos llegado tarde.-

-Por tu culpa.- Recalcó Flavio.- Porque querías estar bien arreglada.- Dijo con un tono de burla.

-Bueno, dejando eso de lado. Me encanta este sitio. Las vistas son bastante bonitas.- Dijo mirando por la ventana.

Hacía una media hora que habían llegado, sin embargo habían decidido esperar a la pareja para decidir habitación y poder empezar a dejar algunas de sus pertenencias.

Iban a continuar hablando de lo genial que era el piso, pero en ese momento se escucharon unas llaves, y seguido de eso la puerta de la entrada abrirse.

-Ahora sabemos que la puerta hace mucho ruido.- Comentó Flavio mientras se levantaba para recibir a las dos personas que acaban de cruzar la puerta.

-Illo, ¡Está to' guapo!¿Verdad, Eva?- Exclamó Hugo paseándose rápidamente por el piso ignorando el hecho de que habían dos personas más allí. Eva sonrió al notar la ilusión de su pareja.

Al contrario de él, Eva miraba atentamente cada rincón de su nuevo hogar hasta encontrarse de cara a la rubia con la que había estado hablando durante un mes.

-¡Ostras, tía! Que susto me has dado. No te había visto venir hacia mí.- Samantha y Flavio rieron.- ¿Samantha y Flavio, verdad?- Preguntó señalando a cada uno de los mencionados.

-Exacto.-

-¿Y qué te parece el piso, Eva?- Preguntó Flavio.

-¿A mí? Me encanta. Lo siento por llegar tan tarde pero es perdimos un par de cosas y luego hubo tráfico... Y, bueno, que lo siento. De verdad que estas cosas solo me pasan a mí.-

-No pasa nada.- Aseguró Samantha.

-Además, nosotros hemos llegado tarde porque Samantha se quería maquillar bien.- Explicó Flavio.

-Pues a decir verdad, te ha quedado estupendo.- Comentó Eva analizando el maquillaje de Samantha.

-Lo sé. Gracias.-

-Eva, ¿Has visto las vistas que tenemos?¡Son la hostia!- Exclamó Hugo aún sin percatarse de los otros dos.

-Eh...-

-¡Enserio, son geniales!-

-Al parecer a alguien le gusta el piso...- Comentó Flavio.

Gracias a la grave voz de Flavio fue que Hugo se dio cuenta de la presencia de los otros dos.

-¡Por supuesto que me gusta el piso! Por cierto, por fin nos conocemos. Un mes y no había visto ni vuestra cara.-

Samantha rió por la actitud del chico, realmente le parecía bastante adorable.

-Y bueno, chicos, ¿Cómo vamos a celebrar este maravilloso día?- Preguntó Hugo pasando sus brazos por los hombros de Eva y Samantha.- He traído cervezas, ¿Qué os parece la idea?-

-Si a ellos les parece bien...- Dijo Eva mirando a los otros dos.

-¡Trae las cervezas, anda!¡Hoy es día de celebración!- Exclamó Samantha.

-¿Y tu qué opinas, Flavio?- Preguntó Eva, ya que este no había respondido.

-Eh... ¿No habría que desempaquetar y eso...?-

-Eso lo podemos hacer mañana por la mañana. ¡Ahora toca celebrar!-

-No sé, Bruno.-

Tras aquel murmuro de Flavio el piso quedó en completo silencio, hasta que fue interrumpido por las risas de Eva y más tarde las de Hugo. Samantha y Flavio los miraban confundidos.

-No entiendo. ¿Qué pasa?-

-No entiendo nada.- Se quejó Samantha.

-Perdona, ¿Me has llamado Bruno?- Preguntó Hugo intentando no reírse.

Flavio enrojeció. Realmente no había querido llamarle por ningún nombre hasta saber el real. Aún así asintió.

Hugo volvió a estallar en una carcajada.

-Me llamo Hugo, no Bruno.- Explicó.- Supongo que tú tampoco lo sabías.- Comentó señalando a Samantha.- Que risa, de verdad.-

-¿Sabéis? Mejor vamos a ir a por las cervezas. Ahora volvemos.- Explicó Eva agarrando del brazo a Hugo.

Cuando la puerta se cerró, Samantha habló.- ¿Ves cómo no pasa nada? No se ha enfadado.-

-No dirías lo mismo si te hubiera pasado a ti.-

-Si no querías equivocarte no tendrías que haber dicho ningún nombre, cariño.- Dijo acariciando la mejilla del menor.

Flavio rodó los ojos.- Joder, que vergüenza.-

Samantha se rió.