"De compras"

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-Sigo creyendo que deberías cogerte ese vestido.- Dijo Samantha señalando la prenda de ropa que estaba colgada.- Si es que te queda perfecto.-

-¿Pero tú me has visto? El vestido es bonito, pero en mi no queda bien.- Explicó Eva.

Esta era la cuarta quinta tienda de ropa a la que entraban, y como predijo Hugo, aún no habían comprado nada.

-¿Pero qué estás diciendo? Anda, no digas tonterías. El vestido rojo te queda genial.-

-¿Sabes? Creo que me voy a coger esto.- Comentó Eva queriendo evadir la otra conversación. Se giró para que Samantha pudiese ver lo que llevaba puesto.- Estos pantalones me encantan.-

-¿No se parece demasiado a la ropa que ya tienes?-

-Bueno, sí. Pero es que es la ropa que me gusta.-

-Y... No sé... ¿No te gustaría probar otro estilo?- Le sugirió Samantha.

-No. Me gusta el que tengo.- Contestó Eva.

-Está bien, total, a ti te queda bien todo. Y la ropa la vas a llevar tú.-

-A mí no me queda bien todo.- Replicó Eva.- ¿Tú solo te vas a coger eso?- Preguntó mientras señalaba la camiseta que llevaba la rubia en sus manos.

-Sí. La verdad es que hoy no estoy muy inspirada. Y no me ha gustado mucho lo que había en las tiendas.-

-¿Te encuentras bien?- Preguntó Eva mostrando su preocupación por la rubia.- Llevas toda la semana estando rara. Estás cómo... No sé, pocha.-

-No te preocupes. Quizás estoy en el comienzo de un resfriado. No será nada grave.-

-¿Estás segura? Si quieres podemos volver a casa y así descansas. Podemos venir a aquí otro día.- Propuso Eva.

-Eva, tranquilizate. Estoy bien. No hay que posponer nada. Solo es un resfriado, si es que llega a eso.- Explicó Samantha.- Además, no quiero desaprovechar este día de estar solas. Los quiero mucho, ya lo sabes, pero a veces los chicos son muy plastas. Si fuera por Flavio ya estaríamos volviendo al piso.-

Eva se rió por las ocurrencias de su amiga.- La verdad es que sí, esos dos son especiales. Encantadores pero raros.-

-Así son perfectos.- Comentó Samantha.- Solo espero que no se molesten mucho. Flavio tiene paciencia, pero no es infinita. Y sabemos que a Hugo le encanta chincharle y molestarle.-

-Ahora que lo dices, tienes razón. Casi se podría decir que es su hobbie.- Se rió.- Aunque, si es así, creo que quizás deberíamos volver.-

-Ey, ey, ey.- La paró Samantha.- He dicho que su paciencia no es infinita, no que no aguante nada. No nos vamos a ir ahora, mejor vayamos a aquella tienda.- Propuso apuntando a la tienda de enfrente.-

-Ahora me has dejado un poco preocupada.- Dijo haciendo una mueca.- Pero bueno, que se le va hacer. Tengo una idea mejor.- Dijo parando a Samantha, que ya la estaba arrastrando hacia la tienda que había visto.- ¿Quieres que vayamos a tomar algo?-

-Claro, pero tendremos que bajar. Todas las cafeterías están abajo.-

Cuando Samantha aceptó, ambas se pusieron a buscar las escaleras de bajada. Tardaron casi diez minutos, solo encontraban de subido. Solo podían pensar en que hoy ni era su día de suerte.

-¿Pero como es posible que seas tan perfecta?- Se quejó Eva.- Estoy segura de que yo ya me he manchado entera.-

Habían decidido comer helados, y a diferencia de Eva, Samantha había conseguido no mancharse nada.

-De hecho, sí.- Samantha se rió.- Anda, acércate.- Dijo cogiendo una servilleta.

Eva le hizo caso, pronto sintió las manos de la rubia limpiando su boca y sus mejillas, las cuales se habían puesto levemente rosadas por la situación.

-Eres un desastre.-

-Me siento como una niña pequeña.- Se quejó Eva.

-Ya, es que eres más joven que yo.- Le recordó Samantha.

Luego decidieron no comprar más, sinó, simplemente pasear mientras hablaban.

-¿Y cómo llevas la actuación que harás el sábado?- Preguntó Eva.

-La verdad es que mal. Hay notas que me salen demasiado altas. Estoy segura que me pasará lo mismo ese día.-

-Vaya...-

-¿Y tú cómo la llevas?-

-Bien, la verdad. Es una de mis canciones favoritas desde siempre. No me ha costado mucho.-

-¿Lo ves? El traje rojo hubiera quedado perfecto en la actuación.-

Eva rodó los ojos con cariño.- Sabes que no es así. Además, me voy a poner el traje de mi abuelo, a él le encanta está canción.-

-Seguro que le gusta aún más cuando la cantas tú.-

-Bueno, la verdad es que alguna vez si que me lo ha dicho.-

-Normal, si es que tu voz es maravillosa, Eva.-

-Ya, no exageres, Dramantha.- Se burló Eva.

-No exagero. Solo digo lo que pienso.-

"Pareja perfecta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora