Y como ya esperaba Eva, Hugo no se tomó la noticia tan bien. Ahora se arrepentía de haberlo llevado a la cafetería, aunque solo habían cuatro personas más.
-¿Con Samantha?- Se quejó Hugo elevando la voz.- No pudo ser otra, cualquier otra persona, tuvo que ser Samantha.-
-Pues sí, Hugo, tuvo que ser Samantha. No lo decidí yo.- Explicó Eva intentando calmarse.
-¿Y qué?¿Ya no sientes nada por mí?-
-Yo no he dicho eso. Pero, piénsalo. Si siguiera sintiendo lo mismo por ti que al principio, no hubiera tenido esos sentimientos por Samantha.- Explicó.- Claro que siento algo por ti, pero ya no es lo mismo.-
-Es que no lo entiendo. Nuestra relación iba bien, ¿En qué momento eso cambió?-
Eva tragó y desvió la mirada.- Hugo, sinceramente, creo que lo nuestro empezó a cambiar nada más llegamos al piso por primera vez.-
-¿Qué?¿Me lo estás diciendo enserio?- Exigió. Se le notaba entre enfadado y triste.
-Sí, Hugo. Ellos dos dieron un vuelco a nuestras vidas, tanto la mía como la tuya.-
-No sé a qué te refieres.- Respondió Hugo a la defensiva, desviando la mirada.
-Vamos, Hugo. Te conozco desde hace mucho, no te hagas el tonto.- Se quejó Eva un poco harta de la conversación.- Es obvio que entre tú y Flavio ha pasado algo, no sé el que, pero algo.- Suspiró.
-Eso no es cierto. No tienes nada que lo demuestre.-
-¿Ah, no?¿Y qué me dices de las miradas que os dais? Esas miradas no me las has dado jamás a mí, lo sé.- Estaba apunto de llorar, pero lo retuvo. Hugo intentó reprocharle, pero Eva habló más rápido.- ¡Incluso te estás empezando a sonrojar!- Suspiró.- Mira, Hugo, no hace falta que me cuentes nada, pero no me mientas, no a mí.- Hugo solo se quedó callado mirando hacia otro lado.- Me encantaría que siguieras siendo mi amigo. Tú me importas mucho.-
Hugo la miró.- Lo siento, Eva. No creo poder hacer eso.- Se levantó dispuesto a irse, pero Eva lo retuvo.
-Por favor, Hugo. No te alejes.-
El rubio suspiró.- Necesito tiempo.- Eva asintió.- No sé cuánto, pero me vuelvo a casa con mi madre. No creo que pueda estar en la misma casa que vosotras, no por ahora.-
Después de eso salió del local, dejando a Eva llorando en la mesa. Alguien sentado en otra mesa se le acercó.
-¿Estás bien? Hemos oído todo.- Puso su mano en el hombro de Eva.
-No. Yo no quería esto. No quería que se enfadara.-
-Él no está enfadado, solo necesita tiempo para pensar las cosas. Tú mientras disfruta de tu relación con la tal Samantha. Espero que os vaya bien.-
Eva le sonrió.- Gracias. Es lindo tener el apoyo de alguien, aunque no te conozca.-
-Me llamo Iván.-
-Mucho gusto, Eva.-
-Lo sé.-
-Bueno, gracias por el apoyo, pero tengo que irme, me esperan en casa.-
Se alegró internamente cuando notó el ambiente que había en su piso.
-¿Qué tal ha ido?- Preguntó nada más ver a Samantha desayunando.
-Bien, la verdad. Se lo ha tomado bastante bien.-
Justo en ese momento salió Flavio del baño, con el pelo completamente mojado.
Eva lo miró un tanto dudosa, pero se relajó al ver la sonrisa que le daba Flavio.
-Tranquila, Eva. Me alegro por vosotras. Ven aquí.- Flavio la achuchó.
-¿Estás enfadado?- Murmuró.
-La verdad es que no. Sinceramente, creo ya sabía que esto pasaría.-
-Tal vez.-
-Eva.- Llamó Samantha.- ¿Qué ha pasado con Hugo?-
-Bueno...- Se calló un momento buscando las palabras para expresarse.- Creo que no está enfadado, pero la noticia le ha afectado bastante. Creo que no lo esperaba.- Soltó un suspiro.- Volverá a vivir con su madre. Me ha dicho que necesita tiempo.-
-¿Y tú Flavio?-
-¿Yo qué?-
-¿Qué harás?¿Vas a quedarte?-
Flavio lo pensó. Por una parte tampoco le apetecía mucho estar con ellas dos, pero por la otra, no quería que se sintiesen mal, quería que supiesen que tenían su apoyo.
-Sí, me quedaré. Aunque supongo que va a haber un cambio de habitaciones.-
Samantha y Eva se miraron entre si.
-Supongo que sí.-
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"Pareja perfecta"
Fanfiction¿Y si gracias al primo de Eva, ahora su pareja y ella compartirían casa con dos desconocidos? Donde ambas parejas creen estar con el amor de su vida y buscan compañeros de piso. ¿Y si tal vez fue una mala decisión? O tal vez fue la mejor.