"Pareja perfecta"

"Primera noche"

-Entonces, ¿Cómo decís que os conocisteis?- Preguntó Samantha. Ella estaba recostada en las piernas de Flavio.

-Nick.- Respondió la pareja al mismo tiempo.

-Nick nos presentó en una quedada de amigos.- Especificó Eva.

-¿Y cuánto lleváis?- Preguntó Flavio.

Ambos se miraron y sonrieron.

-Cuatro años.-

-Bueno, dejando el interrogatorio de lado, ¿Queréis ver una peli?- Preguntó Eva.

-¿A estas horas?- Preguntó Flavio.

Efectivamente, era bastante tarde, las doce de la noche, pero la película probablemente terminaría bastante más tarde, sobre las dos.

-Sí, ¿Por qué no?- Preguntó Hugo.

-¿Sabéis que? Podéis verla si queréis. Yo me voy a dormir.- Dijo levantándose del sofá.

-¡Qué!¿Por qué?-

-Mañana trabajo, Sam, lo sabes.- Explicó dándole un beso rápido en los labios.- Buenas noches.- Dijo antes de desaparecer por la puerta de la habitación que compartía con Samantha.

-Uno menos. Entonces, ¿Qué película veremos?- Preguntó la rubia encendiendo la televisión.

-¿Podemos ver una Disney?- Pidió Eva haciendo un puchero.

-Mientras no veamos La Bella y la Bestia por mí bien.- Comentó Hugo.

-¿Qué pasa con esa película?- Preguntó Samantha.

-Eva ha hecho que me la vea más de seis veces. Me sé el diálogo de memoria.- Bromeó.

-Pues tendrás que elegir otra, Eva.-

-¿Podemos ver Hércules?-

-Claro.-

-Dale.-

Ahora los tres veían con antención la película que se reproducía en la televisión. Hugo estaba estirado en el suelo con un par de cojines, sin embargo, Eva había sido más rápida para ocupar el antiguo lugar de Flavio en el sofá, así que ahora tenía a Samantha apoyada en sus piernas.

Sorprendentemente, el primero en caer rendido por el sueño fue Hugo, quién a mitad de película comenzó a dormir encima de los dos cojines. Más tarde fue Samantha, Eva no tardó en darse cuenta de que ellos se habían dormido. Esta última fue la única que no se durmió y pudo ver la película completa.

-¿Y ahora que hago yo con estos dos?- Murmuró para si misma.

En un principio pensó en llevar a cada uno a su habitación. Rápidamente descartó la idea recordando haberlo intentado anteriormente con Hugo. Pensó en despertarlos, pero aunque lo intentó pudo observar que tenían sueño pesado, así que solo la ignoraron. Finalmente decidió quedarse dormida con ellos.

Y ese fue el panorama que se encontró Flavio al despertar a las siete.

Flavio no entendía como no se habían despertado. Literalmente, el sol les estaba dando en toda la cara, ya que se les olvidó bajar las persianas.

Suspiró y se dispuso a preparar algo como desayuno, luego recordó que en el piso aún no habían traído comida y que el día anterior habían tenido que pedir que les trajeran pizzas. A sí que se cambió y bajó a buscar algo para poder desayunar los cuatro, como no sabía que querrían, cogió churros para todos. Cuando volvió al piso el resto aún seguía durmiendo.

-Ni que fueran marmotas...- Se quejó Flavio.

Dejó la comida en la mesa y llenó un vaso con agua. Después se dispuso a tirarle agua a cada uno de sus compañeros.

-¡Ah!-

-¡Ey!¿Qué te pasa?- Exclamó Samantha.- Odio que me despiertes así.-

-¡Flavio!¿Pero qué te he hecho yo a ti?- Se quejó Hugo.

-¿Qué hora es?- Preguntó Eva aún medio dormida. Aunque se había incorporado aún no se había levantado.

-Las siete y veinte. Supongo que os quedásteis dormidos a mitad de la peli.- Sopuso Flavio.- Anda, levantaros ya. He traído desayuno.-

-¿Qué has traído?-

-Churros.-

Al oír esa palabra tanto Hugo cómo Samantha se levantaron rápidamente, casi peleándose por llegar antes a la mesa. Eva, aunque le encantaban los churros prefería dormir.

-¡Dejadme algo!- Pidió acomodándose aún más en el sofá.

-¡Pero bueno!¡Ven tú a por ellos!- Exclamó Hugo indignado.

-Si, te guardamos algo.- Comentó Samantha.

-¿Queréis algo de beber? Puedo bajar a buscar algo.- Comentó Flavio.- Samantha, ya se lo que quieres, ¿Eva?-

-¿Me puedes traer un café? Necesito despejarme.-

-Vale. ¿Hugo?-

-¿Podrías traer chocolate caliente?-

-¿Algo más?- Todos negaron.

-Ahora vuelvo.- Y volvió a bajar.