"Te quiero"

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Los siguientes tres días fueron muy parecidos, ambiente un poco tenso, conversaciones dirigidas por Eva y Samantha, etc... La única diferencia era que Flavio sí intentaba hablar con Hugo, sin embargo, él lo ignoraba o lo evitaba, poniendo excusas o haciendo ver qué no lo escuchaba. Y Flavio se estaba cansando de eso, no entendía la actitud del mayor.

El jueves les pidió a Samantha y Eva si les podían dejar a solas. Ambas aceptaron, pensando que cuando volvieran habrían arreglado las cosas.

Mientras Hugo se duchaba, Flavio pensaba en como decírselo. Intentaba reunir el valor suficiente, pues minutos antes ya lo había intentado, pero Hugo se escapó, como siempre. Flavio decidió mentalmente que la próxima vez que viese al rubio no lo dejaría escapar ni huir de la conversación, fuese cual fuese la excusa, y lo pensaba cumplir.

Y por eso mismo, nada más oír la puerta del baño ser abierta se levantó de la cama donde estaba sentado.

Se dirigió a paso rápido y cogió a Hugo por el brazo haciendo que se girase.

-¡Oye!¿Qué estás haciendo?- Se quejó intentando librase del agarre, aunque sus nervios le estaban jugando una mala pasada.

-Tenemos que hablar.- Dijo mirándole fijamente a los ojos.

Hugo apartó la mirada.- ¿Hablar?¿Ahora?-

-Sí, ¿Acaso tienes algo mejor que hacer?-

-Sí, cambiarme, o al menos ponerme pantalones.-

Flavio se separó un poco, dándose cuenta de que Hugo solo llevaba una toalla atada a la cintura.

Se debatió mentalmente si debía o no insistir en la conversación ahora. Llegó a la conclusión de que si lo dejaba pasar, Hugo volvería a huir y habría desaprovechado el tiempo a solas.

-Puedes cambiarte luego. Tenemos que hablar.-

-¿Me estás tomando el pelo?- Se soltó de Flavio.- Solo quiero cambiarme.-

-Si dejo que te vayas no vas a hablar conmigo.- Explicó acercándose lentamente al rubio, él, aunque intentara no hacerlo, retrocedía, siendo intimidado por el menor.- Me estás evitando, evitas la conversación y evitas lo que pueda pasar después de ella. Tienes miedo.-

-Yo no tengo miedo.-

-Ya, claro, por eso no has venido al trabajo en dos meses.- Dijo sarcásticamente.

-Encontré un trabajo mejor.-

Flavio elevó una ceja y lo analizó de arriba a bajo.

-No mientas.- Hugo se chocó contra una pared.

-No miento.-

Intentó salir de allí, pero Flavio puso sus manos a ambos lados de la pared. Tragó saliva, se sentía nervioso e indefenso, se estaba poniendo rojo y lo sabía. Odiaba no poder tener el control de la situación.

-Flavio, déjame ir.- Al ver qué no pensaba moverse, suspiró.- Está bien, tú ganas. ¿De qué quieres hablar?- Preguntó aún ya sabiendo la respuesta.

-Del concierto, bueno, más bien del beso.- Se corrigió.

Hugo desvió su mirada hacia la derecha.

-¿Qué pasa con eso? Solo fue un beso, no tiene más.- Mintió, Flavio lo supo al instante.

-¿Qué sentiste por el beso?¿Qué es lo que sientes por mi?-

Con su mano subió la barbilla de Hugo haciendo que le mirase. Y ya no sabe si fue eso, la voz grave de Flavio que le encantaba, los nervios, el sonrojo o que, pero notó como sus piernas empezaban a fallarle.

-Y no digas que no sientes nada. Jamás te había visto tan nervioso.- Pasó su pulgar por la mejilla del rubio sintiendo el temblor.

-Cállate.- Murmuró.

-¿Eso es todo lo que vas a decir?- Suspiró.- ¿Sabes que, Hugo? Yo si tengo algo que decirte. Me gustas, y mucho. Quiero estar contigo. Se que tienes miedo, yo también lo tengo, tú me haces sentir raro, siempre lo has hecho, pero raro en el buen sentido.- Hugo soltó una risita, la cual le dio esperanza.- Y sinceramente, estoy harto de ocultarlo, estoy harto de hacer ver que entre nosotros no hay nada. Yo te quiero, Hugo.-

Se quedaron mirando por unos minutos hasta que Hugo habló.

-Yo... También te quiero.- Flavio sonrió.

Hugo se colgó del cuello de Flavio, él pasó las manos por su cintura. Se fueron acercando hasta unirse en un beso.

Estaban tan concentrados que ni notaron cuando la puerta se abrió.

-Sabía que terminarían así.- Dijo Samantha orgullosa.

-No pensé que fueran a ir tan rápido.- Comentó Eva viendo como el beso subía de intensidad.

-Tienen que recuperar el tiempo perdido.-

-¿Los dejamos solos?-

-Ni de coña. Esos dos han estado dando por culo durante dos meses, es mi turno de molestarles.-

-¿Qué vas a-

Samantha la interrumpió.- ¡Si vais a hacer eso, al menos hacerlo en la habitación!-

Hugo le dio tal empujón a Flavio que cayó al suelo. Los dos tenían las mejillas completamente rojas.

-Au...- Se quejó Flavio.

-Lo siento.- Se disculpó ofreciéndole la mano para que se levantase.

Luego miraron las miradas pícaras de sus amigas. Tenían la sensación de que ahora les tocaría tener una charla.

"Pareja perfecta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora