"Pareja perfecta"

"Familia"

Los cuatro se sentaron en la mesa principal del lugar, bueno, y la única mesa que había.

Mientras Samantha y Eva los analizaban, ellos apartaban la mirada. Sonrieron al notar el nerviosismo de los chicos, les hacía gracia, pues con ellas no eran muchas las veces en las que estaban así.

-¡Felicidades! Joder, sí que sois lentos para estas cosas.- Dijo Samantha recibiendo una risa por parte de Flavio.

-Gracias, supongo.- Agradeció pasando su mano por la nuca.

-Bueno, ¿Quién se lo pidió a quién?- Preguntó Eva apoyando la barbilla en sus manos, mostrando su total interés.

Ambos quedaron confundidos por aquella pregunta.

-¿Pedir el que?- Preguntó Hugo.

Eva se rió.- ¿Como que qué?¿Quién le pidió al otro que fuera su pareja?-

Ambos se miraron.- Eh... Creo que eso no ha pasado, o no exactamente.-

-¿Como que no ha pasado?¿Os hemos interrumpido el momento?-

-¿Queréis que nos vayamos? Podemos traer velas si queréis, ya sabes, para un ambiente más romántico.- Eva les guiñó un ojo.

Las mejillas de Hugo se colocaron rosadas.

-No, gracias.-

-Entonces, no sois pareja.- Aclaró Samantha.

-Sí lo somos.- Afirmó Hugo un tanto molesto, aunque su expresión cambió al notar que los tres le miraban.- Digo...-

Eva rió.- Tranquilo, no has dicho nada malo.-

-¿Entonces sois pareja o no?- Insistió Samantha.

Flavio y Hugo se miraron, sonrieron y asintieron al mismo tiempo.

-Sí.-

-Lo somos.-

Samantha soltó una risita cuando vio que se estaban quedando embobados viendo al otro.

-Entonces, parejita, creo que podríamos ver una película.-

-¡Yo elijo!- Exclamó Eva entusiasmada, nadie se lo discutió.

Una hora más tarde se encontraban viendo "Buscando a Nemo". Los boles de palomitas vacíos estaban tirados por el suelo. Eva estaba apoyada sobre Samantha, mientras que ella le hacía caricias. Por otro lado, Flavio y Hugo estaban sentados uno al lado del otro, aún no se atrevían a coger tanta confianza como sus amigas, no querían incomodar a su reciente pareja. Lo único que hacían era acercar sus manos tímidamente, haciéndolas rozar, etc. Pero sin llegar a cogerse de la mano.

Samantha soltó un soplido.- ¿Sabéis que no vais a cometer un delito por daros la mano, no?-

-Cállate, Sam.- Hugo se cruzó de brazos avergonzado.

La rubia rió al ver la mirada asesina que le daba Flavio.- Está bien, ya no os molesto. Pero vamos, chicos. Un poco de humor, tenía que burlarme de vosotros.- Hugo rodó los ojos.- Sabéis que no lo hago de malas, si yo os quiero mucho.-

-Ajá. Te hemos entendido.- Dijo Flavio.

-Pero ahora enserio, se que vais a necesitar un tiempo, pero no tenéis porque ser vergonzosos con nosotras, hay confianza. En plan, que no os cortéis el rollo solo porque estemos nosotras, que no nos molesta en absoluto.-

Flavio se rió.- Vale, Sam. Gracias por el apoyo.-

Después de eso, la película siguió a su ritmo. Eva se había dormido encima de Samantha, así que se había perdido la conversación anterior. También, durante el transcurso final de la película, Flavio notó como su novio se iba apoyando sobre él, con un movimiento disimulado. Se rió internamente y pasó su brazo alrededor Hugo acercándolo más.

Cuando lo conoció por primera vez, jamás pensó que llegaría a ver un Hugo tan... Tímido, tierno... Era algo que simplemente no le encajaba. Pero al verlo con sus propios ojos podía asegurar que le encantaba. Le encantaba ver el sonrojo en las mejillas del más bajo, sus típicas frases para hacer que se callara, y le encantaba escuchar el pequeño tartamudeo que tenía a veces, le hacía ver más adorable de lo que ya era.

Hugo, por su parte, se sentía intimidado por el más alto, era como si tuviese miedo de hacer algo mal frente a él, a equivocarse. Sin embargo, también tenía una agradable sensación de protección y cariño.

Samantha estaba feliz por sus amigos, y sobre todo, estaba feliz de estar con quién estaba, Eva. ¿Sabéis de lo que dicen de que el amor se desvanece con el tiempo? Pues para ella era todo lo contrario, con solo ver la sonrisa de Eva se enamoraba aun más de ella.

Eva estaba agusto y orgullosa, por fin se sentía segura de lo que hacía, y esta era una de sus primeras decisiones en las que estaba segura que no era un error, ver a Samantha le hacía tener fe en ello.

Tal vez estos no eran los planes para el futuro que tenían hace casi un año, cuando llegaron al piso, pero ahora estos les gustaban más. Viviendo día a día, y aprendiendo cosas nuevas con la persona con la que estaban, bueno, personas. El vínculo de familia que habían formado en tan solo un año era increíble a los ojos de cualquiera.

Ahora eran una gran y feliz familia.