-Esa canción es preciosa.- Flavio sonrió con ilusión al escuchar las palabras de su novio.
-¿Enserio lo crees?- Preguntó con una sonrisa boba.
-¿Cuando te he mentido yo?- Flavio elevó una ceja.- He dicho mentir, yo te hago bromas, no te miento.-
Rodó los ojos sonriendo.- Ajá.-
-No, pero enserio ya. Aquí tienes un temazo, algún día tienes que sacarlo. La gente merece oír tu maravillosa voz.-
Las mejillas de Flavio se coloraron.- Primero tendría que retocarla. ¿Y tú?-
-¿Yo, qué?-
-¿Has compuesto algo?-
-Sí, tengo algunas composiciones, pero la mayoría están en casa de mi madre.- Explicó Hugo.
-¿No tienes nada aquí?- Preguntó un tanto decepcionado.
-Nada presentable.-
-Algún día tendrás que enseñarme una canción tuya.-
-No lo dudes. También me gustaría presentarte a mi familia.- Comentó mientras guardaba la guitarra.
-¿Qué?- Preguntó nervioso.
-Quiero presentarte a mi familia, ¿Es un problema?- Preguntó decepcionado, tenía muchas ganas de que su madre conociese a Flavio.
-No, pero...-
-¿Pero?-
-Es qué... No sé, Hugo. ¿Estás seguro?-
-Ni siquiera te he presentado como mi compañero de piso, solo quiero que te conozca, si ya sabe que estamos saliendo.- Explicó cogiendo sus manos.- Además, ya conoce incluso a Sam, solo faltas tú. Porfa.-
-Eh... Sí, está bien. ¿Tienes alguna fecha?-
-No, de momento.- Aclaró.- Pero gracias por aceptar.- Se lanzó a abrazarle, haciendo que Flavio retrocediera un poco por el impulso.- Te caerá bien.-
-Entonces, supongo que tendré que presentarte a mi familia.-
-Sí, supongo.- Escondido su rostro en el cuello del más alto.- Te quiero.-
Flavio sonrió un poco sorprendido, pues no eran muchas las veces que el mayor lo decía, ya que le daba vergüenza.- Yo también te quiero.- Le dió un tierno beso.
-¡Hey, guapa!- Samantha saludó a Eva, pues la había ido a buscar al trabajo.- ¡Cuando puedas nos vamos!-
Todos en el restaurante de giraron a verla con diferentes miradas. Eva estaba que se moría de la vergüenza, así que simplemente asintió y se adentró a una habitación para quitarse el vestuario y coger sus cosas. Cinco minutos después ya estaba lista.
-¿Tenías que gritar? Hoy habían muchos clientes, y todos de han girado.-
Samantha se rió, pero calló al ver la mirada de Eva.- Vale, lo siento, Eva. Pero no creo que sea para tanto.-
Eva se cruzó de brazos.- Me has gritado.-
-Estabas a la otra punta del restaurante, ¿Qué querías que hiciera?-
-Caminar hasta mí y hablar como una persona normal en un restaurante.-
-No quería interrumpirte, estabas trabajando.-
Eva elevó una ceja.- ¿Enserio?-
Samantha soltó una risa.- Vamos, no te pongas así. Sabes que lo he hecho con amor. Si yo te quiero muchísimo.-
Empezó a darle pequeños besos por toda la cara haciéndola reír.
-Me parece increíble lo cursi que eres a veces.- Comentó Eva cuando su novia paró.
Después de un silencio, le respondió.- ¿Te gusta?-
-Cualquier faceta tuya me encanta. Tú me encantas, Sam. De verdad que no sabes cuánto.-
-Y luego me dice a mi cursi, ja.- Dijo sarcástica.
-¿Qué?¿Esta es tu faceta matamomentos?-
-Yo no mato los momentos, los mejoro.-
-Ya, claro. ¿Cuántas facetas tienes?- Preguntó burlonamente.
-Depende. ¿Cuál te gustaría ver?- Preguntó cambiando el tono de la pregunta.
Eva se mordió el labio.- Hay una en la que estoy pensando, pero no creo que sea buena idea que la saques en medio de la calle.-
-¿Y después de la cena?-
-Están Hugo y Flavio en casa.-
Samantha se acercó rodeando su cintura y acercando su rostro.
-Hay confianza, no les importará.- La besó apasionadamente, mordiendo el labio de Eva al final.
-Seguro que no.-
La cogió de la mano para ir al restaurante.
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"Pareja perfecta"
Fanfic¿Y si gracias al primo de Eva, ahora su pareja y ella compartirían casa con dos desconocidos? Donde ambas parejas creen estar con el amor de su vida y buscan compañeros de piso. ¿Y si tal vez fue una mala decisión? O tal vez fue la mejor.