-¿Por qué has aceptado a venir aquí?- Preguntó Flavio.
Hugo le miró confundido.- ¿Y por qué no lo haría?¿Acaso no querías que viniera?-
-No es eso, pero no te veo como una persona la cual va a cenar a restaurantes elegantes.-
-Y no lo soy.-
-¿Entonces?- Preguntó Flavio.
-¿Entonces qué?-
-¿Qué haces aquí?-
Hugo levantó la mirada de la comida para mirar directamente a Flavio.
-He venido por ti.-
-¿Por mí?- Sus mejillas se empezaron a calentar. Y Flavio lo notó, pero lo ignoró.
-Sí, me has invitado. Lo recuerdas, ¿No?-
-En realidad te ha invitado Samantha.-
-Ya, bueno. Además, supongo que vas a pagar tú la cena.-
Flavio abrió la boca sorprendido.- No piensas pagar nada, ¿Verdad?-
-Tú me has invitado.-
-Aún así...-
-Ya, te debo una.- Comentó Hugo.
-Eres un cabrón.- Murmuró Flavio. Hugo se rió.- ¿Sabes? No sé ni por qué te he traído. No pegas nada aquí.-
-¡Ey!¿Por qué? Yo también puedo ser elegante.-
-Repítelo hasta que te lo creas.- Se burló Flavio.
-Puedo.- Retó Hugo.
-Ya, dilo cuando aprendas a comer.- Dijo señalando su rostro, donde obviamente se había manchado.- Eres un desastre comiendo.
Hugo se sonrojó mientras intentaba limpiárselo, fallando en el intento. Flavio se rió, haciendo que el rubio le mirase mal.
-¿De qué te ríes?-
Flavio le ignoró. Cogió de las manos de Hugo la servilleta y empezó a pasarla delicadamente por el rostro del mayor. Cuando terminó miró directo a los ojos de Hugo, dándose cuenta del poco espacio que había entre ellos.
Cuando ambos se separaron pudieron notar sus mejillas sonrojadas.
La cena siguió un tanto incómoda, y no lo arregló el hecho de que una camarera les había traído una vela y les había dicho: "Que bonita pareja hacéis".
Cuatro días después, el ambiente en el piso había cambiado completamente del que solía ser.
Hugo y Flavio se hablaban muchísimo
menos que antes, aunque no se ignoraran, intentaban evitar encontrarse o quedarse a solas.Samantha notó eso, y decidió que era el momento perfecto para hablar con Eva. Si los chicos tenían problemas personales no sospecharían de ellas.
Así que ambas chicas quedaron en ir a pasear por el parque ese mismo jueves por la mañana.
Ninguna de las dos habló por un largo tiempo, hasta que Samantha llevó a Eva hasta una pared, dejándola a ella apoyada.
-Hay que hablar.-
-No hay nada de lo que tengamos que hablar.- Dijo Eva evitando la mirada de Samantha.
-Sabes que sí. Lo he pensado, no hay que seguir ocultando lo que sentimos.- Eva la miró rápidamente.- O al menos, no entre nosotras. Sabes que ese beso no fue un simple impulso.- Explicó Samantha.
Eva suspiró y se pasó las manos por la cara.- No se lo puedo decir a Hugo, quedaría destrozado.-
-Ya... Esto no debería de haber pasado.- Dijo Samantha un poco desilusionada.
-No así.-
Samantha la miró esperanzada, notando que los ojos de Eva se estaban empezando a cristalizar. Cogió sus mejillas haciendo que la mirara, y ma acercó lentamente.
-No deberíamos hacerlo.-
-Yo no haré nada que no quieras.-
Estaban a una corta distancia, casi para sentir la respiración de la otra. Eva lo pensó por un tiempo.
-Hazlo.-
Samantha juntó sus labios, agachándose en el acto por la diferencia de altura. Fue un beso tierno pero largo, donde ambas expresaban lo que sentía. Solo con eso podían entenderse perfectamente.
Era un sentimiento que no habían conseguido tener con Flavio o Hugo. Algo que las sorprendió, pero a la vez, muy internamente, agradecieron.
Cuando se separaron, Samantha cogió un mechón de pelo de Eva y se lo colocó tras la oreja.
-¿Y ahora qué?- Preguntó la menor.
-No se lo podemos contar ahora, creo que tienen otros problemas con los que lidiar.-
-¿A qué te refieres?¿De qué problemas hablas?-
-No me digas que no lo has notado, llevan está semana raros.-
-¿Pero qué dices?-
Samantha rodó los ojos, llegó a la conclusión de que si no lo había notado era porque ella también estaba metida en sus propios problemas.
-Tú solo hazme caso. Esperemos un tiempo para contárselo.-
-Está bien. Confío en ti.-
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"Pareja perfecta"
Fanfiction¿Y si gracias al primo de Eva, ahora su pareja y ella compartirían casa con dos desconocidos? Donde ambas parejas creen estar con el amor de su vida y buscan compañeros de piso. ¿Y si tal vez fue una mala decisión? O tal vez fue la mejor.