"Pareja perfecta"

"Evantha"

Eva estaba sentada en la cama que compartía con Samantha, estaba sentada de manera que tenía las piernas recogidas y la cabeza apoyada en sus rodillas.

Llevaba casi toda la tarde pensando en lo que había pasado en el último mes. Estaba sola en el piso, Samantha estaba haciendo su turno de tarde en la tiendan? de ropa, y Flavio se había ido a casa de Gérard.

Cuando Samantha llegó se preocupó de no ver a su novia en el salón, a sí que fue casi corriendo a la habitación. Al verla en esa atmósfera triste se preocupó aún más. Detestaba ver a Eva en ese estado, y lo detestaba aún más cuando no sabía la razón de ello.

-Ey, ¿Qué pasa, cariño?- Preguntó sentándose delante de ella. Le empezó a acariciar la mejilla.- ¿Ha pasado algo o estás de bajón?-

Eva la miró por primera vez desde que entró.

-Claro que pasa algo, Samantha.- Ella le miró confundida.- Nosotras.- Se señaló.

-¿Cómo?¿A qué te refieres?-

-Joder, Sam.- Se pasó una por la cara con frustración.- ¿Acaso no te das cuenta?-

-¿De qué?-

-De que lo nuestro es demasiado raro. Es decir, vinimos a vivir aquí con nuestros novios, y nos conocimos por Nick, ¡Tu exnovio!-

-Y tu primo.- Le recordó Samantha.

-¡Pues eso mismo!-

-¿Y qué? Yo te quiero.- Dijo Samantha congiéndola de las manos.- Me encanta estar contigo.-

-Lo sé, pero...-

-Oye, Eva. No hace falta que busques excusas. Si no quieres estar conmigo me lo dices, no quiero estar con alguien por pena.-

-¿Qué?¡No!- Exclamó Eva asustada por la posibilidad de separarse de la rubia.- No es nada de eso. Yo también te quiero muchísimo, y es fantástico haberte conocido, pero aún me siento mal por Hugo y Flavio.- Suspiró.

Samantha se movió para quedar sentada a su lado. Eva apoyó su cabeza en el hombro de la mayor.

-Eva, es normal. Yo también me siento un poco culpable.- Se sinceró.- Pero tú y yo sabemos que estén así no es cien por cien nuestra culpa, ellos tienen un problema sin resolver.-

-Estoy cabreada con Hugo.- Comentó Eva.

-¿Por qué?-

-Por ignorar a Flavio. Es imbécil, mira que dejar el único trabajo que ha tenido estable, así lo desaprovecha.- Se quejó moviendo sus manos.- Sinceramente, creo que no está pensando en volver pronto.-

Samantha soltó un suspiro.- Lo sé. Y Flavio tampoco tiene los cojones para ir a buscarle.-

Eva rió levemente.- Son unos idiotas.-

-Nuestros idiotas.-

-Podríamos ayudarlos.- Murmuró Eva.

-¿A qué?- Preguntó al no entender del todo lo que había dicho.

-A qué se junten. Quiero decir, a mí no me ha bloqueado y sé dónde vive.-

Samantha sonrió un poco emocionada.

-Esa idea me gusta. Supongo que habrá que idear un plan.-

-Es posible.- Se dieron sonrisas cómplices.

-Mientras tanto, creo que podríamos aprovechar que Flavio no vendrá en hasta mañana.- Comentó Samantha mirando los labios de Eva.

-Me encantan tus ideas.- Se acercó a Samantha e inició un apasionado beso.- Cada día creo que te quiero más.- Dijo con la voz entrecortada.

Volvieron a besarse, pero esta vez se pusieron de rodillas. Eva se colgó del cuello de Samantha, y ella la acercó cogiéndola por la cintura.

-Me alegro de oír eso.- Dijo sin poder disimular su sonrisa de enamorada.- Porque a mi me pasa exactamente lo mismo.- Rozó su nariz con la de Eva.

La menor soltó una risita.- Te quiero tanto que parece imposible que nos conociéramos hace apenas un año.-

-Solo un año has necesitado para conquistarme.- Le dio un golpoecito cariñoso en la nariz.- Y yo pensando que era de esas chicas difíciles de conquistar.- Rió.

-¿Pero que dices? Si la que que cayó rendida ante ti, fui yo.- Eva se sonrojó levemente al decirlo.

-¿Sabes que eres extramadamete adorable cuando te sonrojas?- Comentó haciendo a Eva avergonzarse.

-Con todas las cosas dulces que me dices podría tener diabetes.-

Samantha se rió.- Se te ha pegado lo de ser exagerado de Hugo.-