"Pareja perfecta"

"Recuerdos"

-Joder...- Se quejó el rubio tirado en el suelo.- ¿Por qué me tuve que despertar?- Murmuró mientras hizo un intento fallido por levantarse.

-Porque son las doce y cuarenta y el sol te está dando de lleno. Además los vecinos de al lado están haciendo reformas.- Respondió Flavio.

Como era obvio, él se encontraba perfecto.

-¿Puedes hablar más bajo?-

-¡No!- Habló más alto y se rió. Hugo gruñó.- Anda, tómate eso.- Dijo señalando un vaso de agua con una pastilla al lado.

-¿Qué es?-

-Te ayudará con el dolor de cabeza. Iré a despertar a las chicas.-

Diez minutos después estaban todos en la mesa. Hablando sobre lo ocurrido el día anterior.

Samantha estaba al lado de Flavio, apoyando su cabeza en el hombro de su novio. Frente a ella estaba Eva, y a su lado Hugo.

-No es justo que tú no te encuentres mal...- Se quejó Hugo.

-Bueno, yo no bebí. Esto os pasa por hacer una fiesta.-

-¿Fue una buena fiesta? Es que no la recuerdo mucho.- Pidió Eva aún un poco dormida.

-Me lo preguntas como si yo fuera a fiestas todos los días. No sé si fue buena.- Respondió Flavio con obviedad.

-Bueno, ¿Pasó algo interesante que debamos recordar?- Preguntó Samantha.

-¿Además de las idioteces que decíais? No, nada.- Se puso a recordar la noche anterior.- Bueno, me hicisteis jugar al juego ese de la botella.-

Samantha sonrió.- Anda, eso sí lo recuerdo.- Soltó una risita.- Besas tan bien como cantas.- Dijo entre pícara y burlona mirando a Eva.

-¡Qué!¿Os besasteis?- Preguntó Hugo.

-Ah, creo que lo recuerdo.- Dijo mirando a Samantha.- No me importaría repetirlo.-

-¡Oye!¡Sigo aquí!- Exclamó Hugo.

-Es broma, cariño.- Eva le dio un beso en la mejilla.- Pero tampoco deberías quejarte tanto. ¡Tú besaste a mi primo!-

-¿A Nick?¿Estás segura? Es tu primo. Yo no haría eso.-

-¿Qué?¿No confías en mí?- Le reclamó Eva.

-No es eso, pero es que...-

-¿Es que qué?-

-Solo me parece demasiado raro.-

-Pues lo hiciste.- Dijo Flavio dejando en la  mesa la taza que tenía en sus manos.- También me vomitaste encima, ¿Te acuerdas?-

Samantha se echó a reír, pero paró rápidamente al ver la mirada asesina que le daba su novio.- ¿Qué? Fue gracioso.-

-Eso no lo recuerdo...- Comentó Eva.

-Ni yo.-

-Tú no recuerdas nada, idiota.- Se burló Samantha.

-Eh... Lo siento, supongo. ¿En qué momento fue?-

-En el juego de la botella. Os estabais apunto de besar.- Explicó Samantha.

-¿Tú no recuerdas demasiadas cosas? También bebiste.- La acusó Flavio.

Ella se encogió de hombros.- No sé. Buena memoria, supongo.-

-Estoy seguro que un beso mío te hubiera gustado más.- Comentó Hugo.

-A ver, Hugo. Creo que cualquiera preferiría un beso a qué te echen la pota encima.- Le reprochó Eva.

-En realidad, casi que agradezco que vomitaras. Besarte no está en mis planes de vida. No creo que sea una buena experiencia.- Comentó Flavio.

-¡Ey! Mis besos son geniales. Sinó, pregúntale a Eva.-

-O a Nick.- Se burló Samantha.

-Tú, calla.-

-Yo no puedo responder a eso. Soy tu novia, tonto. Tengo que decir que sí.- Se burló Eva.

-Genial. Ahora los tres estáis contra mí y mis geniales besos.- Se quejó Hugo.

-Anda, no seas tan quejica. Por cierto, el jueves, Sam y yo iremos al centro comercial que está cerca de aquí. ¿Queréis venir?-

-¿Ir con vosotras dos a hacer compras? Probablemente me vais a hacer ir de lado a lado preguntándome si la ropa os queda bien, y encima tardaréis mucho rato para comprar una simple camiseta. No me parece un plan muy divertido, la verdad.-

Samantha le enseñó el dedo de enmedio al rubio.

-¿Y tú, Fla?-

-¿A qué hora?-

-Por la tarde.-

-Aunque me encantaría acompañaros, estoy ocupado. Lo siento.-

-No te preo- Eva iba a hablar, pero Samantha la interrumpió.

-¿Haciendo qué, exactamente?-

-Eh... He quedado con... Gérard. Sí, con Gérard.- Contestó un poco nervioso.

-¡Ala! Estás mintiendo, illo. Te has puesto nervioso.- Dijo Hugo riéndose. Flavio le dio una mala mirada pero sus mejillas tomaron un ligero tono rosado.

-¿Toda la tarde?- Preguntó Samantha ignorando a Hugo.

-Eh... ¿Sí?- Respondió Flavio dudoso.

-Ya, claro. Qué mentiroso eres.- 

Ahora la que le daba una mala mirada era Eva, pero por meterse en conversaciones ajenas.