Ellos son diferentes, pero estaban perdidos y sus caminos se encontraron.
♡ Epoch: periodo particular en la vida de una persona o de la historia que está marcado por un evento en específico.
♡ DongJunChan.
¤ Mención de otros idols.
¤ Basado en el ví...
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◆ adv: descripciones de intentos de suicidio de manera explícita.
Donghun abre la puerta del establo e inmediatamente observa una pequeña niña sentada en el largo césped, jugando sola con un auto de juguete.
—¡Moonbyul! —él llama y la niña se voltea.
Tan pronto como le ve, una gran sonrisa aparece en su rostro y se levanta, saltando con emoción en el lugar.
—¡Donghun oppa! —exclama ella—. ¡Volviste!
Donghun camina hacia ella y le desordena los azabaches cabellos mientras ella ríe juguetonamente apartándole la mano.
—Por supuesto que estoy de vuelta, princesa. ¿Cómo fue tu día?
—Bueno —Moonbyul le muestra su juguete—. ¡Encontré esto hoy!
—Es un auto hermoso.
—¿Qué auto es?
—Un Ford, creo. Sí, es ese —Donghun mira su reloj rápidamente: las seis con cuarenta—. ¿Ya vinieron?
Moonbyul asiente con seriedad.
—Sí, preguntaron en dónde estabas.
—¿Y qué les dijiste?
—Que no sabía y que no podían quedarse hasta las seis porque era ilegal.
—Esa es mi princesa, buen trabajo, Moonbyul —Donghun ríe y le vuelve a desordenar el cabello—. Nunca olvides, pequeña, si hay acreedores en la puerta...
—¡Entonces es mejor que no esté tras la puerta antes de las seis!
—Muy bien.
—¿Y mi regalo? —Moonbyul comienza a saltar de nuevo.
El mayor ríe y niega con la cabeza, buscando en sus bolsillos tres paletas. Una vez que las consigue, las suelta en las manos de Moonbyul.
—¡Woah! —la niña abre bien sus ojos al mirar los dulces—. ¿Tres?
—Te conseguí de fresa, manzana y limón. Te estoy dando más porque... —Donghun traga con fuerza—. Bueno, puede que no esté por un tiempo.
Con eso, la sonrisa de la pequeña niña se descompone y junta sus cejas en preocupación.
—¿Por qué? ¿Dónde irás?
—No tan lejos en realidad, es solo... —Donghun ríe—. Tal vez solo me vaya.
—Pero volverás, ¿cierto?
—¡Por supuesto que sí! —miente Donghun, sonriéndole a la pequeña mientras aprieta su nariz—. ¿Quién más robaría paletas para ti?