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Junhee es, por naturaleza, una persona optimista

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Junhee es, por naturaleza, una persona optimista.

Si fuera amargado, realmente odiaría gran parte de la humanidad y preferiría sentarse por horas sin fin y nunca levantarse, pero es bastante optimista. Una visión pesimista no ayuda a las personas en la vida, simplemente no lo hace, ser mente abierta y tener una visión positiva puede traerte todo.

Eso es lo que Junhee piensa cuando está en peligro.

Por ejemplo, está siendo optimista justo ahora cuando está siendo perseguido por aproximadamente tres, muy molestos y bastante peligrosos, hombres en los pequeños callejones del distrito de Geumjeong, lugar que no está tan lejos de la estación de Beomeosa.

Sí, están armados y sí, hay como tres de ellos y realmente está seguro de que había un cuarto, seguramente a ese lo perdió después de tropezar con un cono de tráfico. Junhee es más rápido y conoce esas calles mejor que nadie.

Uno de ellos corre y trata de alcanzarlo. Jun aprieta la mandíbula y corre aún más rápido aun si sus músculos están medio adormecidos y el sudor pega la camiseta blanca a su pecho. El calor es un factor que no había considerado, pero puede trabajar con lo que tiene.

Visualiza un bote de basura solo a pocos pasos de él y corre hacia éste. Luego, toma la manija de plástico y la jala hacia el suelo, causando que dos de sus perseguidores tropiecen y caigan de cara en el asfalto, mientras que los otros dos saltan sobre el basurero antes de parar sorprendidos por un momento. Bien, eso es bueno, lo tiene. Él está cerca de la reja de metal que divide el final del callejón con la calle principal y con la distancia que había puesto entre los otros sería capaz de perderlos: Jun es bueno trepando.

¿Ves? Mente positiva.

Junhee corre hacia la izquierda, estrellándose por un momento contra la pared, pero rápidamente fuerza sus adoloridas piernas para que se muevan.

La adrenalina hace que continúe.

Maldición, está tan cerca, solo otra vuelta a la derecha y estará en el callejón correcto con solo una reja dividiéndolo de la libertad.

Mentalidad positiva.

En el momento en el que mira hacia su derecha, Jun decide que la mentalidad positiva puede irse al infierno.

—Ah, mierda —murmura deteniéndose cuando ve a otros tres hombres parados junto a la reja.

Se voltea, listo para devolverse y tratar de perderlos a todos entre la complicada red de callejones, pero solo alcanza a dar dos pasos antes de que los otros cuatro perseguidores le bloqueen el camino.

Mierda, ciertamente.

—Bueno, Park —dice uno de ellos rascando su mejilla—. Suficiente.

Jun respira profundamente y consigue sonreír.

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