epoch | dongjunchan

✦. LIII

Hablan durante el resto de la madrugada, probablemente hasta el amanecer.

—Había un momento en que estaba tan solo que no podía dormir por semanas —Donghun dice en un susurro y Jun le acaricia el cuello—. Cuando cerraba los ojos, solo me veía a mí. Solo yo y nadie más. Pedí que alguien apareciera, pero no había nadie —el mayor cierra los ojos y sonríe—. Supongo que alguien escuchó...

Cuando Donghun se despierta, la cama vacía todavía está tibia y escucha el agua corriendo de la tina. Le duele la cabeza, todo su cuerpo se siente más débil que nunca, por lo que Donghun se permite volver a cerrar los ojos y permanecer así un poco más de tiempo. Se duerme probablemente unos minutos más o menos y cuando vuelve a abrir los ojos, la habitación está en silencio. Donghun se mueve sobre la cama y gime por el dolor en sus músculos, luego se levanta y comienza a caminar hacia el baño.

Chan está en la bañera con las rodillas cerca de su pecho, sus ojos están cerrados y su barbilla se encuentra hundida en el agua. Luego, observa los pétalos de muchas rosas rojas en la superficie del agua y nota que el pelirrojo sostiene una rosa en su mano.

—¿Qué con esas?

Chan abre los ojos, parpadea y luego le sonríe.

—Jun las sacó del lobby.

—¿Ahora también roba? —Donghun suspira rascándose un ojo—. Soy mala influencia para ustedes —él mayor se arrodilla junto a la bañera, pone los dedos en el agua y mira los pétalos rojos.

—Eres buena influencia ya que me regaló flores.

—Lo volví dócil.

Chan hace un sonido.

—Está tratando de compensarme porque sigo enojado —comienza a tomar los pétalos en sus manos y deja que caigan sobre el agua.

—¿Por qué los desperdicias así? —Lee toma un pétalo, lo pone encima del cabello mojado de Chan y el chico frunce los labios de manera adorable.

—No los estoy desperdiciando. Estoy tomando un baño de rosas, siempre quise tomar uno. Además, hay más, solo usé como seis.

Donghun lo mira por un rato, apreciando los tonos dorados que adornan la piel mojada de Chan y la forma en la que su cabello cae sobre sus ojos.

—Yo... —Donghun suspira, juntando los labios—. Lamento lo que pasó.

Chan se encoge de hombros, pero el mayor ve que está tenso.

—Ya hablamos de eso, está bien. Ya te perdonamos.

—Sí —Lee traza las clavículas de Chan con sus largos y elegantes dedos—. Lo que te dije... Jamás pensé de esa forma. Nunca.

—Lo sé.

—Te lastimé.

—Lo hiciste —Yuchan levanta la vista de la rosa y lo mira a los ojos—. Sentí que me habías apuñalado. Tú y Jun, pero sé que no lo decías en serio y sé por qué Jun actuó así. No eras tú el que hablaba ayer.