Ellos son diferentes, pero estaban perdidos y sus caminos se encontraron.
♡ Epoch: periodo particular en la vida de una persona o de la historia que está marcado por un evento en específico.
♡ DongJunChan.
¤ Mención de otros idols.
¤ Basado en el ví...
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Una pausa.
—¡Mierda!
Hay un zumbido y la puerta se abre, Junhee toma su bolsa del suelo y asiente hacia Donghun y Yuchan, haciéndole señas para que lo sigan. El jardín de la casa es tan lindo como lo recuerda, con arbustos perfectos y flores saliendo con elegancia de limpios capullos.
—Este lugar es tan asombroso —susurra Donghun totalmente encantado.
—Y aún no has visto la casa —Park rueda los ojos.
La puerta delantera se abre y el pelirosa apenas tiene tiempo para registrar todo antes de ser envuelto en un fuerte abrazo.
—¡Mierda, Jun! —Byeongkwan casi grita, riendo como loco—. ¡Ha pasado bastante tiempo!
—Byeongkwan, no puedo respirar... —chilla el nombrado, pero aun así lo abraza. Su amigo está más alto que la última vez que lo vio.
Byeongkwan se aparta acomodando su cabello castaño oscuro con una gran sonrisa en el rostro. Jun se da cuenta que extrañaba su estúpida sonrisa.
—Qué bueno verte —dice Park.
—También es bueno verte y... —Byeongkwan mira a los desconocidos detrás de Jun— también conocerlos a ellos, supongo.
Yuchan se pone detrás de Donghun mirando al suelo.
—Está bien, Channie —lo llama Jun—. Puedes quitarte el tapabocas.
Byeongkwan frunce el entrecejo, pero no hace preguntas, rara vez las hace en realidad. Yuchan no parece seguro, pero aun así obedece, bajando la mascarilla y haciendo una pequeña reverencia hacia Byeongkwan.
—¿Puedo preguntar quiénes son? No es que me moleste, solo que... —Byeongkwan aprieta los labios—. Han pasado tres años, Junnie.
El nombrado asiente.
—¿Recuerdas el favor que me debes?
Byeongkwan sube el mentón, toda su atención está en él por un momento.
—Por supuesto.
—Supongo que ya puedes pagarme.
Antes de que Byeongkwan pueda decir algo, otro hombre sale de la puerta.
—¡Dios mío, en serio es él! —exclama con una enorme sonrisa en sus labios.
—Hola, Sehyoon.
—Dios, Jun. ¡Ha pasado tanto tiempo! —el otro Kim camina hacia él, luego, ve a Donghun y a Yuchan y les sonríe—. ¡Y trajiste amigos! Vamos, entren. Kwan, no puedes dejar a los invitados en el jardín.
Byeongkwan murmura algo por lo bajo, pero aun así les hace un gesto para que entren a la casa.
Justo cuando están a punto de entrar, Jun se vuelve hacia Donghun y Chan.
