—... Y este es Eric Clapton, solterísimo y sin damisela conocida.
Miré a Keith y Mick, los guías del tour de la fama que me estaban dando por toda la carpa, y comencé a sentir que me estaban buscando imperiosamente un nuevo romance. Si tan solo supieran... pero como no lo saben, quizás si George estuviera aquí también me lo presentarían.
La diferencia es que dirían que es de Pattie, claro. Ellos deben conocerla tanto como todos.
— Hola — saludé al joven guitarrista, nerviosa. Un interruptor se encendió de inmediato en mi mente cuando lo vi a lo lejos y los dos chismosos estos me llevaron a la fuerza con él...
— Amarías conocerlo, es un genio — decía George, medio bebido, medio drogado a mi lado. Sonreí. Era increíble que se pasara horas hablando de un tipo más que de su propia esposa o qué se yo; comenzaba a intrigarme de verdad el efecto que tenía ese amigo en él.
— ¿Trabajarás con él a futuro? — pregunté, arrastrando las palabras con la lengua medio dormida.
Sentí que me miraba con orgullo y una chispa de travesura en los ojos.
— ¡Ya estamos en eso! — me aseguró.
— Pero... el álbum, los Beatles...
— Minerva, no es un gran secreto que estamos todos trabajando por nuestra cuenta en este álbum — explicó medio cansado de tocar el tema de su banda. — Para una de mis canciones lo he invitado a colaborar.
Sonreí y meneé la cabeza.
— Eric... Clapton — dije. Difícil dejar de pasar por alto su nombre cuando es uno de los mejores guitarristas del país y, ahora, el nuevo amor de George.
Seguí bebiendo callada.
— Eric... — balbuceé y, al parecer, palidecí o algo porque Mick me tomó de un brazo e hizo el ademán de sostenerme.
— Conoce a todo el mundo y nada le interesa. Conoce a Clapton y le explota la mente. Dime tu secreto ahora — le exigió al pobre Eric, quien comenzó a reír y se encogió de hombros.
— No arruines las cosas, Mick, conseguimos nuestro objetivo, ahora Brian estará jodido — dijo Keith a su lado.
— Y se descargará con nosotros, genio — lo regañó Mick. — Mira, yo no quería buscarle novio a Minnie Mo, tan solo quería presentarle a gente de por aquí. No es mi culpa que Clapton sea irresistible.
— Hombre... — comenzó Eric.
Era como si no estuviera allí, pero de pronto me volvió el habla.
— ¿Eres tú el del magnífico solo en While my guitar gently weeps? Hace tan solo dos semanas salió el álbum y es todo lo que puedo escuchar — dije.
Primera y última vez que delato la admiración que siento por alguien en público. Ni siquiera a George le había hecho un comentario así, y eso que por ahí por la época del revolver siempre quise decirle que Taxman era una joya, pero la vergüenza siempre me ganó.
Observé como Eric comenzaba a sonreír dulcemente, viéndome como a una fan más, y asintió.
— Gracias, supongo — dijo quietamente.
— Eric, amigo, esta es Minerva... — se entrometió nuevamente Keith, interesadísimo en todo lo que pasaba por aquí. Lo miré feo y él alzó las manos a la defensiva. — Minerva es algo brava, pero bueno, es lo esperable, si es la novia de Brian.
Abrí los ojos desmesuradamente y comencé a sentir que mi cara ardía, lo que solo indicaba una sola cosa: debo estar como un tomate. Miré hacia todos lados queriendo desaparecer, negando con la cabeza repetidas veces.
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Cotchford Farm || Brian Jones
FanfictionSe había enamorado de George Harrison en cuanto Maureen los presentó, años atrás. Lástima que había una Pattie Boyd en medio. La vida no es siempre como uno desearía que fuera. Ahora: sin trabajo, sin hogar y con una fuerte adicción al alcohol, Min...