Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 1

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Normalmente no me molesto en llegar temprano a la universidad pero dado el caso de que estoy apunto de reprobar el semestre debido a la faltas, he decidido bendecirlos con mi presencia.

En otras universidades no tendría porqué preocuparme, solo tendría que aprobar mis exámenes y nada más, lo cuál sería más sencillo ya que tendría que coquetear con alguna chica de la clase para conseguir sus apuntes, estudiar un poco y sacar mi merecido diez, cosa fácil teniendo en cuenta que mi coeficiente intelectual es más elevado que el del promedio. Pero mi padre tenía que persuadirme y hacerme entrar a esta estúpida universidad de carácter formativo donde debo llevar este estúpido uniforme para que me dejen siquiera entrar al campus.

Dejenme decirles las tres grandes características de este lugar:
1.- El cupo de alumnos es extremadamente limitado, necesitas ser heredero de una sustancial fortuna, hijo de político o ser un maldito genio becado (yo soy ambas). Todos en el campus se conocen por lo menos los nombres, no importa si van a la misma carrera o no, ya que debido a los pocos alumnos no es un problema y me refiero a que en una universidad normal habrían alrededor de 10.000 alumnos y en esta apenas seríamos 2.257.
2.- Todas las chicas son malditamente iguales. Las típicas tontas e interesadas que al parecer solo van a la universidad para encontrar un futuro marido con el cual mantenerse o las aburridas que se pasan todo el día en la biblioteca.
3.- Las jodidas restricciones y los talleres que te obligan a cursar solo para complicar más tu existencia.
Pero supongo que he podido tolerarlo..un poco. Lo único a lo cual aún no me acostumbro es a la rutina y a las chicas plásticas de esta universidad, a ver que los hombres no son mejores, son unos idiotas en su mayoría pero no son mi principal diversión en este lugar.

Alejando todas estas descripciones de las personas que habitan el campus, puedo decir que por lo menos hay un par que se salva y que puedo llamarlas "mis amigas". Podría decirse que lo que logró que nos hicieramos grandes amigas fue el hecho de detestar a nuestros padres y que odiamos el mundo que nos rodeó toda la vida, déjenme presentarlas...

Kim Jisoo o Chu (como le decimos de cariño), Hija de uno de los empresarios que maneja nada más y nada menos que la industria textil más grande del mercado. Y Hirai Momo o solo Momo, hija de un diplomado y rígido ingeniero. Futuras herederas de una gran fortuna.

-Pensé que al fin se habían desecho de ti- Una burlona voz llamó mi atención sacándome de mis pensamientos, me volteé y ahí estaba apoyada al costado de su auto, Jisoo, prendiendo su cigarrillo.
-Puedes ver que no- contesté y le dediqué una engreída sonrisa.
Entrecerró sus ojos en mi moto y luego me miró con la misma suspicacia -¿Estrenando ducati?- preguntó ligeramente sorprendida.

No es tan extraño que los estudiantes cambien regularmente de vehículos como si se cambiaran de camiseta pero en mí si lo era.

Me encogí de hombros.

-Me confiscaron la Harley y la otra- respondí con rencor y ella soltó una carcajada- así que traje esta preciosidad.
-Una pena por las otras pero era de esperarse, solo a ti se te ocurre entrar a las áreas verdes con la Harley, ¿Qué pensabas? Les causaste un gran dolor de cabeza a los jardineros- preguntó mientras reía.
-¡Estaba atrasada!- me defendí después de quitarle su encendedor para prender mi cigarro.
-¡Como siempre!- giró su cabeza- Hey mira ahí viene Momo- me giré y si, ahí venía con su sonrisa de revista, seguro tenía alguna historia de su fin de semana. Nos saludó y sacó su propio cigarro.
-¿Cómo están, perras?.
- No tan perras como tú - le respondí - por tu sonrisa alguna aventura viene revoloteando tu mente, no es así?.
- Estás en lo correcto mi querida Limario - sacudió mi pelo como si de una niña pequeña se tratara. La tomé del brazo y se lo torcí en una posición incómoda.
- Auch quieres soltarme maldita!!? - se quejó.
- No tengo la culpa de que tengas reflejos tan lentos - me burlé y la solté, trató de darme un puñetazo en el brazo pero me moví más rápido.
- Cuando menos lo esperes me vengaré de ti, suripanta - me apuntó de manera amenazante.
- Quieren dejar sus juegos para otro momento - Pidió Chu mientras tiraba la colilla del cigarro y la pisaba - sabes que Lisa te ganará de todos modos, Hirai.
- Es una horrenda pandillera, tienes razón Chu - dijo bromeando mientras imitaba la voz de una típica chica de la universidad.

Ambas revoleamos los ojos.

- Es hora de entrar a clases - sentenció Jisoo.
- ¿Ya pasó la primera hora? - pregunté sin esperanzas y negó con su cabeza, no había de otra, tenía que entrar.