Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 63

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Me desperté y rápidamente me senté en la cama respirando agitada. Miré hacia mi izquierda y Jennie seguía tranquilamente dormida. Solté un suspiro y volví a recostarme. Había sido una pesadilla, solo eso. Ella estaba bien, ella estaba a mi lado.

-- ¿Qué sucede? -- su dulce voz rozó mi oído. Giré mi cabeza y ella estaba mirándome.
-- Nada, solo tuve una pesadilla -- le dije y me acosté de costado para poder acariciar su rostro.

Ella se acercó más a mí y se acurrucó en mi cuello. Sus brazos se metieron entre los míos y sus manos acariciaron mi espalda.

-- Solo fue una pesadilla -- susurró.
-- Lo sé -- dije mientras cerraba mis ojos y disfrutaba de su cercanía -- ¿me das un besito?
-- Primero necesito ir al baño -- dijo mientras se separaba de mí.
-- No, no...primero mi beso -- hice un puchero.
-- Bien -- dijo en un suspiro y se acercó a mi boca. Coloqué mi mano en su nuca acercándola más.
-- ¿Me amas? -- le pregunté a al separarnos.
-- Mmmh...no lo sé -- dijo mientras se ponía de pie. Sonrió y me volvió a besar rápidamente -- Por supuesto que te amo, ¿por qué lo preguntas?
-- Quería volver a escucharlo.
-- Tonta -- dijo divertida y entró al baño.

Aquel sueño se había sentido tan real. Habían alejado a Jennie de mí y a pesar de todos mis intentos nunca más volvía a verla. Mi vida se volvía miserable y sin sentido. Podía sentir la sensación de dolor y vacío en mí, era horrible y desesperante. Me volví a acostar y me tapé con las sábanas, hacia un poco de frío.

Jennie salió del baño y volvió a acostarse a mi lado.

-- ¿Qué hora es? -- le pregunté.
-- Son las 5 am, bebé.
-- ¿En serio?
-- Sip -- dijo y besó mi pecho -- Aún nos quedan cuatro horas más para dormir, así que deja de hablar y cierra tus lindos ojitos.

La abracé con fuerza contra mi cuerpo y cerré mis ojos como me pidió. La maldita sensación aún me seguía molestando pero mejor decidí ignorarla. Solo es una sensación, nada más.

Las cuatro horas que nos quedaban para descansar pasaron volando y Jennie fue la primera en levantarse y bañarse. Se puso el uniforme de la universidad y luego se tiró encima de mí para despertarme, mientras sus manos intentaban hacerme cosquillas.

-- No vas a lograrlo cariño, no tengo -- le dije sin abrir mis ojos.
-- Bueno, no tendrás cosquillas pero si te dan calor los besos -- se metió debajo de las sábanas para comenzar a besar mi pecho y bajar por mi abdomen.
-- Jennie...no -- dije mientras sentía como mi erección matutina se hacía más intensa.
-- ¿Viste? Yo sabía -- susurró y su aliento quemó mis abdominales.
-- No hagas eso. Espera...por qué...¡Jennie! -- dije elevando un poco mi voz y sacándole las sábanas de encima.

Estaba sentada a horcajadas sobre mí con aquella linda falda que usaba para asistir al campus. Sonreí al recordar todas las veces que imaginé tenerla así cada vez que subía a mi moto. Mordió su labio inferior y me miró con lujuria. No pude evitar lamer mis labios.

-- ¿Por qué no me haces caso y te levantas? -- preguntó.
-- ¿Acaso piensas que voy a querer levantarme de esta cama, si estás encima mío con esa ropa que te hace ver jodidamente sexy? -- le pregunté.

Prácticamente gateó hasta llegar a mi rostro. Sus labios rozaron los míos y junto con el olor de su perfume, mi excitación estaba a más no poder.

-- Vamos a llegar tarde mi amor...tienes que levantarte ahora -- me susurró.
-- ¿Estás jugando conmigo? -- le dije y sin aviso, me giré con ella encima dejándola prisionera debajo de mí. Rió divertida.
-- Eso no es justo -- se quejó.
-- ¿Y por qué no?
-- Porque era yo la que te estaba controlando...así no vale, Lili.
-- ¿Tú? ¿Controlar? Estás equivocada, mi amor.
-- ¿Estás segura? -- preguntó sin quitar sus ojos felinos de los míos.
Entonces entendí aquello, si ella dice que no...a veces realmente es no.

Me bajé de ella y me acosté a su lado.

-- Está bien, tú ganas -- le dije.

Rió por lo bajo y volvió a subirse sobre mí. Me besó tiernamente e intenté acariciar su rostro mientras la besaba, pero ella tomó mis manos y las dejó sobre la cama. Se alejó despacio, dejándome completamente idiotizada.

-- Ahora si, nos vamos -- se bajó de la cama.

Soltando un gruñido me levanté y fui a bañarme. Lo hice rápido, ya que solo teníamos media hora para llegar a tiempo. Salí y me cambié. Al bajar, me acerqué a la cocina para comer un poco de cereales.

-- ¿Vamos? -- le pregunté.
-- Vamos, bebé -- Respondió con una hermosa sonrisa.

Salimos de su departamento y fuimos a su auto para ir a otro maldito día de universidad. Al llegar, nuestras amigas estaban esperándonos.

-- Hola -- saludó contenta mi morena.
-- Hasta que al fin aparecen -- dijo Rosé.
-- Lo siento, se nos hizo algo tarde -- le respondí mientras besaba su cabeza y despacio saludé a las demás chicas.
-- ¿Entramos? -- preguntó Momo.
-- Sería lo mejor antes de que lleguemos realmente tarde -- respondió Chu.

Caminamos hacia la entrada y Jennie se detuvo, provocando lo mismo en todas.

-- ¿Qué sucede? -- le pregunté.
-- Olvidé unos cuadernos en el auto, iré a buscarlos.
-- Voy contigo -- le dije e hice el intento de caminar pero me detuvo.
-- No es necesario, mi amor. Vayan ustedes por mientras y yo las alcanzo -- me dio un breve beso antes de correr hacia el auto.

Con las chicas comenzamos a caminar nuevamente.

-- ¿Larga noche, Manoban? -- me preguntó pícara Jisoo.
-- No le preguntes esas cosas, Kim Jisoo -- la regañó mi prima.
-- ¿Qué tiene? -- le dijo confundida -- Es mi amiga, toda la vida hemos hablado sobre nuestras aventuras en la cama.
-- ¡Eres una sucia! -- dijo indignada y comenzó a caminar más rápido.

Jisoo la siguió mientras le decía que no podía enojarse por eso. Con las demás reímos por lo bajo.

-- Se pelean siempre, pero a los dos segundos están como chicles -- Dijo Dahyun divertida.

Mi celular comenzó a sonar y detuve mi paso para sacarlo de mi bolso. Al ver la pantalla, era un número desconocido.

-- Vamos Manoban, llegaremos tarde -- habló Momo.
-- Vayan por mientras -- les dije y me alejé un poco para contestar -- ¿Hola?
-- Lo intenté, juro que lo intenté -- du voz me paralizó -- pero no lograste entenderlo y no me hiciste caso, Lalisa.
-- ¿Qué es lo que realmente quieres, maldita sea? -- le pregunté exasperada.
-- Quise hacer las cosas por las buenas y tú me obligaste a hacerlas por las malas...¿no la puedes dejar? perfecto, entonces yo te ayudaré a hacerlo.
-- ¿De qué estás hablando? -- pregunté confundida.
-- ¿Dónde está Jennie ahora, Lalisa?.

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Holaa💜
Muchas gracias por leer y lamento si hay algún error entre medio:(
Si les gustó el capítulo recuerden votar y no solo aquí, sino en todo lo que involucre a nuestras bebés, no lograron ganar el primer lugar y sus caritas lo dijeron todo:( pero aún quedan más oportunidades💜