°~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~°
Nos acercamos a una de las mesas donde había comida y cosas para beber. Ella miró la mesa y soltó un frustrado suspiro.
-- ¿Qué sucede? -- le pregunté
-- ¿Puedes creer que no tengan nada que no provenga de un pobre animal?
-- ¿Estás segura? -- dije y me puse a buscar en la comida. Tenía razón, había de todo pero nada que fuera por lo menos vegetariano.
-- Son todos unos cerdos -- dijo mirando a las personas que habían en el lugar -- Presumiendo dinero y poder mientras ríen con una copa de un fino trago en sus manos.
-- Puedo notar como no te gusta este ambiente -- comenté.
-- Si te soy sincera, lo detesto. Pero toda mi vida he vivido entre este tipo de personas y aún así no las tolero.
-- Te entiendo, estás personas son demasiado irritantes -- le dije. Se giró a verme.
-- ¿Vienes seguido?
-- Si -- dije asintiendo.
-- Esta es la primera vez que vengo a un lugar como este y te aseguro que hubiera preferido quedarme en casa, mirando una película y tomando helado.
Miré a nuestros padres y hablaban animadamente.
-- ¿Crees que se hagan socios? -- le pregunté aún mirándolos.
-- Quién sabe -- dijo y los miró -- ¿ese es tu padre?
-- Sí, es él -- dije en un suspiro.
-- No te pareces mucho a él -- comentó y la observé.
-- No, me parezco más a mi...
Me miró esperando a que terminara de hablar. Sentí un nudo en el pecho, era lo que me impedía terminar.
-- ¿A tu madre?
-- Sí, si a ella -- dije rápidamente. Miré a uno de los ventanales y la noche se veía bonita. Sería bueno salir un poco.
-- Oye ¿salimos de aquí?
-- ¿A dónde? -- me preguntó confundida.
-- Conozco este lugar, he venido antes. Tiene un hermoso jardín, podemos salir a caminar -- le propuse. Miró a su alrededor y volvió su vista a mí.
-- Está bien, vamos.
Apoyé una de mis manos en su espalda y la dirigí hacia el exterior. La leve brisa golpeó nuestros rostros, no hacía ni frío ni calor. La noche estaba perfecta a mi parecer. Comenzamos a caminar por lo que parecía ser un laberinto de enredaderas.
-- ¡Wow! Esto es increíble -- dijo observando a su alrededor.
-- Deberían darle un reconocimiento al jardinero -- acoté -- juguemos a algo -- dije luego de unos segundos.
-- ¿A qué?
-- A las veinte preguntas.
-- Que sean cinco -- dijo divertida.
-- ¿Cinco? ¿Ni una más?
-- Ni una más -- sonrió.
-- Está bien. Acepto tus condiciones pero comenzaré yo -- acomodé mi garganta -- ¿Te agrada haberte encontrado conmigo esta noche?
Rió por lo bajo y me miró.
-- La verdad...no me molestó -- Respondió.
-- ¡Oh! Eso es bueno -- le dije y ambas sonreímos -- ¿Playa o Montaña?
-- Depende -- contestó.
-- ¿De qué?
-- ¿Eso cuenta como otra pregunta?
-- ¿La contarás? -- le dije y sonrió de nuevo.
-- Si -- asintió.
-- Eres tramposa -- la acusé.
-- Depende de la persona que me acompañe. Si estoy con amigas, prefiero ir a la playa. Pero si estoy con alguien especial me quedo con ir a la montaña.
-- ¿Por qué? -- pregunté interesada.
-- Van cuatro, Señorita Lisa -- dijo divertida.
-- Lo sé, pero quiero saber -- respondí.
-- Lo mejor de tener frío, es poder entrar en calor --me dijo.
Detuve mi paso y vi como caminaba. Se volteó y rió divertida.
-- ¿Qué te sucede? -- me preguntó.
Sonreí levemente y caminé hasta ella sin decir nada. Seguimos caminando hasta que divisé una linda especie de cúpula rodeada de flores y plantas.
-- Vamos para allá -- le dije y le ofrecí mi mano. Ella la observó y con un poco de duda la tomó. Caminamos hasta el lugar y le di el paso para que pasara primero. Miró a su alrededor y luego a mí.
-- Este lugar es hermoso -- dijo.
-- Como yo -- afirmé, haciéndola soltar una pequeña risa -- Y como tú, por supuesto.
-- Pero que galán -- comentó divertida.
-- Si te pregunto si quieres bailar ¿lo tomarías como pregunta?
-- No hay música -- dijo mientras intentaba no reír.
-- Tenemos algo que se llama imaginación, cariño -- le dije por lo bajo.
Estiré mi brazo para que ella apoyara su mano en la mía. Rió y luego se acercó un poco para tomarla. Con un leve movimiento coloqué mi otra mano en su espalda y la acerqué a mí. Me miró fijo a los ojos y subió su mano restante a mi hombro.
Comencé a moverme lentamente de un lado al otro, haciendo que ella también se moviera. Con el silencio se podía escuchar un poco de la música que venía de la fiesta, era lenta. Jennie bajó un poco el rostro, ligeramente sonrojada. Busqué su mirada pero ella trataba de esquivarme, hasta que no tuvo más remedio que mirarme. Sus pestañas eran largas y oscuras, provocaban que sus ojos fueran increíblemente cautivadores. Con la música de fondo, la noche despejada y llena de estrellas y su inexplicable atractivo, tenía muchas ganas de besarla.
-- ¿En qué piensas? -- me sacó del trance.
La hice girar y la volví a acercar. Sentí un cosquilleo en mi mano al tener el contacto de la piel de su espalda otra vez.
-- En las casualidades de la vida -- contesté.
-- ¿Casualidades?
-- Sí -- asentí -- ¿No te parece una casualidad todo esto? El habernos encontrado aquí.
-- Casualidad, destino o lo que sea, no creo en ellos.
-- ¿A no?
-- No -- dijo negando levemente con su cabeza -- Para mí la vida es otra cosa. Cada uno va armando su propio camino, va tomando sus propias decisiones. Las cosas pasan porque nosotros queremos que así pasen.
-- Estás queriendo decir ¿Qué querías verme esta noche?
Río por los bajo y me miró.
-- Te queda una pregunta.
-- ¿Puedo besarte?
Sus felinos y brillantes ojos se clavaron fijamente en los míos. Recorrí con mi mirada cada perfecta facción de su rostro, la peligrosa curva de sus labios. Su boca estaba semiabierta. Solo debía inclinarme y atraparla.
-- No -- me contestó. Volví a ver a sus ojos.
-- ¿Por qué no?
-- Porque no.
Se alejó de mi agarre y salió de allí dejándome algo confundida. Mire la dirección por donde se fue y corrí detrás hasta alcanzarla. Tomé su brazo para que se detuviera.
-- Lo siento, siento si te incomodé...no era mi intención. Pero no puedes culparme por querer besarte. No hubiera podido dormir de no haberlo intentado.
-- Tranquila -- me miró -- por lo menos vas mejorando. Has preguntado y te has abstenido después de la negativa.
Se volteó para entrar.
-- ¡Jennie espera! -- la llamé. Se giró -- otra pregunta.
-- Ya hiciste las cinco, pero...bueno. ¿Qué quieres saber?
-- ¿Podrás dormir esta noche sin haberlo intentado?
Ella solo me miró fijamente y no dijo nada durante unos cuantos segundos. Pensé que en cualquier momento mi Lisa despreocupada y arrebatada iba a salir para tomarla por la cintura y besarla sin permiso, pero giró sobre sí misma y entró sin darme una respuesta.
-- Eso pensé -- murmuré.
Entré y vi como se acercaba a nuestros padres. Apresuré el paso y también me acerqué a ellos.
-- ¡Oh! Aquí estás hija -- dijo el señor Kim -- Marco, ella es mi hija Jennie.
-- Mucho gusto Jennie -- le habló mi padre.
-- El gusto es mío, señor Manoban.
-- Ella es mi hija...
-- Ya tuve el agrado de conocerla -- lo interrumpió Jiyong. Mi padre me miró de reojo. Jennie se acercó a decirle algo al oído a su papá, él nos miró consecutivamente -- Lo lamento pero nosotros debemos retirarnos.
-- Fue un placer conocerte, Jiyong -- dijo mi padre.
-- Igualmente, Marco -- le respondió.
-- Señorita -- inclinó la cabeza ante Jennie.
Ella abajo un poco la cabeza.
-- Buenas noches -- dijo ella y entrelazó su brazo con el de su padre para comenzar a caminar. Antes de alejarse del todo, se volteó a verme dedicándome una extraña mirada.Cariño, sé que te mueres de ganas por que vaya hacia ti y te bese como nunca lo han hecho en tu vida. Pensé y no le quité la vista de encima.
-- ¿Se puede saber dónde demonios estabas? -- Marco preguntó haciendo que quitara la vista de Jennie.
-- Linda chica ¿no crees? -- le pregunté.
-- Deja de hacerte la idiota Lalisa y contesta mi pregunta.
-- Solo estaba tomando un poco de aire ¿está bien?
-- Te estuve buscando como un loco. Te necesito para una importante charla de negocios.
-- Tranquilo, ya estoy aquí para salvar tu trasero -- me miró con enojo y lo ignoré.
-- Vamos -- me dijo y nos acercamos a un grupo de personas.Luego de la tediosa velada regresé a mi hogar, mientras que mi padre se fue al de él. Me quité el abrigo y lo dejé sobre el sillón para luego sentarme.
Estaba malditamente aburrida, un viernes sola en casa. Podría llamar a la chicas. Tomé mi celular y vi un mensaje pendiente de Jisoo.Chu🐤
"Amiga mía, te hice un favor"
"Tengo el número de Jen"Leí y solté una leve carcajada. Guardé el número de Jennie y luego miré mis contactos. Nunca había tenido agendado el número de una mujer que no fuera una de mis amigas, no acostumbraba a hacerlo pero bueno, esto era un caso especial. ¿Qué pasa si la llamo?
Escuché como sonaba una...sonaba otra...una más...
-- ¿Hola? -- me atendió.
-- Cariño, pensé que estabas dormida -- le dije. Guardó silencio unos segundos.
-- ¿Lisa?
-- ¿Cómo lo supiste? -- le pregunté haciéndome la galán.
-- Eres la única idiota que me dice "cariño'' -- aseguró haciéndome reír -- ¿Por qué tienes mi número?
-- ¿Acaso me lo hubieras dado si te lo pedía?
-- Mmmh... no sé.
-- ¿Dónde estás?
-- En mi habitación.
-- ¿Llegaste hace mucho?
-- Si, hace bastante -- reí por lo bajo.
-- No puedes dormir ¿Verdad? -- Recordé la pregunta que no me respondió.
-- ¿Por qué? -- dijo ella
-- ¿Cómo por qué? -- respondí
-- ¿Por qué dices que no puedo dormir?
-- Porque no me dejaste besarte.°~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~°
ESTÁS LEYENDO
Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)
FanficCreo que las palabras que mejor me definen son: Sexo, Alcohol y Mujeres... O al menos eso pensaba antes de conocer a la chica que se transformaría en mi pequeña obsesión. JENLISA [G!P] ESTA HISTORIA NO ES MÍA, ES SOLO UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS CRÉ...