Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 48

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La miré fijo a los ojos y sentí una leve presión en el pecho.
-- Creo que si -- le dije.
-- ¿Crees? -- preguntó confundida.
-- Mamá si te soy sincera, nunca me había pasado algo así antes, yo...
-- Eras una "don Juan"-- me acusó con indignación.
-- Puedes ser...
-- ¿Con cuántas mujeres has estado?
-- Mamá, ¿no crees qué...
-- Lalisa, contéstame -- sentenció con firmeza.
Sonreí ante su enojo. Siempre quise que mi madre me regañara.
-- No lo sé -- contesté.
-- ¿Cómo que no lo sabes?
-- No lo sé, mamá. Nunca me puse a contarlas.
-- ¡Oh! Eres una desconsiderada, mujeriega...no puedo creerlo.
-- Mamá, ya no me regañes...sabes que solo me interesas tú -- le dije poniendo mi mejor cara de niña buena. Ella me miró bien y sus ojos se humedecieron. Sonrió y volvió a abrazarme.
-- Aún consigues comprarme -- dijo sin soltarme. Se alejó y me miró -- Pero creo que ahora eso no es así...he visto cómo la miras.
-- Ella no es solo hermosa por fuera, lo es aún más por dentro -- le conté.
-- Se nota y mucho.
-- Te extrañé tanto, mamá -- le dije.
-- Y yo a ti, bebé -- dijo y se puso de pie, tendiéndome su mano -- Vamos afuera.
Tomé su mano y caminamos hasta la parte trasera de la casa. Al salir nos detuvimos ante la imagen de Jennie y Sorn. Reían y jugaban con las muñecas.
Un cosquilleo invadió mi estómago. Era tan bella y tan dulce.
Ambas nos miraron y Sorn corrió hacia nosotras.
-- Tu novia es muy linda, hermanita -- me dijo sonriendo.
-- ¿Cómo que "hermanita", enana? Aquí la única "hermanita" eres tú -- le dije.
-- No, yo ya casi soy toda una mujer, sino pregúntale a mamá, ya comencé a maquillarme -- dijo y colocó sus dos pequeñas manos en su cintura, parándose coquetamente.
-- ¿Acaso permites que ya se maquille? -- le dije a mi madre.
-- ¡Oh! No me digas que vas a ponerte igual que Ryan con eso. A veces a los niños les gusta jugar a ser grandes, déjala -- me respondió.
Jennie se acercó a nosotras. Al verla tuve muuuchas ganas de besarla, pero no iba a hacerlo delante de mi madre y mi hermana.
-- Estábamos divirtiéndonos un poco -- nos contó la morena mientras le sonreía a Sorn.
Mi madre se acercó a ella y la abrazó. Jennie, algo confundida, le devolvió el gesto.
-- Muchas gracias Jennie...Lisa me contó que tú conseguiste mi número. De verdad no sé cómo haré para agradecerte esto -- le dijo y se alejó.
-- Primero que nada, feliz cumpleaños señora Bruschweiler -- le dijo sonriendo.
-- No me digas "señora", dime Cara, linda. Nada de formalidades conmigo, al fin y al cabo eres la chica que me devolvió a mi hija.
-- ¡Hey, vengan a comer! -- nos llamó Ryan.
Mi madre y mi hermana caminaron hacia él, Jennie estaba por hacer lo mismo pero la tomé del brazo y la jalé hacia mí para mirarla a los ojos.
-- Gracias -- le dije.
-- ¿Por qué?
-- Por darme el segundo mejor día de mi vida.
-- ¿El segundo? ¿Cuál fue el primero?
-- El día que te conocí -- contesté y la besé.
La besé despacio, dulce, como en cámara lenta, olvidando por completo donde estábamos, parecía que no había nada a nuestro alrededor.
Realmente no había nada en el mundo que yo quisiera en este momento, más que estar besándola, era una sensación increíble. Su boca tenía un sabor dulce, adictivo...embriagante. Su mano se apoyó en mi mejilla, mimándome dulcemente.
-- Si ella no fuera tu novia, no la besarías en la boca -- escuchamos la dulce voz de Sorn. Ambas nos alejamos rápidamente para mirarla.
Mi pequeña hermana tenía una pícara sonrisa, sus manos estaban apoyadas en su cintura y se movía levemente de un lado a otro.
-- Lo que pasa enana, es que aún eres muy pequeña como para entender ciertas cosas -- le dije mientras me acercaba a ella y alzaba en brazos.
Ella me miró y sonrió, luego miró a Jennie.
-- ¿Es una buena novia? -- le preguntó. Jennie sonrió y comenzamos a caminar hacia donde estaban mi madre y Ryan.
-- Por ahora no la llamo "novia" -- le respondió la morena -- Pero por ahora es una buena amiga.
-- Pero si es tu amiga, ¿por qué te besa?
-- Porque me gusta besarla -- le contesté yo.
-- ¡Lisa! -- me regañó Jennie.
-- Entonces, si mi amigo Bambam quiere besarme porque le gusta ¿lo dejo? -- preguntó inocente.
-- ¿Qué? ¡No, claro que no! ¡No debes dejar que ningún mocoso atrevido te bese! Y si eso sucede, tendré que ponerme violenta -- le dije algo nerviosa.
-- Lisa, no puedes decirle eso a tu hermana -- me dijo la morena y tomó en brazos a Sorn. La pequeña rubia la miró a los ojos mientras comenzábamos a caminar -- ¿Quién es ese tal Bambam? -- le preguntó.
-- Vamos juntos al jardín -- le contó -- y él es mi amigo...y siempre jugamos juntos a la familia y él es siempre mi esposo. Tenemos una hija que se llama Minnie y una mascota llamada Lily.
-- ¿Te besó? -- le preguntó.
-- Solo cuando se despide al ir al trabajo, me da un beso en el cachete, ¿eso es un beso de novios?
-- Pero que mocoso desubicado. Creo que tendré que hablar muy seriamente con tu padre, jovencita -- le dije y caminé un poco más rápido.
-- Lisa, ven aquí -- me llamó Jennie haciendo que me detuviera. Me alcanzaron y me miraron -- Tú no vas a decirle nada a Ryan, porque tienes que ser buena hermana y guardar sus secretos...
-- ¿Las hermanas se guardan secretos? -- preguntó Sorn.
-- Es una de las cosas que hacen -- le respondió.
-- Sí, pero no cuando un mocoso desubicado trata de propasarse con tu hermana...¡Tiene cinco años, por dios! -- solté exasperada.
Llegamos a la mesa y mi madre y Ryan se giraron a vernos algo extrañados.
-- ¿Sucede algo? -- preguntó él.
-- Sí, sucede que...
-- Sucede que estábamos hablando un poco sobre el jardín con Sorn, ¿no es así, Lisa? -- me preguntó interrumpiéndome.
-- Sí...es así -- dije.
-- Bueno ya, siéntense a comer que si no, se enfriará -- habló mi madre.
Nos sentamos en la mesa y Ryan se acercó a nosotras con una bandeja.
-- Mamá, casi me olvido...Jennie es vegetariana -- le dije al mirar la bandeja que Ryan traía, de seguro era carne. Mi madre miró a la morena.
-- ¿En serio? -- le preguntó.
-- Bueno, en realidad es algo que hace poco estoy implementando. Exactamente dos años...intento limpiar mi organismo -- le contó.
-- Es asombroso porque yo también lo soy -- le dijo.
Me sorprendí al recordar aquello. Me había olvidado completamente de que mamá también era vegetariana.
-- No puedo creerlo -- le dijo Jennie y me miró -- nunca me dijiste que tu madre era vegetariana.
-- Lo había olvidado -- dije un tanto sorprendida.
-- Bueno, entonces eso no es un problema, tenemos comida para vegetarianas en esta casa -- dijo Ryan y sonreí -- Pero nosotros comeremos carne ¿no es así, Lisa?
-- Por supuesto que sí, Ryan -- le respondí.
-- Carnívoros -- dijeron mi madre y Jennie al unísono. Todos reímos y comenzamos a comer.

Mi madre y Jennie hablaban como si se conocieran de toda la vida. Tenían muchas cosas en común, el amor por los animales, la naturaleza y las fotografías. Ambas tenían esa manera de ver la vida como un regalo del mundo, esas ganas de vivir y sobre todo esa entereza y dedicación que las hacía verse indestructibles.
-- Son hermosas, ¿verdad? -- me preguntó Ryan sentándose frente a mí, mientras dirigía la mirada hacia ellas, que seguían hablando con Sorn junto a ellas.
-- Tienen tantas cosas en común...no me había dado cuenta de eso -- le dije y lo miré.
-- Mujeres increíbles, no puedo creer que hayas encontrado una chica así...
-- Fue por casualidad...o tal vez el destino.
-- ¿Dónde la conociste? -- preguntó.
-- En la universidad...cuando volví de mi suspensión.
-- ¿Te suspendieron? -- me interrumpió y reí por lo bajo.
-- Sí -- dije en un susurro -- me metí en los jardines del campus con mi moto y destruí patrimonio del establecimiento.
-- Oh eres increíble -- dijo divertido -- ¿Y cómo hiciste para enamorarla? Parece ser una chica aplicada...
-- Debo decir que fue ella la que me enamoró a mí. Yo no tenía ninguna intención de enamorarme y mucho menos de una chica así pero te aseguro que me enloqueció -- le conté.
-- Pero ¿no estás contenta de haberla conocido? -- me dijo. Entonces volví mi vista a ellas y la mirada de Jennie se cruzó con la mía. Me sonrió levemente y sonrojándose un poco quitó su vista de la mía. Sonriendo, volví mi vista a Ryan.
-- Soy la persona más feliz en el mundo, de eso puedes estar seguro, papá -- le dije.
Él me miró bien y se sentó erguidamente. Le sonreí.
-- L-lo siento pero...¿Qué has dicho? -- me preguntó.
-- Te dije "papá", Ryan, ¿Acaso ya estás quedando sordo? -- le pregunté divertida. El negó atónito con la cabeza, haciéndome reír -- eres como un padre para mí...no serás el biológico pero te aseguro que para mí eres más padre que Marco.
-- Lisa, yo...
-- Sé todo lo que has hecho por mi madre, sé cuanto la amas y cuanto la has cuidado y mira, por Dios -- dije y miré hacia Sorn -- me has dado una hermana que, de paso sea dicho, creo que tendrás que poner algunos límites con esa enana.
-- Yo también te quiero como a una hija -- me dijo y lo volví a mirar -- recuerdo que así lo sentí aquel día que te ayudé a venir al mundo.
-- Entonces ya no se diga más, papá, porque creo que nos estamos poniendo algo sentimentales -- dije y el rió.
-- ¿De qué hablan? -- preguntó mi madre, mientras se acercaba con Jennie y Sorn. Las miramos.
-- Nada -- contesté.
-- Que comunicativa -- dijo Jennie revoleando los ojos.
Rápidamente la tomé de la cintura y la senté en mi regazo. Me miró e hizo una expresión de "¿Qué estás haciendo?".
-- Nos poníamos sentimentales -- le dije.
-- ¿Sentimentales? -- preguntó mi madre.
-- Le dije que lo quería como a un padre y él me dijo que me quería como a una hija...ya sabes, cosas cursis y que solo salen -- dije simplemente.
-- Awww son tan tiernos -- dijo mi madre y besó cortamente a Ryan.
Miré a Jennie y me sonrió divertida. Le guiñé un ojo y quise besarla pero se alejó discretamente poniéndose de pie.
-- ¿A qué hora cortamos el pastel? -- preguntó la morena.
-- El pastel fue obra de Sorn -- habló Ryan.
-- Enana ¿tú hiciste el pastel? -- le pregunté. Ella me miró y asintió efusivamente.
-- Si, yo solita...bueno, papá me ayudó pero él es horrible cocinando, así que es como si lo hubiera hecho solita -- dijo con una pequeña sonrisa autosuficiente.

¡Diablos, realmente es una copia exacta de mí pero en miniatura!.

Todos reímos y Ryan alzó en brazos a Sorn.
Mi celular comenzó a sonar, lo miré y me alejé para contestar. La llamada era de un número desconocido.

-- ¿Hola? -- dije al atender.

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Muchas gracias por leer y lamento si hay errores entre medio💜