CAPÍTULO 27 2/6

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Me acerqué al lugar donde había dejado mis cosas y las tomé. Busqué a Chaerin con la mirada y despacio me acerqué a ella.
-- Chaerin, necesito hablar contigo -- le dije para llamar su atención.
-- Luego continuamos chicas -- le dijo a las modelos -- ¿Qué sucede, querida?
-- Chae, voy a renunciar -- solté lo que tenía pensado. Sus ojos se abrieron.
-- ¿Qué? Pero, ¿por qué? ¡No puedes renunciar! ¡Eres la mejor ayudante que he tenido en años, Lisa!.
-- Lo sé, lo sé, hablas de mí Chaerin -- le sonreí -- pero, es lo mejor para mí antes de que tu hija me vuelva completamente loca.
-- ¿Quieres que la regañe un poco? -- preguntó.
-- No, no. Eso no cambiaría mi problema -- dije y me acerqué a besar su mejilla -- Eres la mejor jefa que una chica como yo podría tener...
Me miró con una sonrisa nostálgica.
-- Y tú eres la mejor ayudante que podría tener -- me dijo y acarició mi mejilla maternalmente.
La única que me da caricias así es Jane, pero aún así no se sienten como las de una madre en su totalidad. Eso debe sentir Jennie cada vez que Chaerin la acaricia o mima.
-- Adiós, Chae -- le dije sonriendo.
-- Toma -- sacó un sobre de su bolsillo -- es tu sueldo del mes.
-- No, no lo quiero.
-- ¿Cómo que no, Lisa? Por favor, déjame pagarte.
-- No podría cobrarte por hacer esto, fue como un pasatiempo divertido, no como un trabajo.
-- Por favor, por lo menos dame ese gusto, ya que no te , déjame pagarte tu sueldo.
-- Pero aún no cumplo el mes...
-- Tómalo y no acepto un "no" como respuesta -- sentenció. Suspiré y tomé el sobre. Ella se acercó y me abrazó -- ¿Vendrás a visitarme?
-- Cada vez que pueda -- se alejó y sonrió.
-- Ya puedes irte -- sonreí y me di la vuelta para irme a quién sabe donde para despejar un poco mi mente de mis problemas. Mejor dicho mi problema, el cual tiene nombre y apellido. Jennie Kim.
Salí de las oficinas, me subí a Emma y conducí sin rumbo alguno, hasta que sin darme cuenta llegué al Bar de Somi. Me estacioné y entré.
La última vez que vine fue cuando esa...esa condenada se puso a bailar sensualmente provocando a todas las personas del lugar. Para la temprana hora que era, el lugar ya estaba con bastante gente. Este lugar era perfecto para pasarla bien, como también para ahogar tus penas y problemas, además de que Somi era una excelente oyente y anfitriona. Ella no ponía límite, te dejaba beber cuánto se te diera la gana y por ese motivo este bar era bastante recurrido aunque la fiesta aún no comenzara. Sonando los huesos de mis manos me acerqué a la barra y me senté. Somi me miró algo sorprendida.
-- Vaya, vaya -- dijo y sonrió -- hace bastante que no te veía por estos lados, Lisa ¿Qué ha pasado?
-- Sírveme un vaso de vodka, por favor -- le pedí y ella asintió.
Puso el vaso frente a mí y lo preparó hasta el tope. Mi celular comenzó a sonar y lo saqué.

"Jennie llamando..."

Vacile unos segundos en contestar pero no me aguanté y lo hice.

-- Hola -- dije apenas.
-- ¿Dónde estás? ¡Te necesito! -- me dijo. Cerré los ojos con fuerza y maldije para mis adentros.
-- Supongo que no te refieres a que me necesitas ya que no puedes vivir sin mí, sino a que quieres un favor ¿no es así?
-- Vas entendiendo como es esto -- dijo contenta.
-- Bueno como sea, ya renuncié al trabajo de tu madre.
-- Pero...
-- Que tengas buena tarde -- colgué y apagué el celular.
No quiero volver a escuchar su voz por hoy. Tomé el vaso y me lo bebí de un sorbo.
-- ¿Mal de amores? -- me preguntó Somi. La miré y le hice un gesto para que me sirviera otro. Así lo hizo.
-- ¿Recuerdas a la chica que traje? La castaña más baja que yo, tiene cara de niña pero es el mismo diablo en persona -- sonrió.
-- Sí, Jennie. La recuerdo, agradable chica -- Bebí un sorbo -- ¿Qué pasa con ella?
-- Está volviéndome loca, completamente loca...
-- ¿Loca por qué te persigue o loca por qué no te da ni la hora?
-- Ninguna de las dos.
-- ¿Entonces?
Volví a tomar todo de un sorbo, sentía el alcohol quemando mi garganta.
-- Ella quiere que seamos amigas.
Somi rió por lo bajo y sin que se lo pidiera, volvió a llenar el vaso.
-- ¿Y eso qué tiene de malo?
-- ¿¡Cómo que "qué tiene de malo"!? -- le pregunté elevando un poco la voz -- no puedo ser amiga de una chica con la cuál tengo fantasías sexuales...
-- Aaaaah por ahí va la cosa -- dijo divertida -- Tú quieres revolcarte con ella como la sexópata que eres y ella solo está dispuesta a darte su amistad.
-- Exacto -- bebí de nuevo.
-- ¿Ya le dijiste que te quieres acostar con ella?
-- Se lo dije, se lo insinué, hasta casi se lo grafiqué...pero aún así no hay caso.
-- Entonces no es que ella no quiera hacerlo por no tener ganas o algo así, tal vez le da miedo -- dijo. Fruncí el ceño y la miré extrañada.
-- ¿Miedo? Que yo sepa no es virgen...
-- No, tonta -- dijo divertida -- tiene miedo de que le guste mucho estar contigo, llegar a sentir algo más que placer -- la miré confundida -- ¿Ya la besaste?
-- ¿Qué si ya la besé? Era uno de mis pasatiempos favoritos -- dije exagerando mientras volvía a tomar.
-- ¿Y cuál era su reacción?
Comencé a recordar...
-- Siempre al principio se dejaba llevar un poco pero luego reaccionaba y...me abofeteó un par de veces...
-- ¿Lo ves? -- dijo -- a ella le da miedo sentir algo por ti...es más que obvio.
-- Entonces ¿tú dices que está enamorada de mí? -- le pregunté totalmente confundida.
-- No digo enamorada, pero que le gustas...le gustas -- aclaró -- Pero...¿y tú?.
-- ¿Yo qué?
-- ¿Qué sientes al besarla?
-- ¿Al besarla?...bueno al besarla, ya te dije, necesito una cama cerca.
-- Entonces si te enciende con solo besarte es porque ya estás metida hasta la cabeza -- dijo divertida.
-- ¿Metida? -- pregunté confundida.
-- Enganchada, atontada, enamorada...como sea.
-- No, no, no -- dije con tono divertido -- yo no estoy enamorada de Jennie. Obsesionada, estoy obsesionada con ella. Ya dije que esto se me va a quitar cuando duerma con ella.
-- ¿Y si no se te quita? ¿Qué pasa si después de acostarte con ella, esto que llamas "obsesión" no se te va?.

La miré por unos cuantos segundos. Ella solo quería asustarme, incómodarme o simplemente me estaba hablando muy en serio.

-- Se me va a ir -- aseguré. Volví a beber y ya sentía un leve mareo.
-- Es una chica muy guapa y se me hace tierna -- dijo. Reí por lo bajo y terminé de tomar lo que me quedaba en el vaso. El alcohol ya se me había subido a la cabeza.
-- Si, es tierna, dulce, inteligente, hermosa pero es diabólica, enredadora, calculadora y es muy factible que logre volverte loca.
-- ¿Te preocupas por ella?
-- ¿Preocuparme? -- le hice un gesto para que volviera a llenar el vaso. Cuando lo hizo, volví a beber un sorbo.
-- Si, preocuparte, estar muy pendiente de ella, como por ejemplo saber quién le habla, quién la mira, qué hace, a dónde va, su salud, su bienestar...
-- Puede ser -- dije y apoyé el vaso en la barra -- si, tal vez...he estado pendiente de ella...
-- Si, se notó aquella noche en la que te la llevaste de aquí para que nadie más que tú, pudiera mirarla o si quiera pensar en fantasear con ella -- me dijo con una leve sonrisa.
-- ¡Ya, deja de insinuar que estoy enamorada de ella! -- le advertí. Somi rió divertida.
-- Me parece que voy a a llamar a Jisoo para que venga por ti, ya estás ebria y si llamo a Momo tal vez se emborrache contigo -- me dijo divertida.
-- No, no necesito a nadie -- le dije algo enojada -- estoy bien, puedo irme sola.
-- No, no puedes irte sola y lo sabes -- dijo y me quitó el vaso -- y ya no beberás más.
-- ¿Qué pasa contigo? -- le pregunté molesta -- ¿desde cuándo pones límites para beber?
-- Desde hoy y más contigo. Ya has bebido lo suficiente, Lisa.
-- Pues ¿no te parece qué eso lo decido yo? -- dije y quise tomar el vaso pero no me dejó.
-- No vas a tomar más -- sentenció y guardó el vaso bajo la barra.
-- Somi, necesito olvidarme de...de -- dejé de hablar y ella sonrió.
-- De Jennie -- terminó la frase -- pero no te la vas a sacar de la cabeza con alcohol, es más, tal vez te lleve a hacer cosas que en realidad no quieres hacer...
-- Solo quiero una noche con ella -- hablé con la voz acortada, ya comenzaba a salir mi lado sentimental -- ¿es mucho pedir un poco de ella?
-- Quizás no necesites solo un poco de ella -- me dijo y la miré con el ceño fruncido.
-- La voy a llamar -- Dije y saqué mi celular. Lo prendí y comencé a buscar su número.
-- Lisa, no creo que sea buena idea que la llames en estás condiciones -- dijo e intentó quitármelo pero no la dejé.
Lo puse en mi oreja y esperé a que contestara.
-- ¿Se puede saber en dónde estás? -- me preguntó al atender. Su voz envió una oleada de calor a mi cuerpo -- todo el mundo está buscándote.
-- ¿Por qué no quieres darme una noche? -- le pregunté con voz ronca, mi garganta estaba seca.
-- ¿Qué? -- musitó atónita.
-- ¿Por qué no me quieres dejar entrar en ti solo una noche? ¿Acaso es demasiado pedirte un poco de placer?
-- Lisa ¿estás ebria?
-- ¿Qué importa eso? Quiero que me contestes ¿por qué? ¿Por qué no me dejas tocarte y besarte hasta que amanezca?
-- ¿Dónde estás?
-- ¿Por qué me rechazas?
-- Por favor Lisa, préstame un poco de atención y deja de decir tonterías...
-- ¡No son tonterías! -- le dije exasperada -- te necesito. Te deseo de una manera inhumana, de una manera apabullante, de una manera inusual, te deseo Jennie...y no sabes cuánto.
-- Déjame ir por ti...dime dónde estás -- pidió en un susurro. Cerré los ojos y respire profundamente.
-- No quiero que vengas por mí, solo te quiero en mi cama, en mis brazos, debajo de mí...
Sentí como alguien me quitaba el celular y me giré a verla.
-- Jennie, soy Somi, no sé si me recuerdas pero Lisa está aquí, en el bar de siempre.

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Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora