Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 23

°~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~°

Ella me miró fijo por unos cuantos segundos, pude ver la duda en su mirada. Ella no sabía qué decirme o qué hacer. La puerta del depósito sonó con tres suaves golpes y se abrió. El hombre que estaba allí nos miró consecutivamente.
-- Lo siento...no sabía que estaban ocupadas -- dijo él.
-- No Carl, no pasa nada. Ya me voy -- dijo ella y logró salir.
Miré a Carl y él entendió mi mensaje. Salí rápidamente para buscar a Jennie. No, ella no se me iba a escapar. Cuando la alcancé la tomé con cuidado del brazo y la giré hacia mí.
-- Contéstame Jennie -- le dije.
-- Oye ¿puedo decirte algo? Creo que tu prima necesita urgente un psicólogo.
-- ¿Por qué? -- fruncí el ceño.
-- Ayer estaba hablando sola, me preocupa -- dijo ella.
-- No estaba hablando sola, hablaba conmigo. Ahora deja de dar vueltas y contéstame lo que te pregunté.
Bajó la mirada y suspiró.
-- Creo que fui muy clara contigo -- me dijo.
-- Entonces ¿eso es un no? -- le pregunté.
-- Lisa...¿No crees que sería bueno ser amigas? ¿No te gustaría?
-- Amiga con derecho a cama -- aseguré.
-- ¡Dios, no se puede tratar contigo! -- dijo irritada.
-- ¿No lo entiendes? -- le pregunté exasperada -- no puedo ser tu amiga Jennie, no puedo. Es todo o nada.
-- Pero...¿acaso la pasas mal estando así conmigo...como personas que solo tienen un vínculo afectivo...nada sexual? -- preguntó. Movió las manos -- Lisa ¡por dios! A mí me encanta compartir tiempo contigo, eres insoportable a veces, pero eres divertida. No quiero arruinar eso.
Suspiré cansada y la miré fijo.
-- Está bien ¿quieres ser mi amiga? -- le dije.
-- Si -- dijo asintiendo con una leve sonrisa.
-- ¿Podrías soportarlo? -- le pregunté.
-- ¿No crees que ya te soporté bastante? -- dijo divertida.
-- Podrías verme salir cada noche con una chica distinta ¿No te importaría?
Se encogió de hombros.
-- Es tu vida, mientras seas feliz.
-- Pero yo no podría soportar verte salir con el imbécil de Kai -- dije entre dientes. Eso salió sin permiso de mi boca. Sus ojos se abrieron y luego sonrió levemente mientras yo me maldecía.
-- Kai ya no está en mi lista de salidas -- dijo y posó su mirada en mi -- Por ahora estoy bien, sola con Rosie y Dubu.
-- Rosé es mi prima pero aún así no me da confianza, es demasiado open mind -- le dije.
-- Si vamos a ser amigas creo que este tema no tendría que...incomodarnos. Es tu vida y es mi vida, tu sales, yo salgo...tú vives, yo vivo...ay Manoban solo quiero estar bien contigo pero como amigas, ¿si?
-- Está bien, creo que eso es una más que claro "no" -- le dije y la dejé sola.
-- Lisa -- me llamó, pero no me giré a verla -- Lisa no sea infantil, no todo es blanco y negro...también hay matices.
-- Tranquila -- dije cuando me giré a verla -- ya está todo claro, seamos amigas. Prefecto. Tú ahí y yo aquí. Me llamas cuando necesites algo.
Volví a dónde Chaerin y le entregué las carpetas. Jennie entró unos segundos más tarde, quiso hablarme pero le dije que estaba ocupada, que luego hablaríamos. Se rindió y volvió a dónde estaba sentada antes. La miré mientras estaba escribiendo ¡y maldita sea la hora en que me fijé en ella!. Se puso de pie y al instante la vi palidecer notoriamente. Se agarró de la mesa para no caer y Chaerin se acercó a ella rápidamente. Le dijo algo que no logré escuchar y Jennie negó con la cabeza al instante, pero al segundo se desmayó.
-- ¡Jennie! -- exclamó asustada su madre. Dejé lo que hacía y me acerqué rápidamente a ellas. Alcé en brazos a Jennie -- déjala en el sillón -- con cuidado la dejé acostada. Pensé que mi corazón iba a salir de mi pecho mientras la veía pálida y con los ojos cerrados. Un hombre alto se acercó.
-- Déjenme verla -- comenzó a examinarla. Jennie comenzó a abrir lentamente sus ojos. Arrugó la frente e intentó sentarse, pero volvió a acostarse.
-- ¿Qué tiene? -- preguntó Chaerin.
-- Señora Kim, por lo que puedo analizar, su hija es anémica -- le dijo -- tiene las defensas muy bajas, falta de Hierro y Calcio.
-- ¡Maldita sea, Ruby! ¡Tú y tu estúpida idea de ser vegetariana van a matarme! -- la regañó su madre.
-- Ya, ya, ya -- dijo la morena mientras se lograba sentar -- no es nada, solo no desayuné hoy...nada más.
-- Juró que voy a encargarme de que comas y me refiero a COMIDA NORMAL -- le dije. Ella me miró y negó con la cabeza.
-- ¿Por qué todo el mundo está contra mí? -- dijo.
Después de recibir un sermón de casi media hora por parte de Chaerin, Jennie decidió irse a casa antes de que su horario terminara. Me ofrecí a llevarla y se negó, pero luego de varias amenazas por parte de su madre, rendida aceptó. Detuve la moto frente a su edificio y se bajó con cuidado.
-- Ya estás aquí, sana y salva -- le dije. Ella me sonrió levemente, aún estaba algo pálida.
-- Gracias por traerme...aunque no debiste, seguro tenías planes o algo por el estilo. Perdona a mi madre -- me dijo.
-- No tenía ningún plan, cariño -- coloqué mi mano sobre su mejilla -- ¿No quieres que te lleve al hospital? -- ella rió levemente y bajó la mirada.
-- No Lisa, no creo que sea para tanto. Prometo que voy a llamar para una cita con mi médico.
-- ¿Estás segura? -- le pregunté. Ella volvió a reír y se acercó a besar mi mejilla. Sentí una estúpida sensación en medio del pecho.
-- Ya puedes irte tranquila, estoy bien. Y gracias otra vez, amiga -- dijo y comenzó a caminar hasta entrar al edificio. Solté la respiración que contenía.
-- Amiga...¿Es una puta broma? -- murmuré -- no sé si podré con eso Jennie.
Los días siguieron pasando y yo decidí volver a la normalidad, eso quiere decir, antes de conocer a Jennie. Ella quería ser amiga de Lalisa Manoban, entonces iba a ser amiga de la verdadera Lalisa Manoban. Era miércoles y no había entrado a ninguna de mis clases, es más son las 11 am y recién acabo de llegar a la universidad. Divisé como Jennie se acercaba a mí.
-- ¿Qué te sucede? -- me preguntó y miró el reloj en su muñeca -- ¿Acaso no has visto que hora es?
-- No -- le dije sin mucho interés. Comencé a caminar y ella caminó a mi lado.
-- ¡Lisa! ¡Estás por reprobar el semestre!