Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 21

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Jennie me estaba asesinando con la mirada, mientras yo a ella me la comía con la mía. Rosé estaba concentrada en decirme algo pero aún no lo hacía.
-- Chicas, chicas ¿por qué no nos calmamos un poco? -- dijo Dahyun. Las tres la miramos, asentí con la cabeza y volví a mirar a Jennie.
-- De verdad estoy dolida -- le dije y volví a tocar mi pecho -- Jamás lo pensé de ti, te veías tan correcta.
-- Y ahora la ves incorrectamente deseable ¿verdad? -- dijo Rosé -- Hagamos un trato prima, te consigo una noche con ella y me cedes tu cama.
-- Hecho -- le dije sin vacilar.
-- ¡Hey! ¿Acaso mi dignidad vale menos que una buena cama? -- le preguntó Jennie sin poder creerlo.
-- Por mi pobre espaldita, sí -- le dijo la rubia.
-- Esa no es manera de convencerme Rosé.
-- Y tampoco creo que sea la adecuada -- acotó Dahyun.
-- ¿Lo ves? Eso es ser una amiga -- dijo Kim y se acercó para abrazar a la rubia de anteojos.
-- Está bien, está bien -- dijo mi prima -- mmmh ¿qué tal un beso?
Jennie la miró fijo por unos cuantos segundos, soltó un leve suspiro y me miró.
-- Está bien -- le dijo y se puso de pie para acercarse a mí y cuando estuvo lo suficientemente cerca se puso de puntas. Sus labios rozaron los míos -- ¿Puedes agacharte un poco? No llego.

Bobamente obedecí a su petición. Me incliné hasta quedar a su altura y chocamos despacio contra nuestros labios. Cuando intenté mover mi boca para obtener un poco más de ello, se alejó -- Listo, su cama ya es tuya Rosie.
-- Pero ¿Acaso yo no tengo poder de palabra? -- pregunté.
-- Ese es el máximo grado de intimidad que lograrás conmigo, Manoban -- me dijo.
-- Lisa, lleva mis valijas al cuarto ¿si? -- dijo mi prima.
-- Yo creo que es justo -- habló Dahyun.
-- ¿Tú solo hablas para hundirme? -- le pregunté -- ¿Por qué me odias? No, no es justo. Ese no es el trato Rosie. O me das una noche con Jennie o no hay cama.
-- Jennie, ¡por dios! Dale lo que pide -- le rogó.
-- No, ya te dije que mi dignidad vale más que una cama.
-- Por favor, amiga. Por fiss -- le suplicó poniendo su mejor cara de sufrimiento.
Quizá lo consiga y al fin obtenga una noche con Jennie. De solo pensarlo ya me emociona más de lo que debería. Todos observamos como Jennie miraba fijamente a Rosé, de seguro estaba pensando en como negarse, decirle que ni loca lo haría. Posó su mirada en mí.
-- ¿Sabes, Lisa? Pensé que eres una dama...no sé, creo que fue una impresión errónea. Después de todo siempre te has mostrado tan generosa y respetuosa con las personas que quieres y como Rosé es tu prima...tu única prima por lo que sé y por como ella habla tan bien de ti, sobre lo mucho que te ama, pensé que el sentimiento era mutuo pero no...si la amaras y fueras una dama le cederías tu cama. Creo que me equivoqué contigo -- dijo y apoyó su mano en su pecho. Entrecerré los ojos y la miré fijo por unos segundos.
-- ¿Sabes que ese es un chantaje muy barato, verdad? -- le dije. Ella sonrió.
-- ¿Funcionó? -- me preguntó. Suspiré.
-- Si, funcionó -- tomé las valijas -- ¿estas son todas?
-- Si primita linda. Muchas gracias, te adoro, eres un encanto -- me respondió. Miré a Jennie.
-- Me debes una -- le dije mientras caminaba.
-- Cuando quieras -- dijo ella y las tres rieron divertidas.
Yo creo que de verdad está intentando volverme loca. Ella de seguro quiere jugar conmigo. Acabo de conocer a la verdadera Jennie Ruby Jane Kim, del mismo material que mi prima, fue creada solo para volverme loca. Aunque debo admitir que Jennie tiene algo que Rosé no, sabe cuando decir que no y dejarlo muy en claro, te enreda y te hace sentir un imbécil. Creo que tengo un boleto directo al infierno, a la locura y a mi perdición. Pero ella no podrá conmigo, terminará rendida a mis pies, eso te lo puedo asegurar.

La semana pasó bastante lenta a mi parecer, aunque algo divertida debo admitir. Jisoo intentó seducir a mi prima pero terminó siendo al revés. No deja de hablar de ella, ya me tiene aburrida. Por otro lado está Momo, que hace lo imposible para averiguar cosas sobre su angelito diabólico. Han caído más bajo de lo que creía, parecen unas idiotas detrás de unas faldas complicadas.
La hora de salida llegó, hoy es viernes. Bendito viernes, hoy saldría con la chica de la semana y ahora teníamos que juntarnos para arreglar unas cosas.
-- ¿A dónde vas tan apurada? -- me preguntó Rosé.
-- Tengo unas cosas que hacer -- le respondí.
-- Oye, ¿no te enojas si vienen Jennie y Dahyun a dormir hoy? -- dijo ella.
-- No, tranquila. Hoy saldré -- dije y ella sonrió.
-- Perfecto primita, te veo luego -- besó mi mejilla y apuró su paso.
Salí del salón y divisé a Irene a unos metros. Con discreción me acerqué y le hice un gesto para que fuéramos al gimnasio. Al llegar caminamos hasta detrás de las gradas. Ella sonrió y tomó mi corbata para acercarme y comenzar a besarme. La miré mientras nuestras bocas se unían y volvió a suceder, frente a mí estaba Jennie. Sus manos se colocaron alrededor de mi cuello y me acercó. Instantáneamente mis ojos se cerraron y la apreté más contra mí. Me encantaba besarla, sentirla. Dios, como me gusta Jennie. La levanté hasta apoyarla y bajé una de mis manos hasta el final de su corta falsa levantándola con cuidado, hasta que ella se alejó de mí.
-- Espera Lisa, estamos en la universidad -- dijo agitada. Al escuchar su voz me di cuenta de que jamás fue Jennie y el encanto desapareció. Ella me dijo algo más que no logré escuchar y solo acerté a asentir con la cabeza. Comenzó a acomodar su ropa y luego intentó besarme pero corrí el rostro y apenas alcanzó la comisura de mis labios.
-- ¿Qué sucede? -- me preguntó.
-- Nada linda, ve tranquila -- dije me alejé de ella. Frunció el ceño.
-- ¿Sabes? He notado que a todas le repites el apodo, pero solo le dices "cariño" a Jennie.
-- Eso no es cierto -- le respondí.
-- Si, puedo asegurarlo.
-- Pues entonces...no nada. Ve, ve, creo que será mejor que dejemos lo de hoy para otro día.
-- ¿Qué? -- preguntó.
-- Si...acabo de recordar que tengo un asunto y no podré verte, lo siento.
-- Tzuyu tenía razón -- me dijo -- estás distinta -- se fue dejándome confundida.