Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 57 (4/7)

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Llegamos a mi departamento y ella se acercó al refrigerador. Sacó el agua purificada y la miré extrañada.
-- ¿Qué sucede, cariño? -- le pregunté. Ella me miró.
-- Me siento extraña -- dijo. Algo preocupada me acerqué a ella -- lo que pasa es que...casi toda mi vida he visto a mis padres enfrentados y ahora...se me hizo muy extraño verlos de es manera.
-- ¿Por qué...se separaron? -- le pregunté y ella soltó un suspiró. Levantó su mano para acomodar mi cabello.
-- Sinceramente, creo que nunca supe la verdadera razón. Por lo que yo veía en ese tiempo, diría que fue la rutina. Mi padre llegaba siempre a altas horas de la noche de la oficina y mi madre se la pasaba de viaje en viaje buscando modelos o haciendo cosas que se relacionaran con su empresa. Un día comenzaron a discutir, mi madre le echaba en cara la falta de atención hacia ella y hacia mí y mi padre le dijo simplemente que ya no la amaba más y todo se fue a la mierda.
-- ¿Tú estabas presente? -- asintió.
-- Pero escondida debajo de la mesa...como una niña entrometida.
-- ¿Y ahora te sientes mal por qué estén juntos? -- sonrió.
-- No creo que estén juntos, probablemente ya deben estar matándose...o quizás ya cada uno se fue por su lado. Pero ya no pensemos en eso, tengo sueño.

Me acerqué más y la alcé en brazos.

-- Vamos a dormir nuestra primera siesta de novias -- le dije divertida y soltó una leve risa.
-- Y no implicará nada de lo que puedas estar pensando.
-- Oye, no todo en mí es querer hacerte el amor -- me detuve -- bueno, en realidad si pero aunque no lo creas, yo también quiero dormir.
Ella sonrió y mordió su labio.
-- Bueno, entonces vamos a dormir juntas, muy juntitas -- susurró y rozó mis labios.
-- Así me haces casi imposible querer solo dormir, mi amor -- le aseguré.

Soltó una leve carcajada y la llevé en brazos a la habitación. La apoyé en la cama y fui a bajar las persianas, para que la luz de la tarde no nos molestara. Me volteé hacia ella y se estaba quitando el pantalón.

-- ¿Qué haces? -- le pregunté. Alzó ambas cejas.
-- Me saco la ropa para dormir cómoda, no pienso dormir con esta ropa, solo me dejaré la remera, ¿tiene algo de malo?
-- No, para nada. Pero eres una tentación.
-- Por Dios, Lisa -- dijo divertida.
-- Entonces ¿yo también puedo dormir solo en ropa interior?.
Ella me miró y una sonrisa pícara apareció en su rostro.
-- Sí, si puedes.
Terminó de acomodarse y se acostó. Me quité toda la ropa incómoda y me acosté a su lado. La abracé contra mi cuerpo y besé su frente.
-- ¿A qué hora nos despertamos? -- le pregunté.
-- A la hora que sea -- se acurrucó más a mí y besó mi pecho -- Pero eso sí, cuando despertemos, tengo que ir a mi apartamento a ordenar un poco mis cosas y cambiarme de ropa.
-- ¿Me dejarás?
-- Solo por unas horas -- aseguró.
-- Pero ¿a quién abrazaré esta noche?
-- A nadie -- susurró -- Pero estaré en tus pensamientos...y quizás te llame antes de dormir.
-- O quizás yo aparezca por tu apartamento y no haga falta dormir sola.

Sonrió y se acercó a besarme. Aquella tonta necesidad de no soltarla nunca,
me atrapó.

-- Nunca pensé que terminaríamos así, ¿sabes? -- me dijo, alejándose apenas.
-- ¿No? -- le pregunté y acaricié su cabello -- yo sí.
-- No te creo.
-- De verdad -- la besé cortamente -- siempre supe que no te resistirías a mí.
Rió divertida y se volvió a apoyar en mí. Colocó sus piernas entre las mías y con su mano acarició mi espalda.
-- Te amo -- dijo. Sonreí y cerré mis ojos.
-- No más que yo a ti.

Llegué algo agitada a la universidad ya que se me había hecho realmente tarde. El Lunes llegó ¿pueden creerlo? Lo que quedaba de fin de semana se me pasó volando junto a Jennie. El domingo decidimos ir de picnic con Jane, ¿leen eso? ¡Picnic! Nunca en mi vida pensé que iría de picnic y menos tras los pasos de una mujer.

Por lo que vi, Jennie ya había llegado, su auto estaba estacionado. Ayer por la noche fuimos brutalmente separadas, ella se fue a su casa con Rosé y Dahyun, mientras que yo me quedé junto a Jisoo y Momo.

-- No puedes estar tan gobernada, Limario. Has estado con Jennie las 24 horas del día -- me había dicho Jisoo.
-- Pero no puedo evitar extrañarla -- me defendí.
-- Definitivamente, esta no es la Lalisa que conocíamos -- aseguró Momo.

Reí y salí de mis pensamientos. Entré al salón y para mi desgracia, el profesor ya estaba ahí. Me miró y me limité a disculparme. La busqué con mi mirada hasta encontrarla y ahí estaba, casi al final de la segunda fila sin nadie a su lado. Con cuidado me acerqué y sin decir nada me senté.

Ambas nos miramos. Sonrió y despacio se acercó a besar mi mejilla. Cuando se alejó, la miré con reproche.

-- Eso no es lo que yo quería -- me quejé. Ella rió por lo bajo y miró hacia el frente.
-- Estamos en clases, Manoban.
-- ¿Ahora soy "Manoban"? -- dije con cierta indignación.
-- Claro que eres "Manoban", tonta -- susurró.
-- Pues no me parece correcto.
-- ¿Qué cosa? -- preguntó volviendo su vista a mí.
-- Que te hagas la tonta, la que no somos nada aquí.
-- Pero si no me estoy haciendo la tonta, solo no quiero que me castiguen por tu culpa.
-- Nadie va a castigarte.
-- Manoban ¿quiere decirnos la respuesta? -- me preguntó el profesor.
Lo miré y toda la clase me miraba a mí esperando que dijera algo.
-- No la sé -- le dije.
-- Perfecto, entonces ¿puede hacerme el favor de dejar de conversar con su compañera? -- asentí.
-- Sí -- le respondí. El profesor volvió a lo suyo -- quiero mi beso.
-- No Lisa, ahora no -- me dijo.
-- Ahora, Kim.
Me miró fijo, tratando de intimidarme. Sonreí y me acerqué un poco más a ella.
-- Cuando digo que no, es no -- susurró.
-- Y cuando yo digo que sí, es si -- le aseguré.
-- Prefecto, me cansaron -- lo escuchamos decir. Ambas lo miramos -- las dos se van de mi clase.
-- Pero...-- dijo ella.
-- Pero nada, Jennie. Tomen sus cosas y salgan a conversar afuera -- sentenció.
Jennie se puso de pie y tomando en sus cosas, salió. Yo copié su acción y cuando la puerta se cerró atrás mío, se volteó a verme.
-- ¡Eres una tonta! -- se quejó enojada.
-- Oye, oye, oye -- la calmé y la acerqué a mí -- Tú no quisiste darme mi beso.
-- ¿Acaso no podías esperar? -- preguntó algo exasperada -- por tu culpa me voy a perder una clase más, no sé si así llegaré a titularme.

La acerqué más a mí, abrazándola por la cintura. Ella colocó sus manos sobre mi pecho para poner distancia entre ambas.

-- Solo necesito mi besito, ¿si? -- le dije. Me miró fijo y dejó de hacer presión en mi pecho. La distancia comenzó a desaparecer, hasta que al fin obtuve lo qué tanto necesitaba. Su boca comenzó a responder despacio a la mía y eso me hizo convencerme de que estoy siendo gobernada por esta mujer.
-- ¿Qué mierda significa esto? -- preguntó. Ella se alejó de mí y ambas lo miramos.
-- Kai -- dijo algo nerviosa. Uuuh esto se pondrá bueno.

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