CAPÍTULO 15

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Comencé a caminar para salir de la habitación y los pasos de Jennie fueron torpes detrás de mí, ya que yo tiraba de su mano para que lo hiciera. Giré mi cabeza para observarla.
-- Pero ¿Qué demonios haces? -- me preguntó.
-- Tú solo camina -- le dije y tiré más de su mano para seguir.
Kai salió de la habitación.
-- Jennie ¿a dónde vas?
-- Tenemos cosas que hacer -- respondí por ella.
-- ¡Jennie! Te estoy hablando -- insistió. Me detuve y volteé a verlo.
-- ¿Acaso no te has dado cuenta de que estás enfermo? Descalzo y en pie no ayudará a que te mejores, vuelve a la cama Jongin -- vi como su rostro cambiaba por la rabia.
-- ¡Jennie, vuelve aquí! -- le exigió de forma autoritaria, como si ella fuera un perro o algo así.
Jennie lo miró fijo por unos segundos y luego volteó a mí.
-- No soy una de tus criadas para hacer lo que quieras -- le respondió. Sonreí levemente -- Vamos.
-- Vamos, cariño.
Tuve unas tremendas ganas de ver la cara de Jongin pero no me di vuelta, así llegaríamos más rápido a la salida.
Al salir ella soltó con cuidado mi mano.
-- Ya no es necesario que me des la mano -- comentó.
-- Está bien -- Respondí y subí a la moto -- sube, vamos a un lugar.
-- ¿A dónde? -- me preguntó frunciendo el ceño.
-- Luego te diré.
Subió y prendí la moto para ir a lo de Sana. Sabía perfectamente que si le decía a donde iríamos, ella se negaría. Al llegar a la casa Jennie bajó primero y luego yo. La casa de Sana quedaba cerca de la universidad, no era gigante, pero si lo suficiente para una persona que vive sola.
-- ¿Podrías decirme en dónde estamos?
-- Ya lo verás -- dije y volví a tomar su mano para caminar a la puerta. Toqué el timbre y literalmente al segundo se abrió la puerta. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el rostro de la rubia al divisarme.
-- ¡Viniste! -- dijo contenta.
Sentí como la mano de Jennie apretaba con fuerza la mía, entonces con un leve tirón hice que saliera de atrás mío y la sonrisa de Sana se esfumó en menos de un segundo, sus ojos se clavaron con asombro y enojo sobre la pequeña morena. Yo solo sonreí como si nada cuando volvió a mirarme.
-- No sabía que vendrías acompañada -- dijo entre dientes.
-- Y desde ahora va a ser así casi siempre -- le respondí. Ella se tomó unos segundos para analizar lo que dije.
-- Entren -- sentenció y se dirigió al interior de su casa.
-- ¿Qué es esto? ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Acaso quieres vengarte de mí por ir a lo de Kai? -- me preguntó por lo bajo.
-- No, no es eso. Te traje como escudo anti-Sana -- respondí de la misma forma para que la rubia que estaba adelante no escuchara -- además no iba a dejarte sola con el cavernícola de Kai.
-- Me debes una grande, Manoban -- musitó. La miré de costado y le sonreí.
-- Demás está decirlo, cuando quieras te pago cariño -- le guiñé un ojo.
Sana detuvo sus pasos y se volteó a vernos, quizás nos escuchó.
-- Pueden tomar asiento ahí, ya traigo las cosas para el trabajo -- dijo de mala gana y se perdió por el pasillo.
-- Creo que ya no puede odiarme más porque no tiene la capacidad mental para hacerlo -- comentó la morena mientras se sentaba.
-- No le hagas caso, está algo loca -- me senté a su lado.
-- Si, por tu culpa.
-- Ya cariño, no me sigas regañando -- le pedí. Sana hizo presencia nuevamente y apoyó con algo de fuerza los libros sobre la mesa de centro. Despreocupada, Jennie sacó su celular y comenzó a escribir en el. Miré a Sana que se sentó al frente mío.
-- Bueno ¿y qué hay que hacer? -- le pregunté.
-- La profesora quiere que realicemos un análisis general de no sé qué cosa.
-- Análisis general del consumidor final -- habló Jennie sin dejar de mirar el celular.
Sana le lanzó una venenosa mirada y volvió la vista a mí. Traté de no reír pero se me escapó una pequeña carcajada haciendo enojar a la rubia.
-- ¿Y algo más? -- le dije para que se concentrara en el tema.
-- Eso y también un gráfico con las estadísticas del mes.
-- Bien, empecemos -- dije y tomé el papel, pero mis ganas de ir al baño me interrumpieron -- Sana ¿dónde está el baño?
-- Es la puerta de allí -- la señaló.
-- Ya vuelvo señoritas -- me disculpé.
Entré al baño e hice mis necesidades para volver. Detuve mis pasos al escuchar la voz de Sana.
-- Te lo advierto querida, será mejor que te alejes de Lisa.
-- Escuchame bien peliteñida -- le contestó Jennie -- Me parece que la tintura barata que utilizas quemó las pocas neuronas que tenías. Ya no me van tus estúpidas amenazas y si no quieres terminar peor que la otra vez, mejor cierra la boca.
-- Eres una... -- entre a la sala antes de que esto pasara a mayores. Reprimí una sonrisa, Jennie había dejado claro quien era más peligrosa.
-- Bueno, ahora si podemos comenzar -- dije al sentarme.
Los minutos pasaban y yo ya estaba volviéndome loca con todo esto.
-- Sana, linda...por favor pon atención, las cosas no son así -- esta era como la décimo quinta vez que le explicaba lo mismo. Ella soltó un risita. En serio me arrepiento de dormir con esta chica.
-- Es que no lo entiendo -- me sonrió.
Miré de reojo a Jennie y seguía en su celular. Solté un suspiro.
-- No importa Sana -- le dije -- ¿Puedes traer algo de beber, por favor?
Ella asintió y se puso de pie para ir a la cocina. Volteé a ver a Jennie y ella hizo lo mismo.
-- ¿Qué sucede?
-- No soy una genia, ni siquiera pongo atención en clases pero dime por favor que no fue mi imaginación la completa falta de, ya no inteligencia, sino de SENTIDO COMÚN en Sana -- le dije. Ella sonrió levemente.
-- Vamos Manoban ¿acaso no conoces a la clase de chica que tenías frente a ti? No tiene ni dos dedos de frente y cree que ya tiene el mundo en sus manos -- Respondió y volvió a su celular.
-- ¿Qué haces en tu celular?
-- Estoy jugando -- contestó sin levantar la vista.
-- Ayúdame -- le imploré. Volvió su vista a mí y sentí muchos deseos de besarla, pero no a la fuerza, tenía ganas de besarla y que ella estuviera completamente de acuerdo con ello. Soltó un suspiro y guardó su celular para acercarse a ver la hoja del trabajo que tenía en mi mano. Más rápido de lo que hubiese esperado ambas habíamos terminado el maldito trabajo. Con personas así, si da gusto trabajar.
-- Gracias -- le susurré y le guiñé un ojo cuando Sana venía de regreso. Colocó una bandeja con jugo y comida en la mesa.
-- Traje algo para comer también -- sonrió. Me puse de pie y tomé la mano de Jennie para que también se parara.
-- Gracias, es muy amable de tu parte Sana -- le sonreí -- pero ya he terminado el trabajo, perdón por no esperarte pero tengo asuntos importantes que atender.
-- Pero...
-- Nos vemos el Lunes -- dije mientras empujaba levemente a Jennie hacia la puerta -- no te olvides de llevar el trabajo por favor. Adiós y gracias por tu hospitalidad.
-- Adiós -- escuché su voz apagada a mis espaldas. Salimos de la casa y seguí caminando hasta llegar a mi moto. Ella se giró a verme.
-- ¿Qué? -- pregunté.
-- ¿Sabes? Me dio pena -- dijo. Sonreí.
-- ¿Qué cosa?
-- La rubia mal teñida.
-- Cariño, no le tengas pena ya te dije que está algo loca. Ahora sube a la moto, vamos a un lugar que conozco muy bien.
-- No, no quiero ir a ningún lugar contigo -- se negó.
-- ¿Por qué no?
-- Porque eres una persona horrible, una insensible, absolutamente nada te importa...ni siquiera lo que esa loca sienta -- sonreí y negué con la cabeza soltando un suspiro.
-- Sí, soy todo eso pero vamos, me hiciste un favor ¿no? -- dije. Ella asintió -- Vamos a tomar algo. Momo y Chu estarán esperándonos ahí, ustedes se agradan -- intenté convencerla.
-- ¿Cómo sé que no me mientes?
-- ¿Acaso crees que yo sería capaz de hacerte algo? -- le pregunté. Me miró fijamente a los ojos por unos segundos y luego sonrió levemente.
-- No -- dijo negando con la cabeza.
-- Bien -- sonreí -- ahora hazme el favor de subir a Emma ¿si?
Ella asintió como niña pequeña y subió para luego hacerlo yo. Arranqué y manejé hasta el bar.
-- Oye ¿se puede saber que fue eso de "MI Nini"? -- me preguntó de la nada. Sonreí divertida mientras seguía manejando.
-- Es una forma de expresarme, cariño -- ella se giró a verme.
-- ¿Cómo si yo fuera un territorio?
-- Si, mi territorio.
-- En tus sueños, Manoban.
-- Y en los tuyos también, cariño -- dije y besé su mejilla. Ella me miró con recelo.
Era de noche, casi las 21 pm. La tarde se nos había pasado en la casa de Jongin y luego en la de Sana. Al llegar, Jennie bajó y observó a su alrededor. A lo lejos divisé como dos personas se acercaban. Eran Jisoo y Momo.
-- Hey ¿Qué hacen aquí? -- preguntó Momo mientras se acercaba y nos saludaba con un abrazo al igual que Chu.
-- ¿No se te ocurrió llevar a Jennie a un mejor lugar, Lalisa? -- me preguntó Chu indignada. Me encogí de hombros y negué.
-- Jen, disculpa la falta de sensibilidad de Manoban, no sé que pudo pasar por su cabeza al traerte aquí -- dijo Momo.
-- ¿Acaso es un lugar muy malo? -- preguntó la morena.
Ambas asintieron como respuesta.
-- Sí, no es un lugar para un cita -- dijo Jisoo.
-- Exacto -- Momo me miró -- Jennie merece un mejor lugar, Limario.
-- Chicas, primero que nada esto no es una salida, cita o algo por el estilo y segundo, son un amor -- les sonrió con dulzura.
-- ¿Ya terminaron de ridiculizarme frente a Nini? -- les dije y ambas me miraron sorprendidas y luego Chu negó con la cabeza -- vamos, entremos.
Al entrar lo primero que nos invadió fue el humo y el olor del tabaco y marihuana. Debido a la hora el lugar ya estaba lleno de gente. Vi como Jennie lo analizaba, desde las chicas y chicos con poca ropa que le coqueteaban a los o las que venían a pasar el rato hasta las personas que ya estaban a punto de coger en un rincón del lugar. Ella me miró
-- Aquí no solo se viene a bailar y beber, también hay "personas de compañía" -- le aclaré y volvió a observarlas -- Pero solo se meten con mayores de 21 años.
-- Y dime Jennie, ahora que Lisa es tu incómoda garrapata ¿te ha caído mejor? -- preguntó Chu. Ella sonrió.
-- Mmmh pues...hay veces en las que es insoportable...pero te acostumbras -- dijo divertida.
-- Me ama, pero es demasiado terca para aceptarlo -- dije. Momo se giró a verme.
-- A mí me parece que es otra la que no quiere aceptarlo -- murmuró.
La miré mal y nos sentamos en una de las mesas del fondo. Jennie seguía mirando todo, como si lo estuviera inspeccionando.
-- ¿Te gusta? -- llamé su atención.
-- El lugar está muy bien ambientado, es lindo.
-- Espera a cuando realmente empiece la fiesta -- musitó Jisoo. La pateé por debajo de la mesa. Siseó e intentó devolverme el golpe pero se lo dió a Momo. Jennie bajó la cabeza para reír.
-- Ya basta, dejen de comportarse como niñas, vamos a pasarla bien -- dijo.

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*Holaa💜
Tal vez en un rato publique unos capítulos más😊, se viene divertido...espero que lo disfruten.

Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora