Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 29 4/6

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No podía creer lo que Rosé me estaba diciendo, Momo no pudo haber hecho una estúpidez como esa.
-- Si, ya tenemos una parejita armada ¿no son lindas? -- me preguntó.
-- Tengo que hablar con Momo, estoy completamente segura de que estás mintiendo.
-- No, no estoy mintiendo, ¿por qué lo haría?
-- Porque eres...una...una...
-- ¿¡Una qué, tonta!? ¡Yo no soy nada y si no me crees, llámala y verás que tengo razón!
-- ¡Eso mismo haré!
-- ¡Perfecto! ¡Adiós!
-- ¡Adiós! ¡Y no llegues muy tarde! -- le seguí gritando.
-- ¡Está bien! ¡Cuídate! -- Siguió usando el mismo tono que yo. Colgó y no pude evitar reír, Rosé siempre lograba provocarme risas, hasta en el momento menos pensado.
Como dije que iba a hacerlo, llamé a Momo y la llené de preguntas, para al final confirmar que si era verdad lo que la loca de mi prima había dicho. Una de mis mejores amigas, tenía novia, ¿entienden eso? ¡NOVIA! Y era nada más y nada menos que un angelical demonio. Pobre de ella, el mini infierno que le espera.
Al día siguiente me levanté con tiempo de sobra para ducharme y desayunar. El maldito Lunes había llegado y con el un nuevo comienzo de semana. Salí del edificio y estaba por prender mi cigarrillo hasta que una voz llegó a mi mente.
"No vuelvan a fumar sin antes haber desayunado..."
Como si ella estuviera por ahí, guardé el cigarrillo en la cajetilla y me subí a la moto para irme a la universidad. Al llegar al estacionamiento divisé a mis amigas.
-- ¿Cómo están? -- les pregunté al bajarme de la moto.
-- Mejor que tú -- respondió Jisoo
-- ¿Por qué? -- dije sin entender.
-- Por tu cara -- le siguió Momo -- tienes cara de estar como perturbada...
-- No, estoy bien no tengo nada -- Aunque tenían algo de razón, ayer había estado demasiado preocupada pensando en Jennie. Tal vez ya no me sentía tan así, pero mi rostro demostraba lo contrario.
Divisamos como dos chicas venían riéndose, eran Dahyun y Rosé. Los ojos de Momo se iluminaron y su sonrisa de idiota apareció de inmediato. La pequeña rubia le sonrió de la misma forma hasta quedar cerca de ella y se dieron un corto beso en los labios.
-- Buen día, bonita -- La saludó Momo.
-- Buen día, preciosa -- le respondió la otra. ¡Oh Dios, esto era demasiado cursi!
-- ¿Ya dejaron la cursilería? -- les pregunté. Rosé rió divertida.
-- Te mata la envidia -- me dijo mi prima.
-- No sabes cuánto, estoy muriendo -- dije irónica. Las cuatro rieron y comenzamos a caminar. Le di una mirada a nuestro alrededor por si cierta morena aparecia, pero nada.
Llegamos al salón las cuatro, Dahyun ya se había ido a su clase. Nos acomodamos y luego la profesora entró. La clase comenzó y traté de poner mi atención en otra cosa, Jennie no estaba para molestarla, así que me quedaba Rosie para hacerlo pero no era lo mismo.
La puerta del salón se abrió y una radiante Jennie entró con una sonrisa de oreja a oreja. Tenía un aura muy distinta a la de los otros días, parecía estar relajada y en completa armonía. Se veía realmente hermosa.
-- Tarde señorita Kim -- le dijo la profesora.
-- Lo siento -- se disculpó -- aquí tiene mi permiso para llegar tarde hoy -- le dio el papel y caminó hasta llegar al asiento al lado de Rosé. Mi prima le dijo algo y ella asintió, espere a que me mirara pero nunca sucedió. ¿Qué le hice para no merecer ni siquiera una corta mirada?.
La clase se me hizo lenta hasta que el timbre sonó y todos salimos. No dejé de seguir con la mirada a Jennie, hablaba efusivamente con mi prima. Me alejé de mis amigas y me acerqué.
-- Hey ¿Qué hacen?
-- ¿Sabes? Me llamaron de la rectoría, luego te sigo contando Rosie -- dijo sin quitarle la mirada y se fue.
-- ¿Me puedes decir que demonios le sucede? -- le dije a mi prima.
-- No lo sé -- comenzó a caminar pero la detuve.
-- Si lo sabes y vas a decírmelo -- le dije mirándola amenazadoramente.
-- Sabes muy bien dónde puedes meterte esa mirada ¿verdad? -- me empujó el brazo para pasar.
-- ¡Ya vas a querer mi habitación, Roseanne! ¡Vas a llorar por ella! ¡Y no te la voy a dar! -- le grité.
Me fui a unos de los jardines, necesitaba fumar un cigarrillo pero me detuve al verlo parado ahí, con su cínica sonrisa.
-- Te soltaron, Jong-in -- le dije.
-- No podían tenerme ahí para siempre, Manoban -- reí por lo bajo y lo miré con diversión.
-- ¿Te gustó la celda? Es un lugar muy parecido a ti.
-- Si, puede ser...-- Respondió y se acercó un poco más -- ya sé la verdad de todo Manoban ¿y sabes? No estoy enojado o algo por el estilo, es más, quería pedirte perdón.
-- ¿Perdón? ¿Por qué?
-- Por como me comporté, no quería hacerte daño -- ahí estaba de nuevo la sonrisa irónica -- actué así porque pensé que tenías algo con Jennie...
-- Y lo tengo.
-- Ya quisieras -- se acercó más y me miró despectivamente -- conozco perfectamente a Jennie, de pies a cabeza, conozco su forma de ser, su forma de pensar...y sé que todo lo que dijo fue solo para sacarte de allí. Lo entiendo totalmente, ella haría cualquier cosa por una AMIGA
-- Pues no sé si sea muy de amigas acostarse -- dije relajada.
-- Jennie no se acuesta con cualquiera y mucho menos con tipas como tú, que tienen más nombres de mujeres en su cama que la de un motel de mala muerte.
-- A ella parece no importarle.
-- Como digas Lalisa, ya entendí como es la cosa. Tú estás loquita por ella pero ni te registra y por eso andas tan "extraña" últimamente.
-- Si no quieres terminar peor que la última vez, mejor cállate -- le advertí. Se alejó y puso las manos en el aire.
-- Tranquila, tranquila, no quiero pelear solo venía a decirte que ya no sigas esforzándote por querer mostrar algo que no sucede.
-- Está bien, puede ser que aún no me haya acostado con ella, pero ¿quién te aseguró que no lo haré? Falta menos de lo que imaginas -- dije muy segura de aquello. Volvió a tener esa mirada desafiante, él sabía que yo hablaba en serio.
-- Eso lo veremos.
-- Si quieres nos puedo grabar y así aprendas lo que es el buen sexo, tal vez te ayuda.
-- Infeliz...-- murmuró.
-- Tranquilo Jong-in, no quiero pelear, solo quería decirte que dejes de esforzarte para ser un imbécil, te sale bien naturalmente.
-- ¿Pasa algo, amiga? -- Me preguntó Jisoo apareciendo detrás de Kai y luego apareció Momo.
-- No, nada chicas. Solo intercambiaba opiniones con Jong-in ¿no es así? -- le pregunté, me miró y luego se fue sin decir nada.
-- ¿Qué quería? -- preguntó Chu.
-- Nada, solo es un pobre idiota -- dije despreocupada.
Las horas comenzaron a pasar y la actitud de Jennie no mejoraba. No me hablaba, ni me miraba. De verdad creo que ella quiere acabar conmigo y luego contarlo como un logro en su vida. Mi humor empeoraba y ya ni yo me soportaba.
-- ¿Qué sucede, Limario? -- Preguntó Jisoo.
-- No me molesten -- les aconsejé mientras tiraba la colilla del cigarro con fuerza.
-- Ya sé lo que te tiene así -- continuó Momo. La miré de reojo advirtiéndole que no se hiciera la graciosa -- No has tenido de tu medicina ¿verdad?.
-- ¿Cómo lo supiste? -- pregunté mientras seguíamos caminando.
-- Ni siquiera tu padre logra ponerte de ese humor -- me aclaró la pelinegra -- no tener sexo te afecta más que nada.
-- Lo que Momo dice es cierto -- la apoyó Chu -- Lalisa, tú definitivamente eres ninfómana.
-- Una sexo-dependiente -- agregó la otra.
-- No puedes estar mucho tiempo sin el, te volverías completamente loca.
-- Es que no puedo entenderlo -- exclamé nerviosa -- ¡no logro acostarme con ninguna! ¡No me provocan nada! ¡Estoy con ellas y...y no...no me excito!
-- Pues claro -- dijo Momo soltando un suspiro -- tantos años de desenfreno tenían que cobrar su factura -- fruncí el ceño ante su tonta teoría.
-- Apenas tengo 19 años, no me jodas -- dije y volví mi vista al frente.
-- ¿Y hace cuánto que no pasas un mes sin acostarte con alguien? -- me preguntó Chu. La miré extrañada y me puse a pensar en eso.
-- No...nunca -- dije y las miré consecutivamente -- ¿debería...debería ver a un médico?
-- Me parece amiga que tu carrera sexual ha llegado a su fin. Debiste pensar un poco antes de usarlo tanto -- aseguró Momo dándole una corta mirada a mi parte inferior.
-- Claro que no debemos ser pesimistas, estamos en el siglo XXI, existen tratamientos y diversas formar de solucionarlo -- me alarmó aún más Jisoo.
-- Ya Chu mira su cara, la estamos asustando -- le dijo Momo divertida -- Lili, lo que a ti te pasa es más claro que el agua.
-- ¿Qué es? -- le pregunté esperanzada.
-- Necesitas un psicólogo -- sentenciaron ambas al unísono.
Mi mirada se distrajo con su silueta caminando descaradamente al salón.
-- No -- aseguré y ambas miraron en la misma dirección que yo lo hacía -- Lo que yo necesito acaba de entrar a ese salón y me esta volviendo loca.
Ambas se miraron entre sí y entramos. La divisé sentada junto a Rosé, mi prima me miró y sonrió pero Jennie ni siquiera levantó su cabeza.
No logro entender que demonios le pasó. Ayer estaba todo bien, se quedó a cuidarme...estábamos muy felices y ahora no somos nada. No le quité la vista en ningún momento y estoy completamente segura de que ella lo notaba, estaba muy consciente de que la miraba. Todos hemos sentido ese peso de cuándo alguien te observa demasiado ¿no? ¡Pero aún así no era capaz de mirarme! Y yo ya no puedo tolerar su indiferencia, su desprecio, su...su forma de ser. Todo lo que me sucede es por culpa de ella, TODO. No he podido acostarme con nadie porque probablemente ella me tiró una maldición o qué se yo...
¡Oh Manoban! ¡Pero escucha lo que estás pensando! ¿Una maldición? ¿Qué estúpidez es esa? Lo único que necesito para volver a ser yo, es acostarme con Jennie Kim y sacarme de una vez estás malditas ganas que le tengo, no me dejan vivir en paz. Solo eso, simplemente...eso. Todas las tonterías y cursilerías que me dijo Somi el otro día eran absurdas, yo solo necesito S-E-X-O con ella y asunto arreglado.
Primero tengo que arreglar las cosas con ella, pedirle disculpas y volver a tener confianza, entablar una especie de...''amistad'' para luego llegar a la cama, pero maldita sea, ¿cuánto tiempo me llevará lograr eso?
-- ¡LISA! -- la voz de Jisoo me sacó de mis pensamientos. La miré.
-- ¿Qué?.
-- Ya terminó la clase.
-- ¿Cómo? -- comencé a mirar alrededor y ya no había nadie en la sala.
-- De verdad ya me asustas -- comentó Momo.
-- Bueno, no importa -- me puse de pie -- salgamos de este maldito lugar de una vez.
El resto del día se me hizo más lento y pesado, la indiferencia de Jennie me hacía sentir un poco más...impotente.

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