Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 2

°~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~°

Después de que la profesora me enviara a dirección, el rector me dió un sermón en el cual ni siquiera supe que decía después de la frase "Lalisa Manoban, tan pronto en dirección", me perdí en mis pensamientos a penas me senté, recordando ese beso.

Divisé como Chu y Momo se acercaban a la mesa de la cafetería en la cual me encontraba.

- La hiciste buena esta vez - Momo me acusó con una sonrisa mientras se sentaba a mi lado.
- Nunca me enorgullecen mis impulsos -me encogí de hombros.
- Caíste en dirección el primer día que vuelves y ni siquiera son las 10 am - se rió Jisoo.
- Así es - sentencié.
- ¿Y qué tal? -
- Creo que el rector y la secretaria están tomándome afecto. Me invitaron un café, unos bocadillos y él se fumó un cigarro conmigo mientras me decía la importancia de causar una buena impresión en esta Universidad debido a las altas personalidades que se pueden encontrar aquí.- rieron con ganas.
- Ya no saben que hacer contigo - dijo Momo.
- ¿Llamaron a tu padre? - me pregunto Jisoo y yo me encogí de hombros.
- No - contesté secamente - ahora prefieren tratar directamente conmigo, creo que mi padre le pidió no recibir llamadas cada 5 minutos por mis estupideces. Además no está en el país.
-Viaje de negocios - infierieron ambas.
- Fiesta - sentencié con seguridad.
- Me gusta como trabaja tu mente Lili - me guiñó un ojo Momo.
- Mira quién viene ahí - dijo Chu divertida - parece enfadada.

"Ay no, Sana, no por favor" pensé.

No estoy de humor para tratar con ella ahora mismo. Me volteé con temor y sonreí inmediatamente al ver que era la chica nueva y echaba chispas por los ojos. Me puse de pie.

- Lo siento - me disculpé cuando estuvo cerca y detuvo su brusco andar.

Estuvo interesante ese beso y no me arrepiento de habérselo dado pero estuvo mal haberlo hecho sin su permiso.

-¿Te arrepientes? - me preguntó haciendo un esfuerzo por controlarse.
- No- fui sincera y recibí un puñetazo. Esto era extraño, normalmente dan cachetadas. Me sobé. - ¿Y eso por qué fue? - pregunté inocentemente.
- ¡Por besarme sin preguntarme antes! - exclamó y giró sobre si misma para marcharse.

La tomé del brazo y la jalé hacia mí.

- ¿Puedo besarte? - le pregunté
- ¡No! - intentó soltarse de mi agarre.

La tomé por la cintura y la sujeté con firmeza. La volví a besar mientras forcejeaba para soltarse. La besé de la misma manera que antes pero esta vez fui algo más ruda. Todavía me ardía la quijada por su culpa. Se quedó quieta y dejo caer sus brazos a los costados, sus ojos miraban fijamente los míos mientras mi boca seguía sobre la de ella. Me alejé despacio y cubrí su boca con mi mano derecha antes de que gritara.

- Dijiste que te enojaste porque no te pregunté - me justifiqué con una sonrisa de autosuficiencia - Nunca dijiste que no podía besarte si te negabas -

Las chicas rieron levemente detrás de mí y sus ojos se le hicieron llorosos por un corto momento, los cerró y al abrirlos pude ver esa mirada de decisión de nuevo. Vi a donde se dirigía su vista y me imaginé lo que estaba pasando por su cabeza en este instante para atacar. La giré para que me diera la espalda y la apoyé en mi pecho, así podría tener la parte más sensible de mi cuerpo lejos de sus rodillas, pero bastante cerca de su trasero. No pude evitar sonreír.

- Ahora, discúlpame por mi atrevimiento- negó con la cabeza- me temo que debo insistir. Por favor siéntate con nosotras. - volvió a negar - Esta bien, supongo que quieres conservar algo de tu orgullo e irte - ella asintió - Y si te dejo golpearme...¿te quedarías?- le pregunté casi rogando.