Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 25

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Lo miré con todo el odio que podía tener. Maldito bastado, juro que me las va a pagar de la manera más dolorosa.
-- No hay más preguntas -- dijo su abogado.
-- ¿Usted tiene más preguntas señor Kim? -- el juez se dirigió a Jin.
-- Sí su señoría, las tengo -- se puso de pie y caminó hasta donde Jongin estaba -- Señor Jong-in ¿por qué cree que la señorita Manoban lo atacó?
-- Porque es una lunática -- Respondió.
-- Según sé la señorita Manoban tiene un impecable historial psicológico. No tiene ningún problema mental -- dijo y giró a mirar al jurado -- Entonces queridos miembros del jurado ¿ustedes creen que lo golpeó porque sí? Algún motivo tuvo que tener ¿Cuál fue el motivo señor Jong-in? -- Kai guardó silencio y compartió una mirada con su abogado -- no hay más preguntas para el señor Jong-in, su señoría.
-- Puede retiraste Jong-in -- le dijo -- Señor Kim ¿tiene alguien para interrogar? ¿Testigos?
-- Sí -- Respondió -- Llamo al estrado a la señorita Jennie Kim.
Cuando se puso de pie, todo el mundo la miró. Caminó al estrado y se sentó, el hombre con el libro se acercó a ella para hacer el juramento.
-- ¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad?
-- Lo juro -- Respondió al poner su mano sobre el libro. Jin se acercó a ella.
-- Bien Señorita Kim, ¿usted conoce al señor Jong-in? -- le preguntó Jin.
-- Si -- dijo asintiendo.
-- ¿Podría decirnos de hace cuánto?
-- Conozco a Kai desde hace 2 años, lo conocí en unas vacaciones que tuve con mi padre.
-- ¿Podría describir como es él? Según lo que usted pudo conocer.
-- Kai es un chico dulce, atento y respetuoso, cuando quiere -- habló ella -- pero tiene un serio problema, es demasiado celoso.
-- ¿Celoso? -- dijo Jin -- ¿Podría contarnos un poco más sobre eso?
-- ¡Objeción! -- exclamó el abogado de Kai -- ¿Qué tiene que ver la vida personal del señor Jong-in con esto?
-- No da lugar -- dijo el juez y miró a Jennie -- Prosiga.
-- Kai y yo comenzamos una relación amorosa algunos meses después de conocernos. Antes de eso todo era perfecto hasta que comenzaron los celos. El problema de sus celos, es que no eran normales, eran posesivos y hasta irracionales. Aguanté esa situación porque en verdad lo quería y quería intentar algo con él, hasta que decidí terminar con lo nuestro, sus celos me estresaban.
-- Entonces ¿usted nos está diciendo que el Señor Jong-in es celópata?
-- Si -- afirmó.
-- ¿Usted conoce a la señorita Manoban? -- ella posó su mirada en mí y juraría que esta vez tenía algo diferente.
-- Sí.
-- ¿Puede contarnos sobre eso?
-- A Manoban la conozco hace un mes. Ella y yo vamos a la misma universidad, al igual que Kai.
-- ¿Usted podría decirme algunas cosas acerca de la señorita Manoban?
-- Ella es una dama y respetuosa. Desde que la conozco he presencido lo amable y generosa que se muestra con las personas que conoce y siempre encuentra la manera de hacerte reír.
-- Señorita Kim ¿usted tiene algo con la señorita Manoban? -- ella me miró nuevamente respondiéndo a mi mirada.
-- Sí -- dijo ella y sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho. Ella iba a mentir para sacarme de aquí.
-- ¿Hace cuánto?
-- Hace 2 semanas -- Jin miró al jurado.
-- Una joven pareja que acaba de empezar ¿no les parece tierno? -- preguntó y todos rieron por lo bajo. Se acercó nuevamente a Jennie -- ¿Cree usted que eso tiene que ver con lo que sucedió ayer entre el señor Jong-in y la señorita Lalisa?
-- Estoy completamente segura de ello -- respondió.
-- ¡Maldita seas, Jennie! -- exclamó Jong-in
-- ¡Vuelve a levantarle la voz y te arrepentirás imbécil! -- le advertí.
-- ¡Orden, orden! -- el juez elevó su voz provocando silencio -- Prosiga.
-- Lisa jamás actuaría sin provocación. No la conozco de hace mucho, pero si lo suficiente. Siempre está tranquila y pasiva, le gusta compartir tardes con sus amigas y no es celosa...bueno, quizás un poco pero de manera normal. Estoy segura de que Kai se enteró y fue a buscarla -- dijo y su voz sonó temblorosa al final, abarcando la atención de todos.
-- Pone atención primita -- Rosé me susurró acercándose lo que más pudo a mí.
-- Lo único que yo quiero es que ella salga de aquí. Ustedes...ustedes no tienen idea de lo terrible que fue para mí ayer, enterarme de que ella estaba aquí -- dijo sollozando -- yo...la quiero y ella no es una mala chica, sé que ella también me quiere.
-- Tranquila señorita Kim -- le dijo Jin y le cedió un pañuelo. Jennie sonó su nariz y soltó otro sollozo. Miré al jurado y algunos miraban con ternura a la morena.
-- ¿Acaso no puedes dejarme en paz, Kai? -- le preguntó directamente -- ¿no te cansas de querer volverme loca?
-- ¡Eres una cualquiera! -- le gritó.
-- ¡No permitiré que le hables así a mi cariñito! -- le grité poniéndome de pie.
-- ¡Guarden silencio o los encerraré a ambos! -- exclamó el juez. La corte estuvo en silencio nuevamente.
-- Lo único que pido es que piensen bien antes de tomar una decisión. Sé que ella hizo unas cuantas cosas malas en el pasado pero, ella cambiará, lo prometió y yo me aseguraré de que cumpla...
-- Sí, por supuesto que por ti si lo haré cariño -- le dije en voz alta llamando la atención de todos.
-- No tengo más preguntas, su señoría.
-- Señor Do ¿Tiene preguntas para la señorita Kim? -- le preguntó el juez al abogado de Kai.
-- No, su señoría -- habló él.
-- Puede volver a su lugar señorita Kim -- Le dijo el juez
-- Gracias -- susurró ella.
Se puso de pie y comenzó caminar a su puesto. Cuando ya iba a pasar por mi lado me paré y me acerqué a ella.
-- Señorita Manoban, siéntese -- me ordenó el juez. No le presté atención.
-- Tengo que besarte para que sea más real -- le susurré.
-- No -- me respondió en el mismo tono.
-- Sí -- dije y me incliné hacia su rostro. Capturé sus labios de manera suave cerrando automáticamente los ojos, como siempre pasaba cuando la besaba o creía hacerlo. Todo lo que estaba a nuestro alrededor pasó a segundo plano. Para mí solo era ella, ella y esta maldita sensación que me trae loca. Sus labios se dejaron mover suavemente sobre los míos.
-- ¡Jovencitas! -- elevó la voz el juez. Jennie se separó rápidamente de mí.
-- Lo siento -- se disculpó.
-- Su señoría, usted no tiene idea de lo feo que es pasar una noche alejada de esos labios -- le dije.
-- Vuelva a su asiento, señorita Manoban -- me dijo. Asentí y volví a sentarme. Volteé a mirar a Jennie, ella solo negó con su cabeza y luego miró al frente. Creo que no debí hacer eso pero no pude aguantarme.
Uno de los miembros del jurado se levantó y le entregó un documento al juez, este lo leyó y luego volvió su atención a la audiencia.
-- La sentencia está decidida -- habló. Respiré profundamente y me imaginé lo que iba a ser pasar unos dos o tres años ahí. Cerré los ojos y espere a escuchar -- El jurado ha decidido absolver a la señorita Lalisa Manoban bajo fianza, esta será de dos mil dólares.
Solté el aire que estaba aguantando en mis pulmones. Miré a Jin y él me sonrió, escuché a lo lejos un festejo y risas, eran Chu y Momo.
-- ¡Mierda! -- exclamó Kai -- ¡son todos unos incompetentes que no saben nada!
-- Señor Jong-in ¡cálmese! -- le ordenó el juez.
-- ¡Y usted más que ningún otro! -- le dijo -- ¿!Cómo es capaz de dejarla libre!? ¿¡Dónde demonios consiguió su título teniéndo esa lógica!? ¡Es una puta loca agresiva!
-- ¡No voy a tolerar esa falta de respeto a mi autoridad! -- le respondió -- ¡Quedará bajo arresto! -- y le dio la orden a los guardias. Vimos como luego se lo llevaban al mismo lugar en el que estuve yo.
Rosé se acercó y me abrazó, esta vez pude responderle con todas las ganas que había acumulado.
-- Te juro que estaba muy preocupada primita -- me dijo. Me alejé y le sonreí.
-- Lo sé, tonta -- le dije divertida.
-- Pensé que ibas a quedarte en ese horrible lugar.
-- Pero como puedes ver, no fue así.
-- Bueno, ya damos por terminado esto -- habló el juez -- Señorita Manoban, es libre de retirarse...pero a la próxima vez no habrá perdón.
-- Lo entiendo -- le contesté -- ¿Qué harán con Jong-in?
-- Lo dejaré un noche para que aprenda a comportarse -- me contestó.
-- ¿No pueden ser dos? -- pedí.
-- Lo siento, pero no -- asentí divertida. El juez se puso de pie y se fue, los miembros del jurado empezaron a hacer lo mismo. Mis amigas se acercaron a mi. Momo me abrazó con mucha fuerza, como si llevara años sin verme.
-- Pensamos que te pudrirías adentro -- dijo contenta Momo.
-- Si, hasta estábamos haciendo los turnos para traerte cigarros -- agregó Jisoo.
-- Y gracias a dios no fue así -- dijo Rosé alegre y me volvió a abrazar.
-- Salió mejor de lo que esperé -- comentó Jin -- y todo fue gracias a la señorita Jennie.
Me puse a buscarla y no estaba por ningún lado.
-- ¿Dónde está? -- pregunté
-- Recién se fue -- dijo Rosé.
-- ¿Cómo que se fue? -- le pregunté confundida. Corrí rápidamente a la salida para alcanzar a encontrarla. Salí y la divisé caminando.
-- ¡Jennie! -- la llamé. Comenzó a caminar más rápido, entonces me puse a correr de nuevo hasta que logré alcanzarla. La tomé del brazo y la detuve.
-- ¿Qué quieres? -- preguntó nerviosa.
-- ¿Qué pasa? -- le pregunté.
-- ¿Qué pasa? ¡Pasa que trato de ayudarte y tú te aprovechas! -- me dijo enojada.
-- ¿Lo dices por el beso? -- dije algo confundida.
-- Dime ¿qué necesidad tenías? Bastante hice poniéndome en contra de Kai, no debiste hacer eso.
-- Lo siento, lo siento -- me disculpé.
-- ¿De verdad lo sientes? -- preguntó con el tono firme y enojado aún.
-- Realmente...no -- contesté.
-- ¿¡Lo ves!? Eres...eres una cínica.
-- Espera un segundo...
-- Ya no te quiero cerca -- dijo apretando los dientes -- ¡ni como amiga ni como nada!.
-- Pero Jennie...
-- ¡Pero Jennie nada! ¡me cansé Lisa, realmente me cansé! -- exclamó exasperada -- ¡Me cansé de tu inmadurez, de tu cinismo, de tu falta de consideración!
-- No es la primera vez que te beso...
-- Lo sé, pero fue la última -- sentenció. Sentí una presión en mi pecho -- ¿querías una respuesta directa? Entonces la tendrás, ¡NO! ¡No tienes ninguna posibilidad!
-- ¿Así lo quieres? -- dije algo molesta.
-- ¡Sí, así lo quiero! ¡Ya no me mires, ya no me hables! ¡Has de cuenta que no me conoces! Y quédate tranquila, no me verás en tu casa, le diré a tu prima que venga a la mía o nos juntaremos en la casa de Dahyun...
-- Pues aún así no vas a deshacerte de mí -- le comenté.
-- Si lo dices por la oficina de mi mamá, haré como si no estuvieras ahí. Pero esto se acabó y espero que ahora si haya quedado bien claro -- comenzó a caminar dejándome con toda la bronca del mundo.
-- ¡Ya volverás, Jennie! -- le grité fuerte para que me escuchara.
-- ¡Eso lo veremos! -- me contestó.
-- ¡Loca!
-- ¡Imbécil!
Me quedé ahí, quieta, mirando como desaparecía su silueta. ¡Al demonio! ¿¡Quién la necesita!? ¡Era yo quién tenía que terminar esto cuando me cansara de ella!

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