Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 49

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-- Sé perfectamente donde estás metida y tienes exactamente dos horas para estar en mi casa. Te quiero sola...deja a tu "acompañante" donde te plazca, pero no la traigas ¿entendiste? -- me dijo. Me tensé al instante al escuchar su maldita voz.
¿Cómo demonios se había enterado de que estaba aquí? ¿Acaso el imbécil estaba siguiéndome o algo así?.
-- Hijo de puta -- musité.
-- Y más te vale que me hagas caso...o verás las consecuencias, Lalisa -- colgó.

Apreté con fuerza el celular, cerré los ojos y traté de estar calmada, pero se me estaba haciendo difícil. Sentí una mano sobre mi hombro, me giré y era ella, Jennie.

-- ¿Pasa algo? -- me preguntó preocupada. Solté un suspiro y acaricié su mejilla.
-- Debemos irnos -- le dije y bajé mi mano para acariciar su labio con mi pulgar.
-- ¿Por qué? -- preguntó confundida.
-- No puedo explicártelo ahora, cariño, solo sé que debemos irnos -- la besé cortamente.
Fuimos hacia donde estaban mi madre y Ryan. Ambos me miraban preocupados debido a la expresión facial que debía tener.
-- Lo siento mamá, pero tenemos que irnos -- le dije. Ella se acercó a mí y me acarició la mejilla.
-- Era tu padre, ¿verdad? -- susurró por lo bajo.
-- Sabe que estoy aquí -- le contesté. Sonrió levemente y me abrazó.
-- Él ya no puede hacerme nada, Lili...que sus tontas amenazas ya no te controlen, cualquier cosa que él te diga es mentira. Marco perdió el control sobre mí hace exactamente un año -- me calmó y con cuidado la alejé para poder mirarla.
-- Entonces...¿Ya no hay peligro? -- pregunté con algo de duda.
-- No, ya no hay peligro. Pero sé como es, así que ve y hazle saber que ya no le temes...pero por favor no pierdas el control Lisa, es tu papá -- me pidió. Asentí y besó mi mejilla para luego alejarse completamente.
-- Más tarde, cuando todo esté arreglado, voy a llamarte -- le dije.
-- Estaré esperando con ansias esa llamada, hija.

Los tres nos acompañaron hasta la puerta principal y Sorn ya no sonreía como cuando llegamos.

-- ¿Qué pasa, enana? -- le pregunté agachándome hasta estar a su altura.
-- No quiero que se vayan -- me dijo sin dejar de mirar el suelo. Levanté su rostro con mi mano e hice que me mirara.
-- Prometo que nos veremos de nuevo, eres mi hermanita y cumpliré bien mi rol de hermana mayor -- le aseguré, provocando su sonrisa. Luego miró a Jennie.
-- ¿Tú también cumplirás bien tu rol de cuñada, verdad? -- le preguntó y Jennie la miró asombrada.
-- ¿Qué es eso de "rol de cuñada", Sorn? -- la regañó mi madre -- ¿De dónde has sacado eso?
-- Lo vi en una telenovela en casa de la abuela -- se defendió haciéndonos reír.
Salimos de la casa y caminamos hasta el auto de Jennie.
-- Prometo que esto pronto va a acabar, mamá -- le dije y ella me sonrió dulcemente.
-- Lo sé mi amor, cuídense. Adiós Jennie y gracias de nuevo por traer a mi bebé de vuelta -- le dijo y la morena le sonrió.
-- Gracias a usted por haberla traído al mundo -- le respondió y la miré algo sorprendida. Ella me miró y al instante se dio cuenta de que eso salió inconscientemente de su boca. Se sonrojó y apartó la vista de mí.
-- Adiós, chicas -- se despidió Ryan. Me acerqué a abrazarlo.
-- Por favor cuídalas -- le susurré.
-- Eso haré, tranquila. Tú cuidate y cuida a Jennie, es una chica increíble -- me dijo al oído, asentí y me alejé.
-- Adiós -- se despidió Jennie de todos antes de subir al auto.
Miré una última vez a mi hermana y a mi mamá, sonriéndoles. La pequeña Sorn agitó su mano y eso me llenó de alegría.
-- Cuídate enana y no comas tantos dulces...te harán mal -- le dije.
-- Está bien, hermanita -- me respondió sonriente.
-- "Hermanita"-- susurré divertida y me subí al auto.

Jennie prendió el auto y arrancó. Volteé para ver como volvían a entrar a la casa y soltando un leve suspiro volví mi vista al frente. Miré de reojo a Jennie y ella aún seguía sonrojada.