Mi Pequeña Obsesión~[JENLISA] [G!P] (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 26 1/6

Hola de nuevo💜 lo pensé y dije ¿por qué no hacer una maratón?...Así que aquí tienen 6 capítulos más.
Disfruten y voten💜.

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Luego del juicio volví a mi departamento con mi prima y mis amigas. Rosé se preparó para ir a lo de Jennie, me dijo que desde ahora se iban a juntar ahí por mi culpa. Pues eso es mejor para mí, ya no tendré que llegar y...verla.
Jisoo y Momo se sentaron al mismo tiempo en el sillón.
-- ¿Y qué pasó con Jennie? -- preguntó Chu. Solté un agobiado suspiro y me senté en el espacio entre a ellas después de darles su plato de comida. Habíamos pedido pizzas.
-- Es una loca -- dije irritada.
-- Pero que bien que esa loca te salvó el pellejo ¿vieron su actuación? -- habló Momo.
-- Fue increíble, casi me hace llorar -- agregó Jisoo.
-- Ya dejen de hablar de ella -- sentencié.
-- ¿Qué sucede? ¿Estás sensible hoy?
-- preguntó con una sonrisa Hirai.
-- No me molestes -- le advertí. Tomé un poco de mi botella de cerveza y luego mordí mi pedazo de pizza.

''¿Querías una respuesta directa? entonces la tendrás. ¡NO! ¡No tienes ninguna posibilidad!''

¡Condenada y mil veces condenada seas Jennie!

Luego de comer, estuvimos viendo películas hasta que nos dió sueño. Ordenamos todo y nos acomodamos para dormir, las chicas se quedarían a dormir aquí. Me acosté en el colchón mirando al techo, Jennie no salía de mi cabeza, me atormentaba y no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera ella.
Levanté la cabeza para mirar a mis amigas y ambas ya estaban dormidas. Sin hacer ruido, me puse de pie, tomé el celular y salí al balcón. Cerré la puerta para que no escucharan y caminé hasta la baranda y recargarme sobre ella. Comencé a marcar el número de su casa, Rosé me lo había dado por si acaso. comenzó a sonar pero nadie contestaba. Corté y lo hice de nuevo. Sonó y sonó, hasta que al fin contestó.
-- ¿Hola? -- escuché su dormida voz. No dije nada -- ¿Hola?...¿Hay alguien?...Holaaa -- dijo elevando un poco la voz -- ¿Jimin, eres tú?
-- ¿Quién es Jimin? -- pregunté impulsivamente.
-- ¿Manoban? -- preguntó con sorpresa
-- Te hice una pregunta pregunta directa, espero una respuesta directa -- le dije.
-- ¿Acaso no ves qué hora es?
-- ¿Quién diablos es Jimin?
Guardó silencio por unos segundos, solo escuchaba su respiración y por un momento, deseé poder escuchar esa respiración cerca de mi oído.
-- Si te contesto ¿me dejarás en paz? -- dijo calmada.
-- Solo dímelo -- le pedí.
-- Un viejo amigo...
-- ¿Qué clase de amigo? -- pregunté al instante.
-- ¿Acaso es un interrogatorio judicial? Según yo, tu juicio ya acabó y no tengo que responderle preguntas a nadie, así que mejor deja de molestar y déjame dormir ¡de una vez! -- me dijo.
-- ¡Ahora tú vas a escucharme...! -- el interminable sonido del final de la llamada me interrumpió. Me había cortado.
Con cuidado alejé el celular de mi oreja y respiré profundamente para calmarme.

Al día siguiente me negué rotundamente a ir a la universidad, pero Jisoo me amenazó con destruir a Emma si no me movía, así que a regañadientes accedí. Desayunamos algo rápido y salimos. Antes de llegar, Momo se desvío del camino, había dicho que tenía que ir a buscar unas cosas.
''Hoy me animaré al fin''

Dijo por último. Jisoo y yo nos miramos algo extrañadas pero decidimos dejarlo pasar. Llegamos y la gente caminaba apresurada. Estábamos por llegar tarde, una vez más, pero eso ya ni me importaba en lo más mínimo.
Mi amiga y yo divisamos el elegante auto de Jennie. Al estacionarse, ella bajó al mismo tiempo que Rosé y Dahyun lo hacían. Las tres reían divertidas caminando. Rosé nos miró, dijo algo y al instante las otras dos nos miraron.
La sonrisa de Jennie se esfumó al posarse sobre mí. Revoleó los ojos y suspiró levemente. Comenzaron a acercarse a nosotras.
-- Buen día -- saludó alegre mi prima.
-- Hola, Rosie -- dijo y le sonrió Jisoo. Mi prima le devolvió la sonrisa.
-- Buenos días -- dijo Dahyun sonriéndonos también.
-- Buen día, Dahyun -- le respondí.
-- Hola Jisoo, ¿cómo estás? -- habló Jennie.
-- Muy bien, Jen ¿y tú?.
-- Mejor que nunca -- aseguró.
-- ¿Acaso has perdido tus modales? -- le pregunté. Ella me ignoró y miró su reloj.
-- Chicas, creo que ya deberíamos entrar o se nos hará más tarde -- le dijo a sus amigas. Volvió su vista a Jisoo -- ¿Dónde está Momo?
-- No lo sé, dijo que iba a buscar unas cosas.
Le iba a decir algo hasta que sentimos como alguien llegaba. Nos volteamos a ver y era Momo, se bajó rápidamente de su auto y corrió hacia donde estábamos. La miramos extrañadas, ya que traía un lindo ramo de flores. Agitada se acercó a Dahyun y está se impresiono.
-- Dahyun...-- dijo levemente agitada -- sé que piensas que soy...una idiota y puede ser que tengas razón pero...pero te juro que ya no me siento tan así. Me siento distinta cada vez que te veo, porque eres eso que yo necesito para...ser una mejor persona...
-- Aaaaw ¿escuchas lo que está diciendo? -- preguntó enternecida Rosé.
Volví a mirar confusa a mi amiga, ¿qué demonios estaba haciendo?
-- También sé que no tuvimos un buen comienzo, no te di la mejor de las impresiones, pero quiero demostrarte que puedo ser muy diferente a la chica que conociste...¿me dejas? -- le preguntó y le tendió el ramo de flores.
La pequeña rubia recibió atónita el ramo, como si no pudiera creer todo lo que Momo le acaba de decir. Todas estábamos expectantes a su respuesta.
-- Vamos Dubu, dile algo -- le susurró Jennie.
-- Yo...-- habló nerviosa -- yo...también creo que podrías cambiar -- le sonrió y se acercó a Momo para besarla apasionadamente. Rosé con mucha discreción nos hizo un gesto para que comenzarámos a alejarnos.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, Jennie y Rosé comenzaron a celebrar, Chu y yo las miramos extrañadas.
-- Es un amor -- dijo la morena.
-- ¿Quién hubiese imaginado que Momo pudiera decir palabras tan lindas? -- preguntó mi prima.
-- Fue demasiado tierna.
-- ¿Tú crees que Jimin haga lo mismo? -- le preguntó Rosé. Me concentré en prestar más atención a lo que decían. Jennie me dirigió una leve mirada.
-- No lo sé, solo dijo que iba a llamarme, aún espero que lo haga -- le contestó.
Sentí un gran nudo en mi garganta. Quería golpear algo, especialmente alguien llamado Jimin. Un celular comenzó a sonar, las dos se miraron sorprendidas. Jennie lo sacó de su bolso y le mostró la pantalla a Rosé.
-- ¡Es él, es él! -- dijo entusiasmada mi prima --¡Atiéndelo!
-- ¿Tú dices? -- preguntó insegura.
¡No lo atiendas! ¡Cuelga! ¡Ódialo! ¡Aborrécelo! Tanto como a mí...
-- ¡Vamos tonta, contesta! -- le exigió mi adorada y tierna prima.
-- Jimin, hola -- dijo cuando atendió. Miró a mi prima y sonrió divertida -- Claro que estaba esperando que me llamaras...
Ambas comenzaron a caminar alejándose de nosotras. Jisoo se giró a verme.
-- Amiga, creo que deberías decirle a tu cara que es hora de sonreírle un poco a la vida -- me dijo apoyando su mano en mi hombro.

El viernes se me pasó lento y frustrado. Esa noche tenía planeado salir con una chica que iba un año más adelante pero juro no tenía ni cabeza ni ganas, así que lo cancelé. Una vez más rechazo otra salida, ¿cuántas van ya? ¿Cuatro, cinco? Mierda, eso nunca me había pasado.
Todo lo que me pasa es culpa de Jennie...maldita sea. Quiere enloquecerme pero no lo va a conseguir. Primero soy yo, segunda soy yo y tercera soy yo, así es mi vida y al que le gusta bien y al que no, bien también.
El sábado me desperté más temprano de lo normal. Hoy tenía que trabajar con Chaerin, que mejor momento para acercarme a ella y demostrarle que no me provoca celos, como ella seguramente planea.
Llegué a las oficinas y subí entusiasmada, quería verla y que ella viera lo bien que yo estaba, aunque no fuera tan así. Llegué al piso y salí del ascensor para caminar al salón de siempre, pero mis pasos se detuvieron al verla hablando con un chico. Ambos reían divertidos y lo miré bien. Aquel chico se veía medio..."delicado".
Vestía un pantalón color beige, una camisa blanca y un pañuelo color dorado rodeaba su cuello. Su cabello estaba muy bien peinado y juro que tenía mejor cutis que todas las modelos que estaban aquí. Lo escuché reír con Jennie de nuevo.

-- ¡No puedo creer que le hicieras eso al pobre de Kai! -- dijo entre risas golpeando levemente el brazo de Jennie.
-- ¿Lo conoces? -- me preguntó Chaerin acercándose.
-- ¿Es Jimin? -- le pregunté sin dejar de mirarlos.
-- Sí, es el famoso Jimin. Estudió fotografía con Jennie y desde entonces son muy buenos amigos, aunque Jimin es más una amiga que un amigo -- dijo sonriendo.
-- Puedo notarlo -- dije asintiendo. La miré y le sonreí abiertamente -- ¿Necesitas que empiece a hacer algo?
-- ¿Puedes ir a buscar a la oficina de al lado el historial de modelos? -- me preguntó.
-- Por supuesto, jefa -- le dije con mi mejor sonrisa y salí de ahí.

¡Ja! No puedo creerlo, el famoso Jimin batea para el otro equipo. Por supuesto, ella quería darme celos y no ha funcionado...bueno, tal vez un poco pero nada fuera de lo normal.
Escuché que alguien venía y me giré hacia la puerta. Era ella. No dijo nada y se acercó a una de las mesas. Sonreí por lo bajo.
-- Así que ¿él es Jimin? -- le pregunté. No me respondió -- ¿Es gay?
-- ¿Hablas de Jimin? -- dijo sin mirarme -- ¿Cuál es el problema? -- me miró.
-- Ninguno, es solo que tu intento de darme celos no funcionó -- dije. Ella comenzó a reír, la miré divertida, nunca la había visto reír de esa forma.
-- ¿Mi intento de darte celos? -- dijo divertida -- ¿De qué hablas? Yo nunca quise darte celos.
-- ¿A no? ¿Entonces por qué no me dijiste desde un principio quién era?.
-- Te dije claramente que era un viejo amigo, allá tú con lo que pensaste. Además ¿Quién te crees? ¿El ombligo del universo? Mi vida no gira entorno a ti, Lisa.

¡Pero la mía si gira entorno a ti en este momento!

La miré fijo y sonreí levemente. Me alejé de la mesa y me acerqué un poco a ella.
-- Pues has un esfuerzo para que no se te note que te mueres por mí, se te ve feo -- le dije. Negó con la cabeza y suspiró.
-- Eres intratable...ahora sal de mi camino que Jimin me espera para hacer un fotos.
Quiso salir, pero me puse en su camino. Me miró fijo a los ojos.
-- ¿No me extrañas ni un poquito? -- le pregunté. Sus ojos se desviaron de los míos para mirar hacía otro lado.
-- No, para nada -- contestó rápidamente -- ¿sabes? hasta he estado mejor. Tenías razón con lo del otro día, yo te hacía más mal que bien, al igual que tú a mí. Así que alejadas estamos perfectamente bien...¿No lo crees?
La miré a sus ojos intentado ver alguna respuesta a lo que me sucedía. ¿Qué diablos era? Una maldita obsesión que no va a dejarme en paz, hasta que la haga mía. Solo necesito eso para volver a la normalidad.
-- No, no estoy de acuerdo -- le dije y salí de allí antes de hacer una locura.

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