Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)

Capítulo 21

- Siéntate - le dije preocupada empujandolo con delicadeza en la cama.

- Pensé que primero tendríamos que besarnos, pero si quieres pasar al siguiente paso..

- Cállate - rodee los ojos y caminé hacia el baño escuchando su exquisita risa.

- Vamos, solo estaba jugando - regresé con el botiquín.

- Bueno, yo no - saqué un algodón y le puse algo de alcohol.

- ¿Que harás? - preguntó curioso.

- Te limpiaré y desinfectaré las heridas - sonreí.

- ¿Y arderá?

- No.. claro que no.

- Que bueno por que.. ¡Aah! - reí a causa de su grito.

- ¿Qué se te hace tan divertido? ¡Dijiste que no me iba a arder!

- Vamos, solo estaba jugando - lo imité ganándome una mirada entrecerrada de él.

- Bien jugado, Cyrus

- Gracias - empecé a limpiar la herida de su brazo, lo veía apretar la mandíbula pero no dijo nada.

- Listo - terminé de limpiar su herida.

- Te falta una - señalo hacia su estómago.

- Ay, por favor...

- ¿Qué? No tiene nada de malo - dijo alzando las cejas.

- De acuerdo, levantate y quitate la camisa.. o lo que queda de ella - se levantó con una de sus sonrisas burlonas, se quitó la camisa haciendo que casi me desmaye. Agarré otro algodón, le eché mas alcohol y me agache un poco para poder limpiarle la herida del abdomen.

- Ya - dije después de unos minutos.

- Genial - se dejó caer en mi cama quedando acostado.

- ¿Se puede saber que te paso? - tiré los algodones y me senté a su lado.

- No - me contestó con los ojos cerrados.

- Por favor, te ayude a limpiar las heridas. Merezco saber.

- No te interesa - dijo aún con los ojos cerrados.

- Si no me interesara, en primer lugar no te hubiera dejado entrar a mi cuarto.

- Ese es tu problema - lo golpee en la herida del brazo.

- ¡HEY! - chilló, abriendo los ojos - ¿Qué te pasa? Agradece que eres mujer.

- No cambies el tema y dime.

- De acuerdo - se levantó quedando sentado junto a mi - Fuí a mi departamento y ahi me tendieron una emboscada unos 6 hombres y me atacaron..

- ¿Qué? Pe-pero ¿porqué?

- Por que son unos cabrones - me sonrió forzadamente, volviendose serio de nuevo.

- Eso no tiene sentido..

- Tampoco el que te preocupes.

- ¡Pues lo hago!

- ¿Y porqué deberías de preocuparte?

- Por que.. por que--

- ¿No será que estas enamorada de mi? - acercó su rostro.

- ¿Y--yo? ¿enamo-morada de.. ti? - buen momento para ponerme nerviosa.. sarcásticamente.

- Sí - se acercó mas.

- No lo creo.. tal-tal vez tú eres el que esta enamorado de--de mi.

- hmm, tal vez si.. tal vez no..

- ¿A qué te refieres?

- Me refiero a que.. hay que - nuestros alientos chocaron-comprobarlo - y diciendo esto junto nuestros labios haciendo un suave y dulce beso.. Jamás había sentido esto en mi vida, es decir, lo que siento por él. Estaba mas que enamorada.

Nos dejamos llevar, el beso era lento. Nos fuimos recostando, él encima de mi y el beso fué subiendo de tono. Podía sentir la intensidad del beso, puso una mano en mi cintura acariciandome suavemente mientras yo pasaba mis manos de su cabello, directo a su nuca y luego por los biceps bien trabajados, sintiendo su cortada haciéndome sobresaltar y él dando un gemido de dolor.

- Lo--lo siento - me separé.

- No importa - se sentó cerrando los ojos.

- Creo que debería de ponerte una venda -?me levanté.

- No es la primera vez que me pasa, no importa.

- Claro que si - agarré el botiquín y saqué una venda.

- Acércate - lo hizo, y enrollé la venda alrededor de la herida de su brazo, que era más profunda que la de su abdomen.

- ¿Porqué te preocupas tanto por mi? - me preguntó de repente.

- Yo.. no lo sé.

- Pues algo si es seguro. Te preocupas tanto por mí como yo de tí.

- ¿Qué quieres decir?

- No lo sé.. tal vez te me haces más que interesante, y créeme que esto solo lo he sentido una vez pero..-pensó unos segundos.

- Pero..- murmuré nerviosa.

- Pero nunca de esta manera..

- ¿Osea?

- Cyrus, escúchame bien y no me hagas repetirlo dos veces... Me gustas.