"¿Cómo es que llegamos a ésto?"
¿Amor? ¡JA! esa palabra no está en mi vocabulario. Seguí conduciendo la moto hasta llegar a un bosque y adentrarme por un angosto camino que había. Llegamos hasta un lugar tierroso despejado de árboles en donde se encontraba el pequeño lago en el que solemos reunirnos los chicos y yo a veces. Apagué la moto, saqué la llave y la metí en el bolsillo delantero de mi pantalón, para bajarme. Caminé unos cuántos pasos lejos de la moto.
- Uhm.. ¿Noah? - dijo esa dulce voz.
- ¿Si? - me volteé a verla.
- ¿Po-podrías ayudar a bajar? - miró hacia otro lado, ruborizandose. Caminé hacia ella.
- Pon los brazos al rededor de mi cuello - Acomodó sus brazos a mi alrededor, agarré su cintura y la alzé, para bajarla de nuevo a salvo.
- Gracias - sonrió tímida, solo levanté la comisura derecha de mis labios. Para darme media vuelta y caminar. A los segundos escuché sus apresurados pasos tratando de alcanzarme.
- Éste lugar es muy bonito - dijo cuando me alcanzó, detuve mis pasos cuando llegué a unas rocas que se encontraban al inicio del lago.
- Si, éste lugar lo usamos los chicos y yo para relajarnos. Es como nuestro lugar secreto - dije sin mirarla, subiendo por una roca para sentarme.
- ¿Y porqué me trajiste aquí? - la miré.
- Para que fuera la ocasión perfecta para que me cuentes.. ¿o ya se te olvidó nuestra plática, ángel? - estiré mis manos hacia ella - sube.
- No, no la he olvidado. ¿Tienes tiempo? - agarró mis manos, se impulsó para subir la roca y sentarse a mi lado.
- Lo que me sobra ahora es tiempo.
- Ok - se acomodó, mirando al lago.
- Puedes confiar en mi ¿sabes? - me miró - créeme.
- Ya no sé en que creer. Siempre estás en el momento justo e indicado para salvarme.. ¿eres una clase de ninja o algo así? - reí.
- No, solo soy un tipo vago que le gusta salvar lindos traseros - le guiñé un ojo.
- Mi trasero no es tan lindo - alargó el "tan"
- ¿Bromeas? ¿alguna ves lo has visto? - enarcó una ceja - Soy un hombre, no puedo resistirme - me justifiqué.
- Bueno, Mariana siempre dice que tengo un enorme trasero y que tenga cuidado de empujar gente - rió, a lo que yo reí también.
- Y tiene razón - hubo un silencio - ¿me podrías contar?
- Claro, es algo largo. Espero no aburrirte.
- Nunca lo haces, ángel. Cuéntame - suspiró resignada.
- Fue hace 10 años, cuando yo tenía 7. Yo siempre disfrutaba el tiempo que podía con mamá, fué como una madre y padre al mismo tiempo. Yo la adoraba, era mi ejemplo a seguir..
- ¿Y que más? Vamos, confía en mi 1 le rodee los hombros con mi brazo izquierdo, apoyándola.
Narra ________
- Bueno - suspiré pesadamente - fué un domingo lo recuerdo muy bien. Lo sé por que esos días siempre saliamos a comer mi mamá y yo a cualquier lado pero a pasar el tiempo juntas, ya que la mayoría de los días me los pasaba con mi nana. Ya eran pasadas dos de la tarde, yo ya estaba lista.. traía un vestidito verde limón y unos zapatitos color hueso, era su atuendo favorito - se me empezaba a cortar la voz, Noah me abrazó más fuerte para que continuara - Bajé silenciosamente por las escaleras, me gustaba asustar a mamá. Cuando llegué al último escalón pude ver a mi padre, me emocioné mucho por que casi no lo veía. Él estaba muy cerca de ella, pensé que se estaban reconciliando..
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Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)
Hayran Kurgu"Sinopsis" No me hables. No me mires. Ni siquiera te atrevas a respirar cerca de mi. No me agradas, no te agrado. Por que te empeñas en pasar aunque sea un segundo de tu día conmigo? Hablarme, molestarme, aunque sea mirarme? Somos como él agua y é...