Nos miramos directamente a los ojos mientras calmaba mi pulso. Él esta parado frente a la puerta, trae puesta una camisa negra, unos pantalones de mezclilla y unos supras negro con rojo, mientras su cabello esta desordenado pero a la vez tiene un orden, sus ojos cautelosos y una sonrisa burlona saliendo de sus labios.
— ¿Estas analizándome?
Y me ruborizo, ¿Tan obvia soy?
— No, no... claro que no -tartamudeo.
— No te preocupes, yo tambien te analizo y dejame decirte que te ves muy linda hoy.
— Gracias -le sonreí y quito la mano de mi pecho ya tranquila- ¿Qué haces aquí? -pregunto.
— Quería ver como estabas -se encoge de hombros.
— Estoy bien, un poco triste por Lottie pero a fin de cuentas... bien.
Él solo asiente.
— ¿Cómo esta Will?
— Él muy bien, ahora anda un poco estresado y triste pero lo superará. Yo sé que lo hará -hace un mueca.
— Bien -suspiro- ¿eso es todo?
— No, quería ver como estabas.
— Eso ya me lo preguntaste y como te dije--
— No -interrumpe sutilmente- me refiero a tí en el aspecto de... ya sabes.. ayer.
Ya capto.
— Oh, bueno... Estoy bien, digo, no era mi intención hacerte sentir incómodo.
— No era mi intención irme asi sin mas.
— Claro que no pero fue tu reacción -me encojo de hombros.
— Lo siento -dice repentinamente mientras mi cara se torna sorprendida.
— ¿Por--por que?
— No lo sé, por todo. Soy un tanto estúpido.
— No, claro que no lo eres. Yo soy la que se debería disculpar. No debí de haber dicho eso.
— Pero es lo que sientes.
— Si - Susurré.
Él me abraza y me siento en otro mundo, mi propio mundo. Escucho el latir de su corazón y un suspiro de su parte. Sus brazos son tan reconfortantes.
— Siento no haber dicho lo mismo -y mi mundo cae, ¿por qué?- Tú no te mereces a alguien como yo.
— ¿Cómo estás tan seguro? -me separo de él.
— Solo lo sé, te mereces a... alguien normal.
— Pero yo te quiero a tí.
— Y yo a tí pero simplemente...-se encoge de hombros.
— ¿Sólo eso sabes hacer? ¿encogerte de hombros?
— Me ha funcionado toda la vida.
Rodé los ojos.
— Te ves tan adorable cuando estas molesta -me pellizca las mejillas y no puedo evitar reir, este hombre es increible.
— No soy adorable -y recuerdo la vez en la que le pellizque la mejilla y también le decía que era adorable.
— ¿A no? -me suelta- ¿Y entonces que eres? -pregunta.
— Soy sexy -muerdo mi dedo índice en un intento de sensualidad.
Él ríe a carcajadas.
— Claro, claro que lo eres -dice tratando de ponerse serio.
Estamos en Diciembre. Es una noche algo fría, sin viento. Solo el clima es frio. Estoy frente al espejo mientras me decido entre el vestido verde pistache o el vestido gris con toques de lentejuelas. Entra una frágil brisa por mi ventana y tiemblo, me decido mejor por unos pantalones blancos ajustados con unas flores rosas dibujadas y una blusa azul con brillos azul marino y transparente por detrás.
En lo que me maquillo ligeramente me llega un mensaje de "llego en 5". Acomodo mi cabello en unas ondas, me pongo mis tacones negros y busco mi cartera azul. Escucho el claxon y corro escaleras abajo, sé andar muy bien en tacones por lo que no se me dificulta, hasta podría saltar si quiero.
Salgo y siento la fría noche, corro al auto y me subo en él. Saludo a Mariana que esta más que contenta por su nuevo auto que le regalaron sus padres, mientras vamos a nuestro destino ella me cuenta de como se le declaró Finn con lujo y detalles, mas detalles de lo que querría. Si, ya andan y ella está muy feliz.
Estaciona y salimos del auto, corremos a la fila esperando nuestro turno. Cuando llegamos al inicio de la fila pagamos y entramos al cálido y lleno Pub. La música retumba en nuestros oídos mientras caminamos hacia la barra en donde nos encontramos con las chicas.
— ¡Hey! -saludo por la música.
No escucho lo que me dicen pero estoy segura de que me saludaron.
— ¿Llevan mucho tiempo esperándonos?
— No, acabamos de llegar - contesta Noe.
— ¿Ya pidieron?
— Estoy en eso -contesta Anne mientras se voltea hacia el barman.
Volteo hacia Mariana quien ya no esta a mi lado y entro en pánico ¿se me perdió cuando veniamos?
— Se acaba de ir con Finn -me dice Sadie como si leyera mis pensamientos.
— Oh.
El barman nos trae varias bebidas, pero yo opto por la tequila. A parte de que es mi tipo de alcohol favorito, el tequila te calienta por dentro. Me lo tomé en dos tragos y sentí como entraba en calor.
A lo largo de la noche bailé con varios chicos y también tomé varias bebidas. Ahora bailaba con un chico el cual no recuerdo su nombre, el intentaba besarme pero yo corría la cara. Estaré borracha más no estúpida.
Y de repente la música paró y todos se empezaron a alejar de un lugar en específico. Noté que eran dos chicas, una le gritaba a la otra mientras la otra se miraba las uñas. Había un tipo con ellas pero él solo miraba divertido.
Pude notar que una de ellas era Esmeralda, pero a la otra jamás la había visto. Y sin previo aviso, un golpe. Esmeralda perdió el equilibrio mientras se tocaba la mejilla izquierda. Se abalanzó sobre la otra chica mientras todos gritaban "¡Pelea, pelea!". Como pude llegué hasta ellas y empujé a Esmeralda, la otra chica se montó en ella y la empezó a golpear.
— No te metas ahí, mejor diviertete conmigo -me susurró el tipo con el que había bailado mientras me abrazaba por detrás.
— No me digas que hacer, ¡Suéltame! -me empecé a retorcer pero cada vez el me apretaba más fuerte.
— ¡Me estas lastimando! -y me soltó.
Perdí el equilibrio. Unos brazos me agarraron de la cintura y me ayudó a sentarme en el suelo. Él golpeo al tipo que cayó como piedra al suelo, retorciendose de dolor.
— Cuando ella te diga que la sueltes, la sueltas ¿escuchaste? -le gritó Schnapp mientras lo agarraba del cuello, lo levantaba y lo dejaba caer más fuerte mientras éste chillaba de dolor.
La gente no sabía para donde mirar pero si que estaban entretenidos.
— ¡Golpealo Noah! ¡Más fuerte!-lo animaba mi borracha interna, ahora externa, él me volteo a ver y me guiñó un ojo, le mandé un beso y él siguió con lo suyo.
"Los puercos llegaron", se escuchó a lo lejos y toda la gente empezó a correr, yo miré a todos lados divertida.
Los chicos estaban con Esmeralda y la otra chica, mientras Will y Gilinsky asustaban al tipo que las miraba divertido hace un rato. Sentí unos brazos que me cargaron y me recargó en su pecho tipo "recién casados", sus ojos miel miraban a la multitud en busca de salida como un depredador, mi mirada se tornaba borrosa, solo veía la gente correr de un lado a otro. Y es lo único que recuerdo.
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Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)
أدب الهواة"Sinopsis" No me hables. No me mires. Ni siquiera te atrevas a respirar cerca de mi. No me agradas, no te agrado. Por que te empeñas en pasar aunque sea un segundo de tu día conmigo? Hablarme, molestarme, aunque sea mirarme? Somos como él agua y é...