capítulo 59

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Después de que comiéramos pizza como cerdos... Si, los dos. Noah me dejó en mi casa y quedó de llegar a las 9:00 de la noche, ya que tenía que arreglar algunas cosas con su familia. Entré y mi tía corría de un lado a otro.

- Que bueno que llegas- dijo notando mi presencia.

- Para que soy buena- dije caminando en su dirección.

- Necesito que me ayudes a ordenar todo- me aventó luces navideñas.

- ¿Y qué hago con esto?

- Ponlo.. Donde sea- caminó de nuevo de un lado a otro ordenando cosas "mal acomodadas"

Dí media vuelta y empecé a visualizar el lugar para las luces, en las escaleras no había nada, era el lugar perfecto. Caminé escaleras arriba y empecé a enrollar las luces en el barandal, al terminar busqué un enchufe pero estaba muy lejos de las escaleras.

- Tía...

- ¿Si?- dijo algo perdida mirando por la ventana.

- ¿Dónde esta la extensión para conectar las luces?

- En el sótano- dijo aún perdida.

- ¿Qué miras?- pregunté acercándome.

- Paul se ve guapísimo- dijo mordiéndose el labio inferior.

- Seguro- dije dándole el avión- iré por la extensión.

Abrí la puerta del sótano y prendí la luz, este lugar es algo escalofriante, nunca me ha gustado bajar pero no pasa nada, los monstruos no existen.

Bajé los escalones y empecé a buscar en las cajas alguna extensión, escuché como la puerta se cerró y dí un brinco. Se pudo haber cerrado por el aire, tomé una respiración y encontré la extensión, al dar media vuelta me encontré con algo que no me esperaba.

- Paul...

- _________, hola.

- ¿Qué haces aquí?- pregunté algo alterada.

- Celia me mando para ayudarte.

- Mentiroso - Susurré algo fuerte.

- Tal vez si, tal vez no... Sigues igual de vestida como hace rato..

- Si, acabo de llegar... No te interesa.

- Bien, como quieras.

- Con permiso, tengo que arreglarme- caminé hacia la puerta, pero él la obstruía y no se movió ni un centímetro.

- ¿Acaso no escuchaste? A un lado- le dije perdiendo los estribos.

- Y si no quiero, ¿Qué?

- Te voy a--

- ¡Oigan!- gritó mi tía desde arriba-

- ¿Si?- dije algo alto para que escuchara.

- ¿Ya encontraron el cable?

- Si, voy para haya- le grité de regreso, empujé por el hombro a Paul y corrí escaleras arriba para salir.

Una vez que abrí la puerta me sentí libre, tal vez los monstruos no existan pero los tipos escalofriantes, si.

- Tía yo voy a..- miré hacia atrás y lo ví saliendo por la puerta del sótano- a--al baño, si, me siento mal- toque mi estómago- ¿podrías conectar las luces tú? Gracias- le dí la conexión y corrí por las escaleras como si mi vida dependiera de eso.

- ¿Qué es lo que le pasa?- preguntó Paul abrazando a Celia por la cintura.

- No lo sé, creo que quería ir al baño- dijo Celia de lo más normal.

Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora