Bueno, creo que no fue buena idea decirle "Te amo", en serio... Le digo Te amo y él solo se va, ¿será que no me quiere tanto como yo a él? Mi yo interna empieza a negar con la cabeza y con una mirada reprobatoria, le aviento un zapato y le digo que se calle.
Camino hacia mi casa, me adentro en ella y prendo las luces, todo se ve tan solo, frío y vacío. Cierro la puerta tras de mí y sigo mi rumbo hasta mi habitación, me cambio la ropa por algo cómodo y me aviento a mi cama en busca de comodidad y calidez, me tapo con la sábana y cierro mis ojos sin darme cuenta que duermo con una sonrisa impregnada en el rostro.
Sol. Arena. Mar. Tres palabras que describen exactamente la playa, pero para mí es otra definición. Amor. Romance. Ternura. Eso es lo que pasé con Noah la pasada noche. Me quito mis gafas de sol y es de día, el sol esta resplandeciente y el agua de mar esta tranquila, pacífica. Me siento recargandome en mis manos, Noah no esta en la manta de cuadros escoceces conmigo. Miro a todos lados, ¿Donde está Noah?
Escucho galopes a lo lejos, ¿de donde viene? y de repente algo salta por encima de mí, algo blanco y realmente grande. Es un caballo blanco y en el viene montado Jaeden. Me sonrie y yo le sonrío de vuelta.
— ¿Qué haces aquí tan solita?
Intento hablar pero no puedo, enserio intento. Pero el solo sonrie.
— ¿Te gustaría dar un paseo conmigo?
Y de nuevo nada. Extiende su mano hacia mí. Otro caballo blanco llega y en él esta Ben, ¿Ben? ¿Qué hace él aquí?
— No le hagas caso— hace un ademán— Mejor ven conmigo, soy mas seguro me guiño un ojo.
— No, ella viene conmigo— le dice Jaeden.
— No, ella me prefiere.
— ¿Vienes conmigo?— dicen los dos al mismo tiempo mientras me miran expectantes, y yo sin habla.
— Largo, idiotas. Ella es mía— Volteo y es mi chico, él viene montado en un caballo negro. Trae su chaqueta de cuero, sus pantalones de mezclilla y unas botas negras. Se ve hermoso.
— ¿Quién te crees?— Dicen estos al mismo tiempo.
Noah no contesta. En cambio sus ojos pasan de miel a obscuridad, ellos simplemente se encorvan y se van en diferentes sentidos. Noah extiende la mano hacia mí y me sonrie, su mirada se vuelve avellana de nuevo y veo un ligero brillo en ellos.
— Entonces, ¿aceptas venir conmigo?
*ring*
Abro mis ojos de golpe. Todo fue un sueño, ¿Quién se atreve a despertarme de tan glorioso sueño? El celular sigue sonando y yo me estiro para alcanzarlo.
— ¿Hola? -digo con voz adormilada.
— ¿______? -Habla Noelia.
— Hola, Noe.
— ¿Estabas dormida?
— No, estaba practicando para cuando muera -le digo con notable sarcasmo.
— Ja-ja que graciosa, solo te hablaba para decirte que tienes que venir al aeropuerto rápido.
— ¿y eso? -pregunté mas despierta.
— Al padre de Millie lo ascendieron de puesto y se muda de país, vamos a despedirla, llega en 10 minutos.
— Estas consciente de que me acabo de despertar ¿no?
— Si, pero ¿y eso que? Tu vente de inmediato.
— Si, patrona.
— Claro, nos vemos -escuché su risa seguido de nada... me había colgado.
Me levanté y me cambié, me puse solo unos pantalones de mezclilla y una blusa rosa holgada, eran las 10 de la mañana. Bajé las escaleras y agarré mis llaves, al salir noté que el auto de mi tía no estaba. O se fué temprano o no llego en la madrugada.
Manejé hasta el aeropuerto donde se encontraban Millie, Noelia, Anne y Sadie, las cuatro tenían los ojos rojos.
— Hola -dije llegando y Lottie se abalanzó sobre mí.
— Te voy a extrañar -dijo entre lagrimas.
— Y yo a ti -respondí mientras le sobaba la espalda.
— Solo te estabamos esperando, el vuelo de Millie está a punto de partir- dijo Anne con la voz entrecortada y como no, si eran uña y mugre.
— Envíanos cartas y no te olvides de contactarte con nosotras, ¿de acuerdo? -Millie se separó de mí y solo asintió con la cabeza.
No abrazó una vez más a todas y partió.
— La voy a extrañar - susurró Ann.
— Todas lo haremos -la reconfortó Brook.
Salimos del aeropuerto y nos fuimos a un Starbucks que quedaba por ahí cerca. Pedimos cuatro cafes y unos cupcakes para acompañar. Nos sentamos en una mesa de cuatro, nadie decía nada, estabamos muy tristes.
Después de un tiempo comenzamos a platicar, Anne intervenía de vez en cuando pues se le notaba que no tenía ganas de nada.
— Oigan ¿y qué pasó con Will? -pregunte.
— Él se puso muy triste cuando se enteró que ella se iría del país, trató de detenerla, incluso quizo irse con ella pero.. -Sadie se encogió de hombros.
— Pero... - animé.
— Ella le dijo que no, que siguiera con su vida y que no creía en las relaciones a distancia
— Pobres, ellos se querían mucho -tomé de mi café.
— Pues así es la vida, la gente viene y se va -dijo Noe.
— Pero ella era todo para mí -dijo Anne.
Pasamos la mañana en starbucks consolando a Anne y al mediodía nos fuimos de compras, como era algo temprano casi no había gente. Nada mejor para despejar la mente que una buena salida de compras.
Comimos juntas y pasamos la tarde juntas, todas lo necesitabamos. Eran al rededor de las ocho de la noche cuando llegué a casa. Aún no había rastro de mi tía pero por lo que pude ver la luz de mi habitación estaba encendida. Tal vez llegó sin auto, no lo se.
Entré a la casa y habían algunas luces encendidas, subí las escaleras y ví una silueta pasar de un lado a otro en mi habitación.
Suspiré. Seguro mi tía me esta checando mis cosas. Al entrar no la ví. Dejé las bolsas a un lado y caminé hasta mi balcón el cual se encontraba abierto, lo cerré y escuché un portazo.
Salté y mi corazón latió a mil por hora, me di la media vuelta y ahí lo ví. Simplemente hermoso pero ¿Qué hace él aquí?
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Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)
Fanfiction"Sinopsis" No me hables. No me mires. Ni siquiera te atrevas a respirar cerca de mi. No me agradas, no te agrado. Por que te empeñas en pasar aunque sea un segundo de tu día conmigo? Hablarme, molestarme, aunque sea mirarme? Somos como él agua y é...