capítulo 49

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Tenía los ojos cerrados y como no, no los podía abrir. Me dolía mucho la cabeza y el sol que llegaba de alguna parte en particular, me estaba calando en los párpados. Mi sentido del olfato empezó a funcionar y comencé a percibir el olor de alcohol y un poco de cigarro ¿habré fumado anoche? Me dolía más la cabeza de tan solo pensarlo, abrí los ojos de poco a poco y pude reconocer la habitación. La habitación de mi moreno. Toqué por encima de mí y sentí una sábana que me tapaba del frío, no traía zapatos pero el vestido estaba intacto. Me levanté un poco de mi posición, oh, oh. Grave error.

Corrí hacia la puerta del baño y me agaché rápidamente en el wc vomitando puro líquido amarilloso, última vez que bebo, lo prometo. Después de varios minutos jalé la cadena y me levanté hacia el lavabo a limpiarme la boca, es asqueroso vomitar.

— ¿Te divertiste anoche?

Dí un salto y miré a través del espejo, Noah se encontraba detrás mio.

— Creo que se te está haciendo costumbre eso de darme paros cardiacos -le dije con la mano en el pecho.

— Contesta mi pregunta, ¿Te divertiste anoche? -preguntó de nuevo con la mirada fija en mí. Nos mirabamos a través del espejo.

— La verdad no recuerdo -coloqué una mano en mi cabeza- recuerdo chicos, ron, whisky, uhmm -pensé mas- una pelea. Es todo lo que recuerdo.

— Era de esperarse -se encogió de hombros.

— ¿Qué hago aquí?

Me voltee para encararlo.

— Alguien aqui se esta volviendo alcohólica -tocó la punta de mi nariz con su dedo índice.

— No soy alcohólica.

— Entonces debes aprender a manejar el alcohol -hizo una mueca- ya hablaremos de eso despues. Si me disculpas -hizo un ademán hacia la puerta del baño.

— ¿Me corres? -enarqué una ceja.

— Si quieres quedate y disfruta de la vista.

Y fué cuando noté que Noah se encontraba con el torso descubierto y con una toalla enredada en la cadera, algo floja, por lo que si pasaba una ventisca de aire la tiraría.

Me sonrojé por la idea y tambien por estar ante semejante hombre.

— A menos a que quieras que disfrutemos juntos -se acercó a mí tan rápido que no lo ví venir, su cara a centímetros de la mía.

— Acabo de vomitar -le dije en un susurro.

Soltó una risa ronca.

— Como quieras.

Dicho esto se volteo y dejó caer la toalla dandome la vista de su trasero. Si mi mandíbula no estuviera pegada a mi rostro, ya estuviera en el suelo.

— ¡Noah! -grité y al tratar de salir choqué tres veces con la pared.

Escuché la carcajada de Schnapp mientras yo salía del cuarto de baño de inmediato más sonrojada que nunca. ¿Cómo se atreve? Pelado.

Bajé las escaleras algo aturdida y me encontré con Jack en el comedor desayunando cereal de la caja y el bote de leche a un lado.

— Buenos días, Jack.

— buesdisos dishjssas -dijo con la boca llena, bueno eso era más asqueroso que el vomito.

— Cierra la boca -dijo Will mientras pasó desde la cocina a la sala.

— Buenos días a ti también -dije con notable sarcasmo.

— Hay una chica nueva, eso lo tiene totalmente absorto -susurró Jack quien ya había tragado el cereal.

Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora