capítulo 36

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Ella me golpeó con la almohada, logré arrebatársela y salirme con la mía. Intentó seducirme, la verdad no necesitaba hacerlo, ya traía muchas ganas de besarla pero la chantejeé. Logré que ella se levantara y fuera a recibir la pizza, la verdad estoy muy cansado. Todos los días que estuvo en ese estúpido hospital la iba a visitar y cuando la hora de visita terminaba, me iba a casa de Jack y junto con los chicos planeabamos el atentado en contra de Rodríguez.

Me recosté en el mueble y cerré los ojos, mi mente voló hacia el propósito de ésta visita, venía a despedirme. No podía estar más tiempo cerca de ella sin hacerle daño. Quería que este día terminara bien para los dos y que en un futuro cuando no estuviera metido en mi propia mierda y fuera un hombre de bien, la buscaría, por que sé que ella es para mí. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Abrí los ojos y volteé hacia atrás y ví la almohada tirada en el piso a poca distancia <<tú la tiras, tú la levantas>> dijo mi subconsciente, me levanté y caminé hacia ella, la recogí y cuando me levanté ví una repisa llena de fotos enmarcadas. En su mayoría eran de _________ desde pequeña hasta en la actualidad, es muy fotogénica.

Había una actual donde salía hermosa, saqué la foto de el marco y me la guardé en el bolsillo, no creo que les haga falta, tienen muchas. Miré las demás fotos y una en especial me llamó la atención, era mi ángel con una señora joven y guapa, se me hacía muy conocida, la miré con detenimiento y fue cuando capté.

- ¿Qué haces? -dijo ________ llegando a la sala.

- ¿Quién es ella? -pregunté sin rodeos.

- ¿Quién? -llegó a mi lado.

- Ella - Señale a la mujer.

- Ella es mi madre.

- ¿Segura?- Tal vez esté equivocada

- Si, no puedo confundir a mi madre.

- Es que..

- ¿Pasa algo? -dijo con cierto tono preocupado.

- Esa mujer fué la que te donó sangre el día en el que casi mueres.

- ¿Qué? Debes estar bromeando - dijo después de varios segundos de silencio.

- No lo hago, es inconfundible.

- Es que no puede ser cierto -dijo incrédula negando con la cabeza.

- Es cierto.

- ¿No--no te estarás confundiendo o--o algo?- Tartamudeo.

- Claro que no, esa señora era idéntica, mismo pelo, misma sonrisa, mismos ojos...

- No tiene nada que ver que sean idénticas... ¿que tal-- que tal si... solo era alguien que se le parecía mucho?

- Tienen un lunar en el mismo parpado del ojo, ¿Qué dices a eso?

- Yo--

- ¿Tú qué?

- Solo vete, ¿de acuerdo?

- ¿Qué?

- ¿Qué acaso no escuchas? ¡Vete! - cerró los ojos, se estaba alterando.

- ¿Eso es lo que quieres? ¿Evadir el tema y correrme?

- ¡Tú evadiste el tema cuando te dije que mi tía quería que me alejara de tí! y creo que tiene razón

- ¿Quieres que me aleje?

- ¡Si! ¡Eso quiero! -gritó derramando varias lágrimas.

- ¿Sabes? Quería que este día fuera inolvidable.

- Pues felicidades ¡Ya lo es!

- Bien, y para rematar te diré algo..

- No quiero saber, ¡Solo vete!

- ¡Me voy!

- ¡Bien!

- ¿No entiendes? Me voy... ¡Para siempre de tu vida!

- ¡Perfecto!- aplaudió- Mi vida será mucho mejor.

- ¡Bien!

- ¡Bien!

- ¡Bien!

- ¡Bien, pues eso tendrás!

- ¡Eso espero!

- Ojalá no te arrepientas después... y no olvides que te quiero-susurré, ella solo cerró los ojos y me dió la espalda.

Caminé hacia la puerta de entrada sumamente enojado, ¿Cómo se pudo enojar por algo tan estúpido?, simplemente no la entiendo. No entiendo a las mujeres y punto.

Cerré la puerta de un portazo y caminé hacia mi moto, la monté y escuché sus sollozos <<No la escuches>> dijo una voz en mi cabeza <<Solo es una mujer, no te preocupes por ella. Tú no eres así>> llenaba de mierda mis pensamientos, era el tipo Noah-Demonio y Noah-Ángel, uno en cada hombro.

Ahora mismo estaba escuchando a mi Noah-Demonio y no importaba lo que dijera mi lado bueno, yo le haría caso a mi lado egocéntrico, burlón, despiadado y vengativo. Quería.. quería que éste día terminara bien. Pero por el contrario ella me acabó odiando, me acabé odiando yo mismo y ahora haré lo que hace mucho no hacía... Beber hasta vomitar, buscar alguna puta y revolcarme con ella, solo así olvidaré mis penas.

Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora