capítulo 55

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-¿Cómo te enteraste?- preguntó después de varios segundos.

- Paul me dijo el apellido del imbécil y fué cuando todo encajó.

- Te dije que confiaras en mi, ¿acaso no lo haces?

- Claro que lo hago pero--¿por qué esconder esa información?

- No quería meterte en más mierdas... Lo siento.

- Ahora estoy muy enojada.

- No, por favor. Puedes enojarte mañana o cuando sea, pero hoy no, te lo pido.

- ¿Por qué hoy no?

- Yo... no puedo decirte.

- Ah, ¿me ocultas algo mas? Eres grandioso.

- ¡No, no! Te lo quería decir hoy pero en persona, ¿podría?

Suspiré. - No lo sé.

- Te lo suplico, y créeme que yo nunca suplico.

- ¿Ni de rodillas?

Escuché su respiración varios segundos.

- Solo si te fuera a pedir matrimonio- escuché su voz algo perdida por el auricular, no pude evitar sonreir.

- ¿Así que me pedirás matrimonio?

- En un futuro, te aseguro que si, ángel.

- ¿Lo prometes?

- Prometo por todo lo que más quiero en este mundo, que te pediré matrimonio de la forma más romántica y seremos muy felices.

- Esta bien- reí- me convenciste, ¿Quieres que nos veamos hoy?

- Si- sentí su emoción- Tú, yo, en la noche, una fantástica cena, ¿Qué dices?

- Acepto.

- A las ocho paso por tí- dijo en forma de despedida.

- ¡Espera!

- ¿Si?

- ¿Cómo me visto?

- Formal pero no tanto.. Si, eso.

- Bien, hasta al rato.

- Hasta al rato- pude sentir su sonrisa y colgué.

Mi corazón latía frenéticamente, Noah puede ser a veces el más pesado o el más violento, pero cuando se trata de romanticismo es el mejor.

Era temprano así que tenía tiempo de escoger el atuendo perfecto y arreglarme, subí a mi habitación y empecé a ver mi ropa, unos vestidos eran o muy formales o muy informales, miré mis blusas pero no, nada servirá. Necesito algo mejor. Estuve varias horas sentada en mi cama mirando fijamente el ropero como si de tan solo mirarlo la respuesta a mis plegarias apareciera de la nada. Escuché el timbre que lo tocaban repetidas veces, bajé las escaleras y abrí la puerta encontrándome con las chicas sonrientes.

- ¿Qué hacen aquí?- pregunté confundida.

- Vinimos a ayudarte, tonta- Anne golpeó varias veces mi cabeza y todas entraron.

- Claro, pasen.

- No seas melodramática- Noe rodó los ojos- Estamos en una misión super secreta- todas hicieron una posee rara de super héroes o ninjas, no lo sé.

- Tontas ¿en una misión? ¿enserio?

- Bueno, no en una super misión, pero algo así- contestó Brook.

- ¿Cómo sabían que iba a salir hoy?

Todas se miraron cómplices y rieron.

- Solo acepta nuestra ayuda, comemos y te arreglamos- sonrió Mariana

- ¿comer?

- Son las 4 de la tarde, ¿qué pensabas?- dijo Anne.

- Lo siento, he estado un poco perdida- toqué mi cabeza.

- Llamaré a la pizzaría- Brook agarró el teléfono y marco.

Tocaron la puerta.

- Hola- saludé cuando abrí la puerta.

- Faltaba yo, lo siento, pero encontré algo perfecto- dijo Lore con una sonrisa.

- ¿Algo perfecto?- me hice a un lado.

- Si, algo perfecto- pasó por mi lado entrando a la casa mientras todas le ponían atención.

Lore traía una bolsa blanca grande entre las manos, y con una sonrisa plasmada en su rostro lo levantó ligeramente dandonos una pequeña vista de un vestido hermoso. Al terminar de comer, prácticamente me empujaron escaleras arriba hacia mi habitación, me sentaron en una silla y la transformación empezó.

- Yo creo que este color- Noe mostró un labial- queda mejor con su tono de piel.

- Yo pienso que este- mostró Mariana otro labial.

- ¿Se pueden decidir?- pregunté mientras veía sus caras pensantes.

- Silencio, nosotras somos las artistas aqui- contesto Noe sin dejar de ver los labiales.

Rodeé los ojos.

- Creo que su pelo estaría bien si lo dejamos natural- sugirió Brook mientras levantaba un poco mi cabello.

- ¿Qué tal si lo ondulamos parejo? Se vería hermosa- dijo Lore mirando detenidamente mi cabello.

- Buena idea- le contestó Brook chocando su puño con el de ella mientras hacían un sonido de explosión.

Reí, son tan infantiles a veces.

- ¿Zapatillas de tacón alto o corrido?- preguntó Anne mientras levantaba varios pares de zapatos entre sus manos.

- Pienso que es mejor tacón alto - sugerí.

- Si, te verás más elegante- dijo Anne más para sí misma todavía pensando.

- No entiendo porque hacen todo esto, ¿Cómo sabían que Noah me había invitado a salir? y ahora si quiero que me contesten- las miré con los ojos entrecerrados-

Todas pararon en seco y se miraron entre sí.

- Eso es clasificado- contestó Mariana siguiendo con lo suyo.

- Chicas- dije en un tono serio.

- Somos unos espías en una misión- Brook tiró un golpe al aire y le pegó a la pared haciendo que se le cayera ligeramente la pintura- Ups, lo siento.

Suspiré- No importa. ¿No me dirán?

- Es secreto- y dejá de ser tan chismosa, ahora dejate ondular el cabello.

- De acuerdo- puse los ojos en blanco.

Ya eran las ocho y ellas me seguían arreglando, mi trasero ya se había entumido por estar tanto tiempo sentada. El timbre sonó y Noe abrió los ojos a tope.

- Falta poco, vamos a distraerlo.

- Pero--

- ¡Vamos!- jaló a Anne del brazo y corrieron por las escaleras para abrirle a mi cita de esta noche.

- Te ves divina- dijo Mariana mirandome.

- ¿Tú crees?

- ¡Por supuesto! Ahora bajamos nosotras y luego bajas tú- contestó Brook emocionada- ¡Vamos!- agarró de los codos a Lore y Mariana dejandome sola.

Traía puesto un vestido negro para esta noche, no era muy formal pero era perfecto. Traía unas zapatillas de tacón alto de cebra y el cabello perfectamente ondulado, y maquillada con las pestañas largas y negras con un labial rojo. No sé porque llegaron de la nada, fueron mi salvación, creo que ellas saben algo. No sé que pasará esta noche, pero estoy segurísima que estoy lista para lo que venga

Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora