Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)

Capítulo 23

Era sábado por la noche, William ya había quedado con Rodríguez para quedarnos de ver en el club. Prometimos pagarle lo que debía Jack y que nos dejara en paz.

- ¿Están listos, chicos? - les dije llegando a la cocina, traía un pantalon de mezclilla con una camisa negra de manga corta y unos tenis.

- No tienes que preguntar - Gilinsky rodó los ojos, acomodando su cabello frente a la ventana donde veía su reflejo.

- Conseguí armas, las llevaremos al club por si acaso - dijo William dandole un trago a su cerveza.

- De acuerdo - dije, Johnson me aventó una lata de cerveza.

- ¿Creen que Rodríguez nos deje en paz? - dijo Johnson.

- Confía en mi - le guiñe un ojo, dandole un trago a la lata.

- Chicos, ya nos tenemos que ir - dijo Matt, llegando a la cocina junto a Nash revisando su reloj de muñeca.

- Ya es hora - sonrió Jack, dandose media vuelta y saliendo por la cocina.

- Vamos - caminé siendo seguido por los demás, por alguna razón tenía un mal presentimiento.

- Chicos, aqui tengo las armas - dijo William con una caja metálica entre las manos.

- Utilícenla solo en caso de emergencia, tiene solo los cartuchos necesarios - abrió la caja y nos dió un arma a cada uno.

- Si - Dijimos los cinco algo aguados.

Guarde el arma por la parte de atrás de mis pantalones, agarré mi gorra negra, me la puse y agarré las llaves de mi moto, saliendo. Manejabamos todos a toda velocidad, esquivando autos mientras nos pitaban, voltee a ver un auto donde nos enseñaban el dedo del medio a lo que Nash les enseñó el trasero haciendonos escuchar varios gritos, carcajeamos de la risa. Llegamos al club y estacionamos las motos.

- ¿Está todo listo? - pregunté mientras caminábamos hacia la entrada.

- Si - contestó Jack.

- ¿Cámaras revisadas?

- Hay al rededor de 4.

- ¿Guardias?

- Sólo en la entrada.

- ¿Mercancía?

- La trae Nash.

- ¿Drogadictos?

- La mayoría de los que vienen.

Llegamos a la entrada, había mucha fila pero nosotros conocíamos al guardia.

- ¿Qué tal, Luke? - saludó William.

- ¿Qué hay chicos? - quitó el listón escuchando varios bufidos de gente que venía esperando hacia minutos.

- Gracias - agradeció Matt.

Abrimos la puerta y nuestros oídos se llenaron de la música del club nocturno.

- ¿Y qué tal sobre la gente que conocemos? - grité por sobre la música.

- Aquí no viene nadie - aseguró Johnson.

- Oh, oh

- ¿Qué pasa William?

- allá - señaló con la barbilla, a lo que todos volteamos y vimos a ________ con ese chico Wolfhard, con la pelirroja loca de su amiga y las chicas con la que la había visto antes en la cafetería.

- Oh, mierda.

Caminé hacia ella esquivando la gente y sintiedo cómo los chicos me seguían los pasos.

- ¿Qué hay? - saludé para todos pero sin despegar la mirada de ella.

- Hola - me saludó fria, volteandose. Creo que fué por como me comporte ayer.

- ¿Podemos hablar?

- No - miró a los chicos.

- Hola, señoritas - saludaron mis amigos hacia las amigas de ________.

- Coff coff - tosieron falsamente.

- Oh, lo siento. Y chico - dijo Nash a Finn.

- Gracias - éste rodó los ojos.

- Hey - me susurró Jack dandome un codazo, rodee los ojos.

- Ella es ________Cyrus- presenté - ________, ellos son Jack, Johnson, Louis, William, Matt y Nash - ella sonrió.

- Mucho gusto.

- Igual - cada uno la saludó de beso, lo que me hizo mirarlos de manera asesina.

- Ellos son.. Finn, Mariana, Anne, Noelia, Sadie-y Millie- señaló a cada uno.

- Ya que los presentamos, ¿podemos hablar?

- Que no - dijo sin siquiera mirarme.

- Bien, tú lo quisiste - me agache agarrándola de la piernas y cargándola por mi hombro, las chicas se abalanzaron para que no me la llevara pero antes de que tan siquiera me tocaran, los chicos las agarraron impidiéndoles que llegaran a mi. Susurre un "gracias" dándome la vuelta y caminando hacia la salida de emergencia. Llegando a un callejón donde habían botes de basura y suciedad.

- ¿Qué te pasa? - me empezó a golpear el pecho con sus pequeñas manos cuando al baje.

- wooooh, tranquila - la agarré de las muñecas impidiendo que me siguiera, inútilmente, golpeando.

- Déjame ir - forzó.

- No - sonreí.

- ¿Qué quieres de mí? - elevó la voz - ya me aclaraste que te gusto, solo eso. Y luego que eras un estúpido, ¿Qué mas quieres?

- A ti - y antes de que dijera algo, la volví a besar. Sus labios eran tan suaves, ella al momento me siguió el beso, profundizándolo. Delineé sus labios con la punta de mi lengua, haciendo que la abriera dando lugar a una lucha de lenguas donde ninguno de los dos ganaba, solo era por disfrutar.

- Vaya - escuchamos unos aplausos haciendo que nos separáramos - así que.. ¿ésto es a lo que viniste realmente? - dijo en tono de burla el idiota de Rodríguez