capítulo 32

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- ¿Noah? -dijo con su dulce voz pero algo ronca.

- Hola, ángel.

- ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estoy? -dió un ligero gemido, colocando una mano a un costado de su abdomen.

- Estaba esperando a que despertaras -ella me miró dulce- Estas en el hospital.

- ¿Entonces fué verdad?

- ¿Sobre qué? -ladeé la cabeza, comprensivo.

- Que casi muero.

- Por mi culpa -miré hacia otro lado.

- No, fue por la mía -gimió de dolor.

- Iré por una enfermera para que te cheque -me levanté de la cama.

- Espera.

- ¿Si?

- Gracias- me dió una de sus sonrisas, de esas que me matan.

Salí de la habitación y suspiré. Me sentía contento de que ella abriera esos ojitos tan hermosos, me sentí vivo. Vivo por que siento que ella es mi vida, y sin ella no sería nada. Caminé hasta encontrar a una enfermera.

- Hola -saludé, ella me volteo a ver mordiendose el labio inferior.

- Hola, guapo -sonrió enrollando un mechón de su pelo con su dedo.

- Necesito un ligero favor -dije en un sensual sururro.

- El que quieras

- Hay una paciente que está en la habitación 249 y necesito que le den.. ya sabes, comida.. uhm, comestible -levante la comisura derecha de mi boca haciendo que ella se sonroja.

- ¿Y que necesita?

- Comida comestible -repetí- es fácil, solo tráele lo mejor que haya en el hospital -susurré seductoramente.

- Cl-Claro -su voz tembló de nerviosismo y caminó hacia el asensor en un intento de contonear las caderas, me burle internamente. Algunas mujeres eran tan... fáciles.

Me dirigí hacia otra enfermera que se encontraba haciendo algunas notas en un cuaderno.

- Hola -la saludé como a la anterior enfermera, pero ella ni me miro.

- ¿Se le ofrece algo?

- Si, la paciente de la habitación 249 acaba de despertar, ¿me podría hacer el favor de ir a checarla? -pregunté.

- Seguro -se levantó y agarró una tabla con hojas y caminó hacia la habitación seguida por mí.

- Hola, ¿Cómo te sientes? -le preguntó la enfermera mientras revisaba la máquina y anotaba algunas cosas.

- Bien, supongo. Algo adolorida -hizo una mueca.

- Me imagino, diste una gran lucha contra la muerte -sonrió- Bueno, según tus estadísticas estas estable. Pero tienes que mantener reposo por unos días aquí en el hospital, ya luego podrás regresar a tu casa.

- Claro, no me moveré de aquí -dijo mi ángel.

- Bien y no sigas los consejos de un tontito que esta a mi lado -la miré confundido.

- ¿Que yo qué?

- ¿Él qué?

- Él escapo hace unos días de este mismo hospital, fue perseguido por varios de nuestro personal. Es rápido-lo señalo con el final de la pluma-Estás pendiente niño, te traeré unas pastillas para calmar el dolor -se dirigió ahora a __________, para así salir de la habitación.

- Eso fue raro -la miré con una cara de "yo no fuí", ella solo se cruzo de brazos.

- ¿Qué paso Noah?

- Tal vez escapé del hospital.

- ¿Fué cuando t-te golpearon?

- Si, y me escapé por que no soportaba la idea de que no estuvieras en un lugar seguro -metí los pulgares en mis bolsillos delanteros.

- ¿Tú hiciste eso por mí? -sus ojos brillaron.

- Haría eso y mucho más.

- Noah -dijo mi nombre en un tono dulce, le sonreí.

- Aquí estan las pastillas -dijo la enfermera adentrándose en la habitación- Ésta es para el dolor -le dió una pastilla y un vaso de agua, ella se la tomo- y ésta es por la condición en la que estas, se toma cada determinado tiempo, una enfermera vendrá para dártela -le dió otra pastilla pero color amarilla, ella se la tomó tambien- Cualquier cosa, lo que sea me avisan, para eso estoy. Con permiso -asentí en su dirección y ella salió.

- Que dulce, se entrega a su trabajo -dijo _______

- Si, es muy dedicada.

- ¿Qué te pasó en la cabeza? -mordió su labio inferior mirando mi benda.

- No tengo la más mínima idea, lo juro -hice una mueca y me encogí de hombros.

- ¿Y los demás? ¿Porqué no estan aquí?

- Según supe no los dejaron pasar por que no estaban en horario de visitas, yo pienso que regresaron a casa a descansar y pronto estarán aquí -le dí una cálida sonrisa que ella me devolvió.

- Noah.

- ¿Si?

- ¿Podrías--

- Hola, hola -interrumpieron, era la enfermera.

- Aquí esta la comida que pediste, es lo mejor que pude encontrar -me hizo ojitos, ví a _________ de reojo, no podía contener la rabia.

- Gracias lindura -agradecí tomando la charola de plata y llevandola hasta ________ apreté un botón de la cama que hizo que se reclinara haciendo que __________ se "sentara"

- ¿Necesita algo más? -puse la charola en las piernas de _________ me senté a su lado y le dí una beso en la mejilla.

- No, nada mas, gracias. Mi novia está a gusto ¿cierto, cariño?-la miré y ella me miraba asombrada, miré a la enfermera y estaba igual que __________, pareciera que por fin notó que se encontraba en la habitación.

- Sí, cierto.

- Yo-- pero tú-- ehh -la enfermera no sabía que decir.

- Yo, pero tú..-repetí lo que dijo- ¿esperas algo?

- No... no... -estaba en shock, ¿en serio pensó que me había fijado en ella?

- ¿Esperas propina? -pregunté con sarcasmo.

- No...

- ¿Entonces? -levanté ambas cejas.

- ¡Ugh! -se dió media vuelta indignada y se fué de la habitación con la poca dignidad que le quedaba.

- ¿Qué fue eso?

- ¿Qué fue qué?

- Eso.. de que soy.. soy tu novia

- Oh nada, te ves linda cuando te sonrojas -se sonrojo aún mas haciendo que mi rostro tuviera una sonrisa- come.

- Claro. -miró la comida.

- Oye y ¿qué era lo que me querías preguntar?

- Oh.. bueno.. Que si por fin me dirás por que me dices ángel -me miró expecante.. y roja, sonrojada es mucho más hermosa.

- La verdad es que me salió del corazón y después de pensarlo con detenimiento todo este tiempo, llegué a una conclusión..

- ¿Cuál?

- Que te digo ángel por que este demonio necesitaba alguien puro a su lado que le hiciera ver lo bueno de la vida y tú eres ese ángel. Ese que me salvó de la oscuridad.

Mi chico malo (Noah Schnapp y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora