Había algo que Anna no sabía y era que uno de los cocineros, el más joven y de poca experiencia, la había delatado frente a sus padres. Si, Niko había decidido decirle a los reyes de Arendelle que su hija se había ido al pueblo y que regresó luego de dos horas. Tal vez si hacia mención de la sonrisa que Anna poseía al regresar, el castigo hubiera sido menor o todos comenzarían a hablar acerca de aquella felicidad que una simple y sencilla chica causaba en la heredera de Arendelle.
Anna se removía en la silla del comedor, no era demasiado agradable tener la mirada de sus padres y la de aquel sujeto que había tirado por la borda todo su plan. Se encogió de hombros, tratando de no hacer o decir algo que pudiera empeorar la situación. Trago pesado, alzando la vista para ver las molestas miradas de sus padres y la apenada de Niko.
"Si fuera por mi, ya estarías despedido por soplón." pensó la princesa.
– Espero que tengas una buena explicación para esto.– habló Agnarr.
– Si... di-digo no... uhm... – la cobriza tosió, sin saber cómo seguir.– Que-quería almorzar en...
El rey alzó su mano, dejando a la princesa con la palabra en la boca. Anna debía ser detenida antes de que comenzara a balbucear
– ¿Niko?
– Yo... uh... So-solo vi a la princesa salir y ya.
Agnarr asintió, suavemente antes de salir junto a su esposa. Mas tarde le darían el castigo a su hija, la cual no tardó en mirar al joven con notable molestia. Se levantó, avanzando hasta él y acorralándolo contra la mesada.
– A-alteza, lo siento...
– Ahórrate tus disculpas.– gruñó.– Y agradece que no esté en la corona porque te hubiera corrido del castillo.– espetó, dándole la espalda para salir de la cocina.
Cerró dando un portazo y no estaba al pendiente de las miradas asustadas del resto del personal. Nadie parecía querer cruzarse por su camino y estaban en lo correcto. Ver a la princesa echando humos era un clara señal de peligro, alejarse y no dirigirle ni la palabra ni la mirada. Porque Anna era demasiado terca y ruda cuando estaba en aquel estado.
Entró en su habitación, habiendo colocado el seguro a su puerta y se dejó caer en su cama. Gruñó, llevándose la almohada al rostro y ahogando el grito que necesitaba sacarse. Toda la habitación estaba sumida en un gran silencio que acabó con la notificación en su teléfono.
Un mensaje. Un mensaje de Elsa Miller.
Anna rápidamente desbloqueó la pantalla y entró en la aplicación para poder leerlo. Era un enlace a una noticia.
"¿Lo sabias?"
"Es decir... claro que lo sabrías."
"Después de todo eres la princesa."
"Jaja... como sea..."
"¿Iras al festival o estarás con la princesa?"Anna sintió sus manos sudando. ¿Que le iba a decir? ¿Que la princesa vendría porque quizás se volvería su esposa? No. No podía decirle eso, ¿O si? Le rompería el corazón y no volvería a verla. Miller era la única persona que había llevado a la heredera a faltar o cancelar sus clases para poder pasar tiempo. Era la única que hizo que Anna no usara camisas y corbatas. Era la única que la llevo a conocer el pueblo sin ser mediante internet o libros.
Elsa Miller era la única chica que podía ocupar el puesto de "prometida" en la vida de Anna.
"Si, mi padre la invito a pasar una semana."
"Pero tranquila, Els. Iré al festival."
"La princesa sólo se quedará una semana."Volvió a dejar su teléfono sobre la mesa de luz a un lado y Anna cayó a la cama. Soltó todo el aire que tenía en sus pulmones y cerró los ojos.
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Anna estiró el cuello de la camisa, sintiendo como si se estuviera ahogando con el.
La familia real se encontraba en el muelle, en la espera de la princesa Elena del reino cuyo nombre Anna jamás se aprendió y menos pensaba hacerlo. Veía con atención el pueblo, deseando poder encontrar a Elsa ayudando en alguno de los puesto ambulantes que había, pero tristemente la platinada estaba en la escuela y sus posibilidades de verla eran demasiado escasas.
Suspiro, recibiendo un gentil golpe en su mentón para que lo tuviera en alto. Su padre siempre realizaba los mismos gestos que su abuelo, el cual había fallecido antes de que Anna lo conociera. Observó el enorme barco que estaba arribando al puerto y se preguntó porque demonios no había venido en un avión como muchos socios comerciales hacían.
Y sus dudas se aclararon al ver descender a la princesa. Llevaba un vestido color rojo que llegaba hasta un poco más arriba de sus tobillos, era algo... No. Era muy pomposo y Anna se preguntó cómo no se cayó en todo el descenso. Los hombros caídos y mangas cortas. Algunos detalles en dorado y celeste se llegaba a ver. Su cabello negro cual carbón estaba sujeto en un medio moño. Zapatos de tacón que volvían a generar la pregunta del porque no se caía todavía.
Al estar frente a ella, Anna pudo apreciarla mejor. Nariz pequeña, ojos verdes y labios rojos. Su piel parecía de porcelana y había pecas poco visibles.
– Su alteza.– saludó Anna, tomando su mano y dejando un beso sobre el dorso de esta.
– Creo que en lugar de llamarla "Princesa", debería llamarla "Príncipe" ¿No? – rio Elena.
Anna rio entre dientes, seca y de forma sarcástica que su madre noto.
– ¿Gusta ir al castillo? De seguro ha sido un viaje ago...
– Para nada. Prefería ver el pueblo.– habló la azabache.– ¿La princesa será mi guía?
Agnarr e Iduna observaron a Anna en respuesta, como si fuera casi una obligación aceptar llevar a la invitada a conocer el reino. Pero si se lo ponía a pensar... podría coincidir con Elsa y... No. Quizás la platinada piense algo erróneo y ella no volvería a verla.
– ¿Y bien?
– Será un verdadero honor enseñarle mi pueblo, alteza.– habló Anna, haciendo una pequeña reverencia que ganó una sonrisa del rey.
– Le pediré a Kai que lleve tu equipaje a la habitación en la que estarás.– informó Agnarr.
– Gracias y también gracias por permitirme quedar una semana en su reino.– sonrió Elena.
"Deseo que la semana se pase rápido." pensó la cobriza. Sonriendo fingidamente cuando sintió la mirada de Elena sobre ella.
– ¿Nos vamos?
– Claro que si.– Anna extendió su brazo, que fue tomado por la invitada sin perder el tiempo.– ¿Gusta probar algo tradicional de aquí?
– Lo que sea, si es contigo.
"Definitivamente necesito que la semana termine rápido."
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Arenfjord ❧ Elsanna
FanfictionElsa Miller no pensó que se chocaría con la mismísima princesa y heredera de Arendelle, Anna, y todo eso durante una pequeña excursión que su clase tenía dentro del castillo. Ahora, Elsa decide sacar a Anna de su encierro y enseñarle la belleza y ma...