Anna miraba la enorme puerta frente a ella, no era del todo consciente en lo que estaba por hacer, ni siquiera estaba segura que diría. Los días anteriores se quedó en la cama, recuperándose y tratando de contactarse con la albina que la estaba ignorando de una forma que le molestaba. No podía tratarla así, era la futura reina, merecía un poco más de respeto. Su mal humor era algo que no desapareció, toda la servidumbre evitaba tener algún contacto visual con la princesa luego de los gritos que habían escuchado cuando Anna tuvo una discusión con sus padres con respecto a la princesa.
Tampoco ella quería dar el brazo a torcer, sus padres le dieron un ultimátum que ella rechazó sin haberlo leído. No era algo necesario, estaba claro que aquello involucraba al reino de Gondolin y su alianza al unirse con Arendelle. También involucraba a Elsa, indirectamente claro, pero le prohibieron tener un amorío fuera del matrimonio.
"Imagina lo que dirán si se enteran que la reina de Arendelle se acuesta con una cualquiera y no respeta a su propia esposa."
Como si a Anna le importara que dirían de ella, como si Elena no la fuera a engañar. Todo estaba tan bien calculando que Anna no sabía como destruir aquel plan o girarlo para su propio beneficio. Trataba de encontrar una forma de hablar con sus padres, en semanas se volvería la reina y en unos meses estaría contrayendo matrimonio con una persona tan manipuladora y despreciable como lo era Elena. Anna no quería darle una oportunidad como sus padres pidieron, la princesa de aquel reino no era el tipo de persona con el que la pelirroja se juntaría, menos contraer matrimonio. Sabía que apenas tuviera la corona, Elena trataría de manipularla para beneficio propio.
Ni siquiera toco, simplemente se metió dentro del estudio en donde sus padres estaban, los reyes discutiendo sobre algún tema que pasaría a segundo lugar cuando la princesa abriera la boca. Agnarr la miro unos segundos, ignorándola para seguir discutiendo con su esposa que no había notado la presencia de la pelirroja hasta que Anna dejó caer una pequeña estatua que había sobre la mesa.
– ¡Anna! No debiste hacer eso – habló Iduna con una mueca.
– Ow... ¿Pero ustedes si pueden decidir sobre mi vida? – se burló Anna, deslizando sus dedos sobre la mesa antes de tomar asiento detrás del escritorio, colocando sus pies sobre la mesa y sus manos detrás de su cabeza – Se que van a decir... Ahórrense los comentarios, no vine a discutir.
– ¿Entonces?
– Adelanten la coronación – habló, firme y sin dar tantas vueltas al asunto –. Que sea mañana, no me importa si es una celebración pequeña o grande, quiero ser reina antes del lunes.... y estamos a jueves.
Iduna observó el perfil de su esposo, como había fruncido el ceño y hecho una mueca de disgusto ante aquel tono tan ácido y seco de su hija. Pero Anna no parecía estar bromeando, realmente estaba exigiendo aquello y ellos aún no terminaban de organizar su coronación. Ni siquiera estaba listo el traje que Anna iba a usar ese día. La niña levantó una ceja, inclinándose para tomar uno de los papeles sobre la mesa y leerlo en voz alta.
– "Es un gran honor poder entregarle la corona a mi querida hija, quien hará el bien y velará por el pueblo..." bla, bla, bla... "Nos sentimos muy orgullosos de que Arendelle tenga una reina tan capaz como lo es nuestra hija" – Anna dejó escapar una risa, haciendo una bola de papel y arrojándola directo al cesto de basura – ¿Ese iba a ser tu discurso? Que pobre... Olvidaste decir que me estás obligando a unir mi vida con alguien ajeno y que no conoce Arendelle, que le estás entregando parte de tu reino a una desconocida que solo velará para su propio beneficio y que no le interesa en lo más mínimo las personas de Arendelle.
– Retírate – murmuro Agnarr.
Anna se rió al ver como su madre abandonaba la habitación para dejarlos solos. Ella disfrutaba ver la expresión molesta en su padre, sabía cuán irritado estaba por su comportamiento, pero no pensaba detenerse hasta conseguir algo que lograra beneficiarla.
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Arenfjord ❧ Elsanna
FanfictionElsa Miller no pensó que se chocaría con la mismísima princesa y heredera de Arendelle, Anna, y todo eso durante una pequeña excursión que su clase tenía dentro del castillo. Ahora, Elsa decide sacar a Anna de su encierro y enseñarle la belleza y ma...