Capitulo 2

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Si pudiéramos saber dónde y cuándo nos volveremos a reencontrar, seríamos más tiernos con nuestros amigos al despedirnos

(Ouida)

El frío me despierta. Estoy helada. ¿Por qué hace tanto frío? Froto mis pies uno con otro para coger calor, lo que me incomoda bastante puesto que tengo los pies mojados y siento como si tuviera arena en ellos.

Lo más raro es que estoy muy agotada para abrir los ojos, solo quiero seguir durmiendo.

El viento frío me hace darme cuenta de algo... creo que dejé la ventana abierta, puesto que no es normal sentir tanto frio en mi habitación.

Abro los ojos con pesadez y me siento aturdida, como, como... drogada. Me palpita la cabeza.

¡Auch, joder!

Está muy oscuro, pero huelo el salitre del mar y puedo escuchar las olas romper en la orilla.

¡Estoy en la jodida orilla de la playa! ¿Pero qué rayos?

Miro a mi alrededor y apenas distingo mis brazos, está oscuro... muy oscuro. Tiemblo.

¿Y si hay alguien observándome? El terror se apodera de mí. No recuerdo haber llegado aquí, yo estaba en la sala, cenando mientras esperaba mi turno para bañarme y ya no recuerdo más nada.

Y noto algo más alarmante aún.

Estoy jodidamente desnuda.

Solo llevo una sábana envolviendo mi cuerpo.

Mierda.

Me levanto de golpe y me tambaleo mareada. Miro con más atención a mi alrededor, me cuesta unos minutos enfocar y que mi mente nublada se ubique pero se dónde estoy, yo conozco este lugar. Es la playa frente a mi escondite en el bosque. ¿Qué hago aquí?

Empiezo a caminar lo más rápido que puedo aún dando tropiezos, analizando cómo rayos voy a llegar a casa en estas fachadas. No pienso irme caminando, sola y a estas horas aunque sean solo tres calles. Está oscuro, no sé cómo llegué aquí o por qué rayos estoy envuelta en una sábana.

¡Ja! ¿Y qué taxi en sus cinco sentidos me subiría en estas fachadas y a esta hora? ¿Qué hora serán de todos modos? Samara habrá notado mi ausencia y seguro llamó a la policía.

No entiendo... ¿Por qué Tyra no ladró si había alguien en casa? Ella siempre lo hace... al menos, a menos que lo conozca. Bajo el ritmo de mis pasos con el corazón más acelerado de ser posible.

La sangre baja de mi rostro al pensar que alguien conocido quiso hacerme daño. ¿O será una broma? He visto varios videos.

¡Joder que frío! Me abrazo para no perder más calor.

Lo peor es que no sé si solo quieren asustarme o si realmente pretenden hacerme daño... o me hicieron...

Más vale que no se trate de una broma. Porque no tiene gracia.

Cuando llegue a casa me haré una revisión completa. Ahora no siento nada pero debo estar segura de que no he recibido daño alguno. ¡Ay Jesús! ¿Y si...?

¡No! No, no, no. Es imposible. A mí esas cosas no me pasan, aunque peores he pasado... Rayos tengo los ojos llenos de lágrimas de miedo, frustración, impotencia. Pero no voy a llorar. No ahora. Cuando me sienta segura me derrumbaré si tengo que hacerlo, pero nunca, nunca puedo mostrar debilidad.

Debo ser fuerte.

Escucho algo y mi primer instinto es detenerme para escuchar mejor, pero mi yo con ganas de vivir envía órdenes a mí cuerpo de seguir. Pienso que quizá si lo ignoro no sabrá que estoy consciente de su presencia y no me hará daño... ¿verdad? Si no lo veo no está. Sin saber lo que estoy haciendo empiezo a hablar en voz alta.

Detrás de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora