Detrás de ti

Capitulo 27

Todo está tal y como lo recuerdo, incluso parece que arreglaron los daños que hicieron los malandros cuando entraron por mí. Ese evento se me hace tan lejano ahora... Bajo a Tyra quien sale corriendo por la casa moviendo su cola. Sobre la repisa sigue encendido el marco digital y un muy sonriente Matt me mira. Me acerco y lo tomo en mis manos apretándolo a mi pecho. Queriendo que sea él quien me abrace. Vuelvo a mirar las fotos mientras paso mis dedos por su cara queriendo tocarlo una vez más mientras estallo en llanto.

La puerta vuelve abrirse pero no me importa, se quiénes son.

Me acerco al estante y busco los álbumes que Matt me hizo, los encuentro perfectamente guardados, como un tesoro, su tesoro.

Los abrazo a mí y me giro para encontrarme con cuatro pares de ojos tristes, me acerco sin dejar de mirar las fotos en el marco digital y extiendo el álbum gris a Dem y el digital a Sam, el negro es mío, es personal. Voy a la habitación que compartí con él y encuentro a Tyra acostada sobre su almohada. Me acuesto a su lado y lloro por ella, por él, por mí. Porque Matt la adoraba y ella a él y ahora me doy cuenta que no tengo idea de cómo explicarle que él no volverá.

Sus cálidos brazos me envuelven, puedo reconocer su olor y me giro a verle.

Sus ojitos de mil colores me miran tristes, empañados, lo veo tragar y con su mano limpiar mis lágrimas aunque es inservible, miles más salen de mis ojos.

— El día que salimos juntos de la cabaña me hizo venir a ayudarlo a poner todo en orden por si querías volver encontraras todo tal y como recordabas. Quería que fuese perfecto. Él estaba seguro de que vendrías a vivir con él, incluso apostamos — me dice sonriendo — le dije que estaba loco y riéndose me dijo que tú lo tenías así, que en verdad no había nada que le pidieras que él no tratara de hacer, que le había hablado a su familia de ti y que ellos estaban locos por conocerte, pero que él no encontraba el momento de decirte — el flujo de mis lágrimas disminuyo, pero no se detuvo, resoplo al pensar que tuvo tiempo de sobra, quizá antes o después de hacerme el amor por tercera vez. — me explicó todo ¿sabes? Como te veía, lo que sentía, que con solo sonreír provocabas miles sensaciones en él... y no lo culpo, a mí me pasa lo mismo — sus ojos se enfocan en el techo, los míos no se apartan de su rostro — me burlé y le dije que parecía tonto, luego él se puso serio y me dijo: -te lo juro Morgan, si tengo que morir por ella moriré feliz, me doy por pago con saber que estará bien. Luego me hizo prometer que si algo le llegaba a suceder que te cuidaría y haría reír como siempre, él me prometió lo mismo. -Sus ojos vuelven a mirarme con una intensidad que pone mi sangre a hervir. — Matt no merecía la muerte que tuvo, Dios sabe que no, pero estoy seguro que está en paz, porque cada día que estuvo contigo te amó como solo él pudo hacerlo y la verdad me sentí orgullo de él, de la valentía que tuvo y a mí siempre me faltó, de la gran persona que era aunque me martirizaba bastante la vida y no compartía su forma de actuar, para mí era como uno de estos niños que roban pan por vergüenza a pedirlo — sus ojos volvieron a los míos y esta vez una lagrima se desliza por su mejilla provocando una cascada en las mías — te digo esto porque quiero que sepas que estoy aquí para ti, y lo entendía perfectamente como entiendo lo que sientes ahora. — Su mano tibia toma la mía y sus dedos masajean los míos — también concordamos en que esto no es tu culpa princesa — sollozo al escucharle decir lo último — no lo es Aysel, no es tu culpa, fueron jugarretas mal hechas del destino. — se acomoda tomando mi rostro entre sus manos. Sus ojos tratando te inducirme sus palabras. — Llora todo lo que quieras, rompe si quieres romper, grita si te hace bien pero por favor no huyas, no lo hagas princesa, yo... nosotros todos estamos contigo, de tu lado, no hay dos bandos. Te apoyaré en todas tus decisiones siempre y cuando sean pertinentes, no te dejaré sola, si caes te ayudaré a levantar, si lloras secaré tus lágrimas, y cuando te repongas y decidas continuar yo con mucho orgullo te vitorearé y aplaudiré. ¿Me entiendes?