Detrás de ti

Capitulo 14

¿Han tenido la sensación de ser transportados a otro mundo?

Así me siento.

Es simplemente hermoso, los paisajes están llenos de verde, flores, mariposas, aves cantando y hasta he llegado a ver algunos conejos. Siento que es un sueño, pero el petricor y el calor del sol en mi piel me hacen saber que no lo es.

Cada cierto kilómetro aparecen algunas cuevas o túneles, es... extraño.

Keylan apagó la música desde que entramos a la zona rural, además de que nos hizo acostarnos en asiento para que no nos vean. Apenas y bajó un poco los cristales delanteros para que ''respirara aire natural''.

Parece que nunca vamos a llegar cuando Morgan hace un giro inesperado hacia un árbol y unas rocas enormes a la derecha.

Un grito sale de mi boca cuando pienso que no vamos a estrellar, pero mayor es mi susto cuando veo que el árbol y las rocas se hacen a un lado para dejar a la vista otro túnel.

A toda velocidad Morgan entra a la oscuridad del lugar y al mirar atrás veo que vuelve a cerrarse ocultando nuestra entrada.

—Son puertas corredizas muy bien camufladas. —me dice Morgan al ver mi perplejidad.

Vaya.

Miro a Morgan con los ojos bien abiertos, a mi lado Matt me tiene agarrada de la mano intentando mirar algo, aunque es imposible, solo se ve lo que el faro del auto ilumina, que no es más que un agujero negro por el cual apenas pasa el auto sin chocar con las paredes.

Oh mierda.

¿Y si las paredes se caen sobre nosotros? No quiero morir encerrada en un auto, en un lugar tan oscuro, sin oxígeno suficiente, nadie nos va a encontrar y viviré lo suficiente para sufrir y no puedo respirar.

Empiezo a hiperventilar cuando todos los pensamientos malos, de mil formas de morir, llegan a mi mente.

Contrólate. Contrólate. Contrólate.

— Sácame de aquí Morgan. Sácame ya... Por favor Matt, sácame de este auto.

Me recuesto del asiento y recuerdo las recomendaciones de la psicóloga.

''Solo debes cerrar los ojos e imaginar un lugar hermoso y tranquilo, recuerda respirar siempre''

Y eso hago, cierro los ojos y pienso en el paisaje que acabo de ver, es lo único que bonito que consigo recordar.

El auto aumenta su velocidad y yo aprieto los ojos. Imágenes de autos destrozados, sangre, humo y cadáveres vienen a mí y tiemblo.

Escucho una conversación pero estoy tan sumida en mi mundo que no entiendo lo que dicen.

De momento una suave caricia pasa por mi oreja y siento una mano firme y calentita tomarme de la nuca, unos labios tibios y húmedos se hacen dueños de los míos devorándolos con hambre.

De un lengüetazo se me olvidan mis miedos y una aprobación sale de mi garganta cuando siento sus manos recorrer mi espalda y caderas, de momento estoy a horcadas sobre él, mis manos en su pelo y su lengua en mi oído haciendo perder la cordura. Mil escalofríos me recorren la espalda y mi piel se eriza cuando sopla el recorrido de su lengua en mi cuello. Lo aparto de mi piel por los pelos y muerdo sus labios con ansias.

Sus uñas arañan mi espalda en forma descendente y solo puedo arquearme mientras un leve temblor. Siento su dureza y me alejo asustada de sus piernas. Ups.

Escondo mi cara en su cuello y ambos empezamos a reír.

Aún avergonzada le digo:

— Creo que alguien despertó.