Capitulo 31

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Mi hermano y yo estuvimos todo el camino de regreso a casa en silencio, la música en tono bajo y nuestras manos entrelazadas, necesitando ese contacto. De vez en cuando lo sentía mirarme pero le dejé ser. De momento se detiene en la carretera y me mira inquisitivo, le devuelvo la mirada y después de resoplar, levanta una ceja, yo en verdad no sé qué quiere que le diga...

— ¿Debo esconder todas las tijeras de la casa o ya terminaste de experimentar? —lo miro confundida, entonces entendiendo... sinceramente ni recordaba el corte de pelo, me rio a carcajadas y le aseguro que no hay peligro, no muy conforme continua a casa.

Al llegar a casa el vehículo de Demeter ya estaba allí, al entrar la pude escuchar en la cocina cantando a todo pulmón, quito mis zapatos y me dirijo allí, solo puedo sonreír al verla en shorts y tropeles, cantando y bailando mientras bate algo dentro de una cacerola, Tyra sentada frente a ella moviendo la cola divertida.

Siento a Nael entrar y dos pasos después quedarse de piedra mirando a mi amiga. Se acerca sigilosamente y se pone detrás de ella, Tyra me ve y corre a mí entonces Dem nota mi presencia y me saluda pero entonces su mano se queda paralizada en el aire.

— ¿Qué hiciste mujer? —dice señalando mi cabeza y me encojo de hombros, distracción que aprovecha mi hermano dando una fuerte nalgada y está casi derrama el contenido de la cacerola, se gira como endemoniada y golpea fuerte a mi hermano, yo rio a carcajadas viéndolo tratar de evadir sus golpes, dejo de mirarlos cuando las insistentes lamidas de Tyra en mis pies me obligan a tomarla en brazos. Subo con ella a mi recamara y tiro la mochila sobre el escritorio mientras busco un juguete para Tyra y juego un buen rato con ella, cuando se aburre aprovecho para adelantar los trabajos que debo entregar y termino con esto cuando la voz de Keylan me avisa que la cena esta lista.

Salgo de mi habitación y me encamino a la sala de juegos donde acostumbramos a cenar mirando cualquier cosa en la tv y criticándolo pero al llegar allí no hay nadie, me dirijo a la cocina y me encuentro con Nael cogiendo los platos.

—Enana, vamos a cenar en el comedor Denali está aquí.

Camino con él al comedor y ahí están todos muertos de risa por algo que dijo Demeter al parecer, Denali me ve y sale corriendo a abrazarme, vamos que solo hace diez días durmió conmigo, no es para tanto.

—Aysel, devadoot te extrañe. Mamá dice que te espera el fin de semana en casa, yo prepárate brownies y Masha hará su sopa especial de camarones. —la miro tan entusiasmada que cualquier posible excusa es invalida, no puedo romperle el corazón a esta chica cuando me mira con esos ojos negros tan expresivos. —los chicos dijeron que irán y Samara está libre el domingo. Por cierto me encanta tu pelo, yo quisiera tener tu valor pero aun quiero vivir en mi casa.

Bueno, escuchando eso no me queda de otra que fingir felicidad y aceptar, aunque la sonrisa Colgate que me dedicó luego merecía el esfuerzo.

No me malinterpreten, adoro a las Beaudoin, pero cada vez que miro a Masha mi corazón se estruja, o siento un hueco cuando Shey dice cosas de Matt, y sé que no le puedo impedir hablar de su hijo, pero yo no puedo evitar el dolor que se siente al recordar que él no está.

La otra noche tuve una crisis ansiosa porque entre tantas cosas que me mantuvieron ocupada no recordé a Matt en todo el día, me sentí tan culpable luego, cuando llego la noche y fui a buscar su ropa para dormir y le pedí perdón por olvidarlo. Luego los chicos me hicieron entender que era normal, que mi vida sigue.

Después de la reunión del domingo donde la pase muy bien si soy sincera, fue divertido estar todos juntos después de casi un mes. El único problema fue la Tata que volvió a decir cosas en hindú sobre mí, aunque esta vez Shey le reclamo y exigió dejarme en paz. Masha me dio una mirada incomoda mientras la de Denali era preocupada.

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