Detrás de ti

Capítulo 25

Espero que sufran.

Miro nuestras manos unidas y no puedo evitar la sonrisa tonta que se asoma a mis labios, levanto la mirada para encontrarme con ese par de pozos negros, permitiendo que me traspasen el alma. No me cabe duda, le quiero y quizás tres meses no sean suficientes pero tenemos toda una vida para intentarlo. Su mano libre acaricia mi brazo y me estremezco con su caricia recordando cómo la noche anterior hacia lo mismo mientras me hacia el amor. Mi lengua sale a humedecer mi labio repentinamente reseco, mis ojos se dirigen a sus labios y el no pierde el tiempo y me da ese beso que tanto deseo.

Nos besamos suave, concordando que tenemos todo el tiempo del mundo, sus labios bailan con los míos despacio, disfrutándolos, probando nuestros sabores. Nuestros dientes chocan y sonreímos íntimos mientras tocamos nuestras frentes y nos permitimos sentirnos bien, siendo cómplices.

— Mi reina, ¿qué te parece si pasamos las festividades con mi familia? En unas semanas es navidad y me gustaría que mi madre te conozca. — está nervioso, lo noto. Le sonriso feliz.

— Suena a un plan para mí.

Unos pasos corriendo en nuestra dirección nos hace levantar la vista alejando un poco nuestros cuerpos, un uniformado se acerca a Morgan y Montero y les dice algo en voz baja. Keylan mira en mi dirección y luego recorre con la mirada a las personas esparcidas en toda el área. Montero hace lo mismo, mientras Keylan se acerca a Nael y le dice algo haciendo que mi hermano palidezca y busque mi mirada. Ambos como impulsados por un resorte, se acercan a mí, Matthew vuelve a tomar mi mano.

Algo anda mal, lo sé. Mi corazón palpita fuerte en mi pecho al caer sobre mí como un balde de agua fría, el entendimiento de que el peligro no ha pasado. Que aún no puedo respirar en paz.

— Vamos, debemos salir de aquí — el apuro en la voz de mi hermano confirma mis sospechas.

— ¿Qué está pasando? — demanda Matt alternando la mirada entre ambos hombres, que comparten una mirada y siguen en silencio haciéndonos poner de pie. — Tenemos derecho a saber, dime que pasa Morgan. — el tono rudo pero preocupado en la voz de Matt hace que Morgan levante la mirada a la suya.

— Se supone que no tenemos bajas, y hay un cuerpo que pertenece a uno de nuestros hombres, no se reconoció antes porque tiene ropa de civil puesta, lo que quiere decir que uno de ellos está infiltrado entre mis hombres vestido de negro. No sabemos quién es todavía por lo que debemos sacar a Aysel de aquí y ponernos en un lugar seguro.

Mi respiración se entrecorta y empiezo a temblar sin tener frío. Un hombre murió por defenderme. Uno más a mi lista. Mientras otro sigue por ahí listo para hacer más daño.

Nael toma mi mano y sin ninguna delicadeza empieza a caminar a los vehículos y ahora si no puedo evitar quejarme de dolor. Matt nos sigue a paso lento también por el dolor, mientras Morgan le dice algo a la detective y esta asiente. Nael se detiene frente a una SUV negra, abre la puerta del conductor y entra en ella, yo me quito el chaleco antibalas porque siento que me presiona bastante en las costillas lastimadas. Giro a mirar a Matt que viene unos metros atrás, doy dos pasos a él extendiendo mi mano, pero algo sobre su hombro se roba mi atención, Keylan viene corriendo a nosotros, entonces mira a la izquierda y veo su boca moverse.

¡Al suelo!

Escucho el grito de Keylan pero no lo proceso, todo pasa en cámara lenta, a Matt le cambia el semblante y empieza a correr a mí, de momento estoy siendo empujada al suelo envuelta en unos enormes brazos pero no aparto la mirada de Matt que trata de llegar a mí. Entonces lo escucho... ese sonido frío y cortante. Letal. Un disparo.