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Maratón 2/5

Narrador Omnisciente

Ambos chicos estaban tirados en la cama con las sábanas enredadas entre sus cuerpos. Por un lado estaba el ojiverde quien dormía plácidamente mientras su sedoso cabello era acariciado por su Alfa, y luego estaba Joel quien por primera vez en todas sus vacaciones tenía puestos sus lentes y sostenía sobre sus piernas su laptop mientras revisaba emails y los contestaba.

Mientras aquellos chicos disfrutaban de él paradisíaco lugar, en Neverland uno de los hermanos Pimentel se encontraba en el estacionamiento de su departamento mientras era abordado por unos hombres,quienes lo golpeaban brutalmente.

-A ver si te dejas de meter donde no te llaman, idiota-Dijo uno de los hombres.

Golpe tras golpe y la cara de la víctima ya tenía rastros de sangre, contentos con la golpiza por fin los hombres se fueron dejándolo tirado en el suelo mientras recuperaba el aire.

-Joven Pimentel! Se encuentra bien?-Dijo un trabajador del edificio.

-S..i t..odo bie..n- el trabajador lo ayudó a levantar y el chico aprovechó para toser un poco y expectorar algunos coágulos de sangre- Ayúd..eme a llegar a mi departamento p..or f..av.or.

-Claro.

Con un poco de esfuerzo ya el integrante de los Pimentel se encontraba llegando a la sala de estar donde estaba su chica.

-DIOS MÍO, EMANUEL!!! QUE RAYOS TE PASÓ!? - Exclamó bastante.

-Tran..quila princes..a s..ólo est..oy algo golpea..do.

-No estás bien! Tienes una abertura en la ceja y en el labio, además de que tu rostro está con rasguños. Siéntate traeré el botiquín.

Narra Michelle

Corrí al baño en búsqueda de aquel pequeño maletín y volví a la sala donde Emanuel estaba sentado y tenía su cabeza echada hacía atrás. Aunque estuviera todo golpeado no dejaba de ser increíblemente lindo.

Procedí a hacer la curación, al pasar un algodón con algo de algo alcohol, Ema se movió haciendo que su dolor aumentara.

-Quédate quieto, bebé. Es por tu bien.

Después de eso se quedó quieto y pude seguir desinfectado sus heridas para luego colocar unas pequeñas vendas y aplicar crema en los hematomas.

-Toma-Le entregué una pastilla- Te servirá para el dolor.

La tomó y entrelazó nuestras manos para después darle un beso al dorso de mi mano - Gracias por estar aquí.

-Sabes que donde quieras que estés yo voy a estar para ti.

Estuvimos un rato allí sentados hablando sobre nuestro día, últimamente Ema estaba bastante ocupado con algunas labores de la manada mientras que yo hacía mis turnos en el hospital. Mi embarazo ya iba progresando y amaba cuando en la noche Emanuel repartía pequeños besos en mi vientre.

-Quieres que pida algo para cenar? - Preguntó.

-No amor, ya me adelanté y preparé fideos.

-Genial!

Ambos fuimos hacia la cocina y mientras él estaba en la encimera, yo servía los fideos, sentí su pesada mirada y al voltear lo encontré con una sonrisa plasmada en su rostro.

-Pasa algo?

-No, sólo me sorprende lo linda y perfecta que te puedes llegar a ver no más sirviendo la cena.

TAL Y COMO SOY  |  JOERICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora