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Narra Michelle

Joel cayó al suelo desmayado, levanté su cabeza para asegurarme de que no haya recibido un golpe fuerte.

-Emanuel!-Lo llamé y al verme con su hermano tirado en el suelo se acercó rápidamente a ayudarme.

-Pero que....

-No hay tiempo para preguntas, necesito que me ayudes a subirlo a su habitación.

-Está bien.

Cargó a Joel y subimos rápidamente hasta su habitación, lo acomodó y rápidamente tomé sus signos vitales manualmente.

-Ema, bebé, saca de mi mochila el estetoscopio y el oximetro, por favor.

-Claro.

A los pocos minutos él regresó con todo eso y comencé a revisar sus pulsaciones además de palpar su cuello y espalda.

-Y bien? Que tiene?

-Por lo que veo solo ha sido un desmayo generado probablemente por la carga emocional del momento. Ahora es cuestión que despierte con algo de Alcohol antiséptico o sin él.

-Dios! Eres increíble princesa!

-No es nada, bebé, sabes que lo hago con todo el gusto del mundo.

-Ay, pero es que te ves tan linda concentrada-Me atrajo a él y pude admirar una vez esos ojos color miel que tanto me gustan.

-No lo creo, tu te ves tan hermoso haciendo cualquier cosa-Me acerqué un poco más.

-Me vas a volver loco, Michelle Anderson- Y sin más junto nuestros labios, era una de las sensaciones más increíbles de este mundo. Justo cuando me iba a separar, él mordió mi labio haciéndome gemir- Loco derremate, bebé.

-Y yo estoy encantada de ser la causante de toda tu locura-Me volvió a besar pero esta vez con algo de fiereza, justo cuando iba a bajar sus besos a mi cuello mi teléfono empezó a sonar.

-Mierda! - Susurró contra mi cuello

-Ya vuelvo, dame unos minutos.

Salí de la habitación y al ver que se trataba del hospital, contesté rápidamente.

-Hola?

-Michelle, que bueno que contestas... Pasó algo con el paciente de la 639-Me dijo Mateo, uno de los residentes.

-Qué sucedió con Erick?

-Él despertó, en este momento lo están estabilizando pero necesitamos de tu firma para realizar unos exámenes.

-Mateo en este momento no puedo ir al hospital pero te autorizo para que los firmes. Cualquier cosa, me llamas va?

-Está bien, me debes un café.

-Con todo el gusto te lo doy, nos vemos en unos días.

Colgué sin más y al darme la vuelta me dí cuenta que Emanuel estaba recostado en una pared con su rostro serio mientras me miraba fijamente.

-Pasa algo? - Le dije alzando un poco mi ceja.

-No, para nada-Dijo mientras quitaba esa expresión y tomaba otra postura.

-Tu cara no dice lo mismo-Me acerqué y me crucé de brazos.

-Quién es Mateo? - Soltó sin más.

-Es un compañero del trabajo que me estaba informando sobre Erick-Pasé por su lado y me acerqué a su oído- No tienes por qué ponerte así, Celosito.

TAL Y COMO SOY  |  JOERICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora